El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció finalmente que no lanzará la primera pelota en el clásico de béisbol de la MLB entre los Yankees de Nueva York y los Red Sox de Boston, el 15 de agosto próximo, del que se esperaba que participara.

"Debido a mi fuerte focalización en el virus chino (denominación que Trump le pone al coronavirus de manera de atacar a China), incluidas las reuniones programadas sobre vacunas, nuestra economía y muchos más, no voy a poder estar en Nueva York para lanzar durante el partido de los Yankees el 15 de agosto. ¡Lo haremos más adelante en la temporada!", escribió Trump en su cuenta de Twitter, para saldar la polémica.

El último jueves, durante el acto institucional del Opening Day de las Grandes Ligas de la MLB, celebrado en la Casa Blanca, el presidente de los Yankees, Randy Levine, le pidió a Trump que lanzara la primera pelota en el partido de su equipo contra los Red Sox. Ante esa situación, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, crítico de la gestión de Trump en medio de la pandemia, había cuestionado la iniciativa de los Yankees de invitar al presidente estadounidense para esa ceremonia.

Lo cierto es que su presencia en el partido de la MLB terminó resultando polémica. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, había criticado la iniciativa de los Yankees de invitar al presidente Trump para esa ceremonia. Pero no fue el único: también lo hizo el presidente del distrito neoyorquino de El Bronx, Rubén Díaz Jr. Díaz recordó que el célebre equipo de Nueva York, cuyo estadio está en El Bronx, se había pronunciado el mes pasado en contra del racismo y la injusticia, por lo que con esta invitación a Trump "están demostrando flagrantemente que sus declaraciones son cínicas y que no tienen un significado genuino", según expresó en un comunicado.

De haber participado, habría sido la primera vez que el mandatario republicano interviniera en una longeva tradición deportiva entre los presidentes estadounidenses, que se remonta a principios del siglo pasado.

Díaz, administrador de un barrio diverso y de clase trabajadora al norte de Nueva York, consideró la visita una "sonora bofetada en la cara" de sus vecinos por la "gestión catastrófica de la crisis de la COVID-19 a nivel nacional" y sus "recortes de programas y servicios esenciales mientras promocionaba políticas migratorias injustas y crueles". "Muchos trabajadores locales han perdido su trabajo, incluyendo pequeños negocios junto al Yankee Stadium. Unos 150.000 estadounidenses, y casi 4.000 bronxitas, han fallecido por la COVID-19", señaló el político demócrata, que acusó a Trump de no ser capaz de contener la pandemia.

La invitación para que Trump lanzara la bola inicial del partido entre los Yankees y los Red Sox había sido interpretado como una respuesta a lo que sucedió el jueves, cuando el famoso inmunólogo Anthony Fauci fue invitado para el primer lanzamiento para los Nationals de Washington en el partido inaugural de la temporada.

Anthony Fauci se hizo muy popular durante la pandemia debido a su experiencia y sus recomendaciones de precaución a los estadounidenses, y sus teorías no son muy apreciadas por Trump. Más allá de su popularidad, la forma en que lanzó la bola, casi sin fuerza y muy lejos del bateador, motivó que recibiera burlas en las redes sociales y el apodo del "peor pitcher de la historia de la MLB".