La falta de recursos humanos y estructurales en el sector de la salud salteña viene de arrastre. Pero la Covid-19 puede llegar a amenazar la atención de la comunidad en el Hospital de referencia del norte salteño, el San Vicente de Paul, ubicado en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, la ciudad más grande de la provincia después de Salta Capital.

Una víctima visible de esta coyuntura parece ser la nena de dos años que entre el miércoles y el jueves de la semana pasada llegó al Hospital oranense proveniente del pueblo de Colonia Santa Rosa para que la operen por una quebradura y dislocación de hombro. 

Con el propósito de seguir con los protocolos establecidos por la pandemia, se hicieron análisis pre quirúrgicos de rutina que incluyen la prueba de PCR para detectar el coronavirus. Grande fue la sorpresa cuando la nena dio positivo, y más aún cuando todos sus contactos estrechos dieron negativo.

Desde la semana pasada la niña espera ser intervenida. Según se informó desde el Hospital San Vicente de Paul, allí no se la puede operar porque no hay traumatólogo infantil. A esto se sumó la complicación de que, según afirmaron desde ese centro sanitario, no la quieren recibir en el Hospital Materno Infantil ubicado en Salta Capital.

“Nunca se le negó la atención. El tema es que el análisis salió positivo (para Covid-19), y no la mandaron”, dijo a Salta/12, el gerente del Materno Infantil, Federico Mangione. Afirmó que en el Hospital de Orán "tienen traumatólogos que operan chicos. Lo hacen en la parte privada”. 

El médico explicó que pasadas las 48 horas ya no se trata de una emergencia y lo que se le planteó a Orán fue que se viera una solución alternativa para evitar un traslado de la nena, familiares y el personal de la Salud a Salta Capital, que queda mucho más lejos de, por ejemplo, Tartagal (ciudad cabecera del departamento San Martín), en donde “hay tres traumatólogos” para atender a la nena, y está a una hora de viaje. “Si no lo solucionan en Orán o Tartagal, lo vemos acá”, dijo Mangione al afirmar que esto no demorará más de dos o tres días. Mientras, la nena espera internada y aislada en Orán.

Versiones cruzadas

“No hay médicos en la guardia porque el protocolo es hisopar y aislar”, dijo a Salta/12 la secretaria general de ATE en Orán, y médica del San Vicente de Paul, Julia Pizola, al sostener que por primera vez la guardia se había quedado sin médicos para atender. Dos médicos de Orán dieron positivo para la Covid-19 tras haber tenido contacto estrecho con una persona que murió de cáncer terminal pero que tras su fallecimiento se confirmó que tenía coronavirus. Cuando esta novedad fue informada, se tomaron muestras en 20 trabajadores del centro sanitario (según Pizola) y entre 15 y 16 , y hasta 18 (según el Hospital). 

Con los hisopados se hizo el aislamiento hasta obtener los resultados. Esto restó personal hospitalario. Pizola habló de una guardia cerrada. Las autoridades del Hospital, en tanto, afirmaron que se trata de atender solamente las “urgencias extremas”, pero aseguraron que sí hay personal.

La gremialista sostuvo que ante la aparición de los dos positivos para la Covid-19 resulta necesario hacer pruebas a todo el personal del Hospital. Las autoridades afirmaron que esto es imposible no sólo porque no todos tuvieron contacto con los contagiados confirmados, sino también porque la cantidad de elementos para hisopar es limitada.

Pizola y los gerentes del Hospital mantuvieron este miércoles una reunión en la que lograron acordar no poner trabas a la entrega de los Equipos de Protección Personal (EPP), dado que según las denuncias de los trabajadores de la Salud, había problemas para conseguirlos.

Pizola indicó que pese a los reclamos que se hicieron, “desde el Ministerio (de Salud) no hubo respuestas”. Al parecer, existe esa tesitura desde el momento que los trabajadores del Hospital de Orán hicieron una protesta y reclamaron por estos recursos y el pago del bono extraordinario al gobernador Gustavo Sáenz cuando visitó la institución a principios de junio.

Aislaron a 7 trabajadores del CIF

Tras el fallecimiento de un hombre de 48 años de General Güemes, cuyas pruebas dieron positivas para coronavirus, se dispuso el aislamiento de siete personas del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) del Ministerio Público Fiscal, en forma preventiva. Anoche, la directora del CIF, María Luján Sodero Calvet, informo que los estudios dieron resultado negativo en las siete personas testeadas. 

Respecto del fallecido en General Güemes, el CIF indicó que el deceso fue a causa de una “neumopatía por COVID19”, pero que en realidad no está certeramente determinado. Eso se podría determinar en una autopsia pero por protocolo no se hacen en los casos de fallecidos por coronavirus. Sodero Calvet aclaró que de acuerdo a los protocolos vigentes por pandemia en el mundo, no se realizó autopsia, ya que al efectuarse hisopado sobre el cadáver, "se confirmó que era portador asintomático de coronavirus 2 (SARS-CoV-2)". El protocolo mundial establece que la muerte se produce en situación de pandemia, pero no por causa específica de la Covid-19. El cuerpo fue trasladado a un crematorio. 

Sodero Calvet se refirió a las medidas adoptadas a partir del tratamiento del cuerpo que fue trasladado la madrugada del 2 de julio desde General Güemes a la Morgue del CIF. La persona había fallecido en su domicilio y por ello hubo distintos trabajadores del CIF que tuvieron que intervenir para establecer la causa de la muerte. Cuando el hisopado dio positivo para la Coivd-19, hubo a su vez que hacer testeos  estos trabajadores. 

La infectóloga María del Valle Castillo, del COE-Norte, fue responsable de evaluar y entrevistar a cada uno de los investigadores y el personal de seguridad privada, en tanto que el médico Facundo Ruiz, del COE-Sur, se hizo responsable del seguimiento de un auxiliar fiscal y dispuso el aislamiento personal y del grupo familiar conviviente de cinco policías y de un trabajador de seguridad.