El sector hotelero de la provincia expresó su desesperación ante una economía en crisis producto de la pandemia y que a nivel local no muestra signos de querer recuperarse a pesar de la habilitación del turismo interno hace ya tres semanas.

Tanto los intendentes de las localidades más elegidas por los visitantes, como los empresarios vinculados al turismo y la hotelería, aseguraron que la habilitación no alcanza para mantener las estructuras existentes con el movimiento local, y que la crisis tampoco permite que salgan a consumir “todos los que quisieran hacerlo”.

Ante el pedido manifiesto, y al comprobar que la demanda local de turismo no satisface la oferta instalada, preparada para grandes contingentes provenientes de todo el país y el mundo y con un flujo sostenido y no solo de fines de semana, el Ejecutivo decidió, en conjunto con la Cámara de Turismo, remitir a la Legislatura un proyecto de ley de emergencia económica para el sector.

La iniciativa establece que por un plazo de 180 días los micro, pequeños o medianos prestadores turísticos salteños podrán acceder a diferentes beneficios vinculados con aspectos financieros, impositivos e incluso asesoría y acompañamiento para la gestión de créditos.

La exención del pago del impuesto a las actividades económicas y del impuesto al sello para el período 2020, el diferimiento de los mismos conceptos en un 50% para el ejercicio de 2021, las suspensiones de diferentes cánones, el asesoramiento y apoyo para la presentación y tramitación de tarifas diferenciales ante las empresas de servicios y el otorgamiento de avales o herramientas para el acceso a créditos o al mercado de capitales son algunos de los beneficios planteados.

Las actividades comprendidas expresamente en el proyecto son: servicio de transporte con afectación exclusiva para la actividad turística, hoteles y alojamientos turísticos, establecimientos gastronómicos, agencias de viajes y turismo, guías de turismo, turismo alternativo, turismo de reuniones y rent a car.

También añade que el 75% de la recaudación por impuesto a la tómbola, así como otros recursos que ingresen con motivo de la actividad turística podrán ser destinados a potenciar la actividad del sector.

Pero el artículo 4 del proyecto de ley aclara que los beneficios quedan condicionados “a que el beneficiario no genere despidos incausados o atribuibles a la crisis durante el período comprendido desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio”.

El proyecto fue presentado por los ministros de Turismo y Deportes, Mario Peña, y de Gobierno, Derechos Humanos Trabajo y Justicia, Ricardo Villada, junto al presidente de la Cámara de Turismo, Carlos Eckhardt, ante el presidente de la Cámara Baja, Esteban Amat.

Al respecto, el presidente de la Cámara de Hoteleros y Gastronómicos, Eduardo Kira, expresó que era lo que venían pidiendo “porque creemos que es la única forma de que subsista el sector”, y agregó que “será fundamental que también se avance con el proyecto a nivel nacional”.

Kira informó que se calcula que cerrarán entre el 60 y el 70% de los establecimientos hoteleros y gastronómicos en todo el país si la situación continúa como hasta aquí.

A su vez, resaltó que si no se sigue con el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), “nos vamos a tener que convertir en ilegales todos, en el momento que se corte, va a ser una masacre con los empleados, no va a quedar un puesto de trabajo”.

Y reconoció que los ATP entregados por el Estado para pagar hasta dos salarios mínimos de cada trabajador, son los que están sosteniendo las condiciones laborales en el país.

El representante de los hoteleros y gastronómicos dijo que la apertura del turismo interno “no generó las condiciones ni siquiera para sobrevivir” porque “se mueve muy poca gente y solo los fines de semana”.

“Salta está preparada para recibir turismo de todo el país y del exterior, tenemos una oferta increíble que ahora se redujo a turismo interno con gente que encima tiene muchos problemas económicos como para salir a gastar”, indicó, y le pidió a los salteños que salgan, “aprovechen mientras no circule el virus para recorrer su provincia, que hay muy buenos precios y está hermoso”.

En el mismo sentido, el titular de la Cámara de Turismo de Salta explicó que el proyecto que se elevó a la Legislatura fue “el epílogo de una tarea que llevó aproximadamente un mes y medio de diálogo y trabajo en conjunto entre el sector público y el privado”.

Contó que la ley tiene entre sus considerandos la creación de un fondo de garantías “que pueda acompañar al sector, porque está muy latente la situación de quebranto”. Estimó que recién hacia fin de año o en el verano “podremos a volver a ponernos de pie”.

También rescató del proyecto la posibilidad de recibir “algún tipo de merma o eximición con los servicios públicos, que son gastos fijos que hacen mucho daño”. Pero aseguró que, a pesar de la posibilidad de las salidas dentro de la provincia, “la oferta no está comprometiendo a la demanda” y por lo tanto no van a poder hacer frente a todos los gastos referidos a salarios y “serán indispensables los ATP”.

Eckhardt sostuvo por un lado que el mercado salteño no es suficiente para sostener al sector, pero a su vez que “después de casi tres meses de encierro, la gente tiene ciertos cuidados y miedos, y sale a tomar algo o a dar una vuelta, pero se cuida en hacer otro tipo de salidas”, y agregó que tampoco se puede dejar de lado “la realidad macro y micro económica, sobre todo de los salteños”.

Con respecto al futuro postpandemia, indicó que se están preparando para competir con otras regiones como la Patagonia o Cataratas del Iguazú, “porque ese será el partido importante para recuperar el liderazgo”.