La noticia del retorno de Mike Tyson tiene el efecto de una bomba para el boxeo mundial. Aunque sólo sea para hacer una exhibición. Su rival no será uno cualquiera de la lista: Roy Jones Jr., otra gran gloria pugilística de los últimos 20 años y campeón mundial en cuatro categorías diferentes (mediano, supermediano, medio pesado y pesado) enfrentará a “Iron Mike” a 8 asaltos el 12 de septiembre en Carson (California) en una pelea que irá por el sistema “pay per view”, y por la plataforma multimedia Triller, siempre y cuando la pandemia de la covid-19 lo permita, y que la empresa Legends Only League, de la que Tyson es uno de sus accionistas, anuncio oficialmente en su sitio de Internet. 

Tyson tiene 53 años, Jones 51 y eso obliga a poner en contexto el acontecimiento. Uno y otro convocarán a la nostalgia, sabedores de que es imposible volver al pasado brillante. Pero que aun así, millones de aficionados en todo el mundo querrán volver a verlos. En los últimos tiempos, Tyson ha publicado en sus redes sociales videos de sus sesiones de entrenamientos donde se lo ha visto enérgico y desenfrenado en el lanzamiento de sus poderosas combinaciones. Pero esas imágenes no duran más de 30 segundos. Habrá que ver con que condición física soporta el trajín de 24 minutos de pelea. Jones fue un boxeador de inmensa jerarquía y alto orgullo, que de ninguna manera se prestará a ser una víctima propiciatoria del ex campeón mundial de todos los pesos. Tampoco será un partenaire que trabajará para su lucimiento.

Si la pelea hubiera llegado en el máximo momento de esplendor de los dos (fines de los '90, principios de 2000), habría corrido el mundo de su eje. Pero las cosas pasan cuando pasan. Lo único que debe exigirse es que la exhibición no sea una bufonada y resulte lo más cercano a una pelea seria y competitiva, aún cuando Tyson y Jones ya hayan superado el medio siglo de existencia y se les haga difícil mover sus osamentas. El boxeo no merece una afrenta. Por respeto a la grandeza de ambos y del público que pagará sus boletos para ir al Dignity Health Sports Arena de Los Angeles y que deberá poner entre 80 y 90 dólares para contemplarlos a través del sistema de pago para ver. Andy Foster, Director Ejecutivo de la Comisión Atlética del estado de California, dijo que el combate será sin cabezales protectores pero con guantes de 12 onzas, más grandes que los que habitualmente se emplean en el boxeo profesional.

Tyson tuvo dos ciclos como campeón mundial de los pesados: entre 1986 y 1990 y entre marzo y noviembre de 1996 y se retiró en 2005, luego de dos derrotas por fuera de combate ante Danny Williams y Kevin Mc Bride, con un récord de 50 triunfos (44 antes del límite) y 6 derrotas. Dedicó los últimos tres lustros ha rehacer su vida personal apoyado por su actual esposa, Lakiha Spicer, con quien ha tenido dos hijos varones de 11 y 8 años respectivamente. De anteriores relaciones, Tyson ha reconocido cuatro más, uno de los cuales falleció asfixiado en 2009. De la inmensa fortuna que ganó en su carrera, casi no le ha quedado nada y actualmente vive en Phoenix (Arizona) en una mansión de 16 hectáreas en la que cultiva cannabis para uso medicinal.

Roy Jones Jr., por su parte, reinó en cuatro categorías y en diferentes entidades entre 1994 y 2004. Tras haber comenzado su campaña en 1989 como superwelter (69,854 kg), combatió como pesado en 2003 (cuando le ganó a John Ruiz en Las Vegas la corona de la Asociación), y desde 2011 hasta su retiro en 2018 con 48 años de edad y un record de 66 triunfos (47 por la vía rápida) y 9 derrotas (5 antes del límite). “Estoy feliz de que esta pelea entre Mike Tyson y yo suceda! Siempre estuve listo y también lo estaré esta vez. Quiero que todos mis fanáticos me apoyen y sintonicen. Será épico”, comentó Jones a través de una publicación en su cuenta de Instagram.

Como para que nadie se aburra por si la pelea sale mala, el sitio web de espectáculos TMZ aseguró que el show tendrá varios combates así también como musicales en vivo con artistas como Snoop Dog, Lil Wayne, Future, The Weeknd y Pitbull, entre otros, todos bajo la promoción de Triller. La idea es pasarlo bien, si la pandemia lo permite.