La investigación sobre un posible acuerdo entre Rusia y Estados Unidos para favorecer a Donald Trump en las últimas elecciones llegó al riñón del líder republicano. La Casa Blanca confirmó ayer que Jared Kushner, asesor presidencial y marido de Ivanka Trump, se presentará a declarar ante el comité de Inteligencia del Senado que investiga los intentos de Moscú de influir en los comicios presidenciales de noviembre en los que el magnate neoyorquino se impuso ante la demócrata Hillary Clinton. Kushner testificará voluntariamente sobre sus contactos con representantes del Kremlin. En rueda de prensa, el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que los contactos de Kushner con representantes rusos se debían a que el yerno del presidente norteamericano era el enlace oficial con gobiernos extranjeros. El portavoz aseguró que Kushner está encantado de tener la oportunidad de explicar su papel y los individuos con los que se reunió, para “acallar el frenesí mediático”.

“El era el punto de contacto hasta que hubo un equipo en el Departamento de Estado, ya que hubo un retraso (hasta que el secretario de Estado, Rex Tillerson, fue confirmado en febrero)”, explicó Spicer. Según el diario The New York Times, Kushner se reunió con el embajador ruso en Washington, Serguéi Kislyak, durante la campaña electoral y en el período de transición que va entre noviembre y el 20 de enero, cuando el mandatario asumió el cargo.

Además, a pedido de Kislyak –quien también mantuvo contactos con Michael Flynn, consejero de Seguridad Nacional que renunció en medio del escándalo–, Kushner se reunió en diciembre con el banquero ruso Serguéi Gorkov, consejero delegado del banco nacional ruso Vnesheconombank y graduado de la academia de los servicios secretos rusos. Según Spicer, el yerno cumplió con su papel y realizó las tareas que le encomendaron como miembro del círculo cercano de la campaña de Trump y, posteriormente, del equipo de transición, función que lo llevó a verse con “un número incontable de personas”.

El portavoz aseguró que el Senado no confirmó cuándo quiere reunirse con Kushner, quien al ofrecerse a declarar de manera voluntaria, tiene la posibilidad de evitar declarar bajo juramento. Según el diario The Washington Post, el presidente del Comité de Inteligencia del Senado, el republicano Richard Burr, lleva semanas considerando la necesidad de que Kushner se presente para dar explicaciones. La investigación, que tiene a varios colaboradores de Trump bajo la lupa y obligó a Paul Manafort, ex jefe de campaña del mandatario, a ofrecerse a declarar sobre sus vínculos con el Kremlin, llegó al grupo de indispensables del Despacho Oval.

El Congreso estadounidense investiga los intentos rusos de influir en las elecciones estadounidenses, hipótesis que sembró un manto de dudas y de intrigas palaciegas por versiones que indican algún tipo de coordinación entre miembros del equipo de Trump con Moscú para dinamitar la imagen de Clinton durante la campaña. La semana pasada, el director de Buró Federal de Investigación (FBI), James Comey, confirmó que desde julio están investigando con técnicas de contrainteligencia los intentos de Rusia de influir en las últimas elecciones.