La ex jefa operativa de la Agencia Federal de Inteligencia, Silvia Majdalani, debe presentarse este lunes en los tribunales de Lomas de Zamora para ser indagada sobre el espionaje político ilegal. Fuentes de la defensa de la ex funcionaria confirmaron que Majdalani va a responder a la citación de la justicia, aunque no está claro si contestará preguntas o se limitará a presentar un escrito. Aunque la ex vicejefa de la AFI viene intentando frenar la investigación del juez Juan Pablo Augé, argumentando que ya fue sobreseída en los tribunales de Comodoro Py, su situación judicial parece lejos de estar resuelta. 

Majdalani fue llamada a declarar por el juez de Lomas de Zamora luego del requerimiento de los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide.  Junto al ex titular de los espías, Gustavo Arribas, es investigada por las tareas de inteligencia realizadas sobre el Instituto Patria, la vicepresidenta Cristina Kirchner, la supuesta intrusión en las cuentas de correo electrónico de dirigentes políticos, gremiales y sociales y el armado de fichas sobre periodistas que se acreditaron para la Cumbre del G20.

En el expediente judicial a cargo de Augé se acumulan pruebas sobre las operaciones de espionaje ilegal durante el macrismo: fotografías de gran cantidad de protagonistas de la realidad política, en sus casas, en reuniones, con sus familias. Entre los espiados estuvo hasta el obispo Jorge Lugones, de relación con el Papa Francisco, porque querían saber si el pontífice estaba concretando algún armado político en el país. En la misma línea, los espías hicieron informes sobre las organizaciones sociales y las marchas que realizaban. El espionaje llegó hasta Florencia Macri y su pareja, a quienes les sacaron fotos desde una obra en construcción vecina a su domicilio, tal vez por un conflicto económico dentro de la familia Macri.

En el caso del Patria, el personal del instituto se dio cuenta de que había un vehículo estacionado cerca de la sede central y desde la cual espiaban quién entraba y quién salía. La Policía de la Ciudad los identificó como de la AFI lo que produjo un enorme escándalo político, minimizado por los grandes medios.

Interrogados por la justicia, los espías que realizaron estas tareas aseguraron que lo que hicieron por orden del ex jefe de operaciones especiales de la AFI, Alan Ruiz, aunque de sus testimonios se desprende que las directivas habrían salido de más arriba. Habrá que ver qué dice Majdalani en su descargo. 

Ruiz --ya procesado-- declaró que esos espías eran delincuentes, que los quiso echar, pero que de todas maneras se hicieron las operaciones de espionaje por el peligro de atentados terroristas. 

A su vez, El exdirector de Contrainteligencia, Martín Coste, comprometió a la ex funcionaria: aseguró que el macrismo montó en la AFI una estructura paralela, en la que estaban Ruiz y expolicías de la Ciudad, que no cumplían con la cadena de mandos, sino que reportaban directamente a Majdalani. 

Las instrucciones que recibieron quienes hicieron los seguimientos en el Instituto Patria y el domicilio de Cristina Kirchner fueron informar quién entraba y quién salía, si se mudaban o si sacaban bolsos. Resulta evidente que querían espiar  con quién se reunía la entonces senadora y cuál el armado político que preparaba de cara a las elecciones 2019. Esto explica que también espiaran a Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Diego Santilli, Cristian Ritondo y otras figuras de Cambiemos que en algún momento barajaron el Plan B, que la candidata presidencial fuera Vidal y no Macri.

Todo ese panorama de evidencias presagia que Majdalani terminará procesada y lo mismo podría ocurrir con el ex titular de la AFI, Arribas, que está citado a declarar para el martes.