La industria del libro sufrió un fuerte deterioro en los últimos cuatro años. La pandemia de coronavirus agravó más la situación: las ventas cayeron un 60 % desde el inicio del confinamiento obligatorio. Los legisladores porteños María Bielli y Juan Manuel Valdés, del Frente de Todos, presentaron un proyecto de Ley en el que proponen la creación de un “Registro de Editoriales Independientes”, un subsidio de emergencia de 100 mil pesos para editoriales que hayan publicado durante 2019 de 3 a 25 títulos, que tengan una distribución habitual en al menos cinco librerías de la ciudad de Buenos Aires, y una línea de créditos accesibles a tasa 0 %, destinada a la producción de libros. La iniciativa fue redactada de manera participativa con representantes y expertos en el sector de la industria editorial, entre los que se destacan el colectivo “Sálvese quien lea”, integrado por Milena Caserola, Alto Pogo, Hekht, Batalla de Ideas y Muchas Nueces, entre otros sellos; el espacio de encuentro entre literatura y feminismo de la Filfem (Feria del Libro Feminista) y el especialista Alejandro Dujovne.

El proyecto –presentado el martes 7 de julio- empezará su itinerario legislativo por la comisión de Cultura, presidida por Roy Cortina, del Partido Socialista. Después de que sea aprobado en Cultura, ingresaría a la comisión de Presupuesto. Una vez que tenga el visto bueno de esta segunda instancia estaría en condiciones de pasar al recinto para ser votado. Este año se realizaron 3 sesiones antes de la cuarentena y 6 durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio. La próxima sesión en la legislatura está pactada para el 16 de julio; pero el proyecto presentado por Bielli y Valdés no llegaría a ser votado para esta sesión. “Esperamos que el tratamiento sea rápido porque es una necesidad para el sector editorial, que lo está pasando muy mal”, reconoce Emilio Buggiani, asesor de Bielli en temas culturales. “Otros ámbitos de la cultura independiente de la ciudad tienen programas insuficientes, que no alcanzan, pero tienen programas; el sector librero y editorial no tiene ninguno. Le hemos manifestado a Enrique Avogadro la preocupación por el sector, así que el ministro de Cultura está al tanto de la necesidad de acciones”.

El editor Leandro Donozo, de Gourmet Musical, cuenta a Página/12 que el subsidio “le vendría muy bien”. “La cuarentena hizo que no solo bajaran mucho las ventas, sino que complicó más la cadena de pagos; hay un retraso de pagos de las ventas no solo durante la pandemia sino de las ventas previas. El negocio del libro está hecho a plazos largos, pero estos plazos ahora están siendo demasiado largos”, plantea Donozo. “De las 10 a 12 novedades que teníamos previstas para este año, pudimos sacar una y estamos en el mes de julio… no sé si vamos a poder sacar la segunda en agosto o recién en septiembre. Se está produciendo mucho material de libros de música que quisiéramos poder publicar y no se puede porque no hay dónde imprimir ni financiamiento. Una iniciativa así sería realmente útil; espero que el proyecto prospere y que se pueda efectivizar pronto”, agrega el editor de Gourmet Musical.

El poeta y editor Javier Cófreces celebra esta iniciativa, aunque Ediciones en Danza, editorial dedicada a la poesía, no esté alcanzada por este proyecto por haber publicado más de 25 libros en 2019. “Me parece una propuesta fantástica que ante semejante emergencia se procure subsidiar a las pequeñas editoriales. En esta coyuntura es inminente el riesgo de que se borren del mapa unos cuantos sellos independientes –advierte Cófreces-. Son pequeñas pymes que además de brindarle trabajo a sus colaboradores, publican obras que jamás imprimirían las editoriales de la industria”.