Teatros cerrados, festivales suspendidos, academias y centros de formación sin poder dar clases presenciales y, en muchos casos, directamente cerrados: un panorama desolador para la danza, que atraviesa una crisis profundísima, como otros sectores culturales. Pero con el agravante de que esta disciplina no cuenta con una ley nacional que regule la actividad ni ampare los derechos de lxs trabajadorxs, ni con un Instituto Nacional que impulse al sector, como sí existe para el cine (INCAA), la música (INAMU) y el teatro (INT). Una desprotección histórica que la emergencia generada por el Covid-19 acentúo aún más. Sin embargo, el sector está muy movilizado y logró avances importantes desde principio de año.

El Movimiento Federal de Danza (MFD), una organización que nuclea a coreógrafos, bailarines, directores, docentes, investigadores, productores y gestores de la danza de todo el país, consiguió que la danza sea considerada un sector dentro de las industrias culturales nacionales, estatus que hasta entonces no tenía. “Videojuegos estaba incluido y danza no. ¡Increíble! Desde febrero estamos trabajando con Luis Sanjurjo, a cargo de la Dirección Nacional de Industrias Culturales de la Nación, y logramos que la danza sea tenida en cuenta. Esto implica la posibilidad de aplicar para recibir un subsidio del Fondo Desarrollar del gobierno nacional, destinado a contribuir al sostén de los espacios culturales, incluyendo a estudios y academias de danza en el contexto de la pandemia”, explica a Página/12 David Señoran. Coreógrafo y docente, Señoran está a cargo de la comunicación del MFD por el AMBA (Área Metropolitana Buenos Aires), una de las ocho regiones de este movimiento de alcance nacional, además de NEA, NOA, Centro, Cuyo, Patagonia Norte, Patagonia Sur y Provincia de Buenos Aires. Este avance permitirá además que, cuando el país alcance una nueva “normalidad”, la danza pueda participar del MICA (Mercado de industrias Creativas Argentinas), del que estaba exceptuada.

Pero este horizonte es aún lejano y el MFD ya accionó. Presentó a las autoridades culturales de Nación, Provincia de Buenos Aires y Ciudad un informe del sector de la danza en emergencia por la pandemia, acompañado de otro informe con propuestas para trabajar de manera conjunta, y un protocolo modelo que se deberá ajustar a cada jurisdicción. “Todo esto pudimos hacerlo gracias a la información que obtuvimos del Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Danza, una iniciativa que venimos realizando desde 2019 en todas las provincias para dar cuenta del estado de la actividad. Y poder saber quiénes somos, cuántos somos, qué hacemos, cómo lo hacemos y dónde. Lo que reveló, entre otras cosas, la precariedad y la precarización del sector, que esta crisis agravó. El grado de informalidad es tan alto que lxs trabajadorxs no podían acceder a ningún tipo de ayuda del Estado en este contexto, hasta hace muy poco”, agrega Señoran.

Al endeble apoyo estatal y al acceso limitado al monotributo (lo que impide, a su vez, poder aplicar para recibir el Ingreso Familiar de Emergencia), se agrega otra necesidad: que la Asociación Argentina de Trabajadorxs de la Danza (AATD), la fuerza gremial que aboga por los derechos de lxs trabajadorxs, obtenga su personería jurídica, un reclamo cuya resolución depende del Ministerio de Trabajo de Nación. Estas adversidades se articulan en el marco de la mencionada ausencia de una legislación nacional para la danza en todos sus estilos: clásica, contemporánea, folklore, ritmos urbanos, tango, ritmos latinos, flamenco, danzas afro y árabe.

“Actualmente más del 65% de los trabajadores de la danza en nuestro país viven de dar clases y, para dar un ejemplo, en CABA hay entre 180 y 200 estudios de danza cerrados. Además no todos están en capacidad de dar clases en forma virtual”, comenta el creador. Y aclara que la situación es muy diferente según la región. “En provincia de Buenos Aires hay municipios que están en Fase 5. Se podría empezar a trabajar con clases presenciales y abrir de a poco los estudios, con un protocolo que regule la cantidad de alumnos por clase en función de los metros de la sala, la distancia mínima entre alumnos al interior de la sala, franjas horarias para evitar congestiones, la desinfección, limpieza y ventilación de las instalaciones, además de pedir a cada estudiante la firma de una declaración jurada donde declara que no posee síntomas de coronavirus ni ha estado con alguien que los tuviera, entre otras medidas. En CABA la situación es más compleja pero propusimos un protocolo para cuando la situación permita empezar a funcionar”, detalla Señoran.

En cuanto a las medidas de apoyo propuestas a las autoridades figuran subsidios para los estudios de danza, para el pago de los servicios de agua, luz y gas por seis meses; préstamos a tasa cero para el sostenimiento de los espacios de trabajo y el pago de alquileres, servicios, salarios e inversión tecnológica; y becas para estudiantes. Otro punto importante es la creación de un monotributo cultural para todos los trabajadores de la cultura, que les permita facturar de manera puntual cada vez que trabajen, por ejemplo, en un festival o en una temporada de verano. En noviembre de 2019 el MFD presentó el proyecto de Ley Nacional de Danza a Daniel Filmus, entonces presidente de la Comisión de Cultura de Diputados de la Nación. Este proyecto contempla la creación de un Instituto Nacional de la Danza y el sector de la danza espera que no pierda estado parlamentario, como viene sucede desde 2012 todas las veces que fue presentado.

El Frente de Emergencia de la Danza nació en marzo de este año. “Cuando la actividad empezó a verse detenida y viendo que el panorama iba a ser muy largo, empezamos a armar el Frente para vincularnos con el gobierno nacional y con el de CABA, y trabajar juntos en el sostenimiento del sector. Ya somos 37 agrupaciones entre organizaciones, colectivos, salas, estudios, asociaciones, compañías, plataformas de formación. De a poco se siguen sumando más”, comenta Eugenia Schvartzman, coreógrafa, docente y gestora cultural. Ella es una luchadora histórica por los derechos del sector: integra también el Movimiento por la Ley Nacional de Danza y la AATD. El Frente se organiza en comisiones para elaborar políticas a corto, mediano y largo plazo.

“En mi estudio de danza, por ejemplo, seguimos dando clases en forma virtual a las nenas y las adolescentes, aunque no todas las familias pueden pagar. Es una decisión que muchos estudios tomaron y la situación es dura: los ingresos no son los mismos y hay que seguir pagando alquileres y servicios”, cuenta. “Desde el Frente nos plegamos a pedidos que tienen que ver con medidas para las pymes: aportes para sostener salarios, congelamiento de alquileres. En CABA es necesario actualizar la ley 340 que rige PRODANZA, y que habilita a este instituto a dar subsidios para la creación y la producción de obras principalmente, líneas que en este marco no son esenciales para el sostenimiento de sector. En ese sentido estamos trabajando”, detalla.

Números actuales y perspectivas futuras

Solo en Buenos Aires, integrada por dos regiones del Movimiento Federal de Danza (Provincia de Buenos Aires y AMBA) hay más de 80.000 trabajadores independientes, entre docentes, bailarines, coreógrafos, investigadores y gestores, que sufren el impacto económico de la coyuntura actual. Son 6.400 espacios independientes y 63.700 trabajadores activos, sin contar los que trabajan en las áreas de limpieza y secretaría de los estudios y salas de danza.

A nivel nacional se estima un total de 450.000 trabajadores, apenas el 16% trabaja en condiciones de formalidad, el 42% lo hace de manera informal y el 42% en ambas modalidades. “El camino es largo. Hay que crear protocolos porque cuando retomemos la actividad, las condiciones van a ser diferentes y hay que estar preparados. Incluso cuestiones estéticas de la danza, del lenguaje, van a tener que repensarse. Los dúos, los contactos estrechos, para todo eso falta muchísimo”, sostiene Eugenia Schvartzman, del Frente de Emergencia de la Danza. Los informes presentados por el Movimiento Federal de Danza, el protocolo modelo y el Registro Nacional de Trabajadores de la Danza están disponibles en
https://movimientofederaldedanza.com.ar/blog/
y en
https://movimientofederaldedanza.com.ar/