La Sala D de la Cámara Civil confirmó el fallo en primera instancia contra la Revista Barcelona en la querella iniciada por la apologista del terrorismo de Estado Cecilia Pando. Con un agravante: de 40 mil pesos de indemnización se pasa a 70 mil. De esta forma se complica la subsistencia del medio. la revista apelará ante la Corte Suprema.

Los jueces Patricia Barbieri, Osvaldo Onofre Álvarez y Ana María Brilla de Serrat ratificaron la sentencia del año pasado de la jueza Susana Nóvile. Pando, una reconocida negacionista del genocidio cometido por la dictadura militar había llevado a Barcelona a la Justicia por sentirse agraviada con un montaje fotográfico de la publicación.

Pando había sido satirizada en una contratapa, con su cara pegada a un cuerpo desnudo de mujer, rodeada de sogas y la leyenda  “¡Para matarla! ¡Soltá al Genocida que llevás dentro!”, más frases como Ceci Pando se encadena para vos” y “Las chicas quieren guerra antisubversiva”. Eso inició la querella.

El tribunal de Cámara se amparó en fallos de Estados Unidos y España que condenaron la sátira, aunque reivindicando la libre expresión y que no puede haber caso de censura previa. Incluso citan la definición de sátira del Premio Nobel italiano Dario Fo: “la sátira es la forma más directa de entender la verdad de las cosas, es desnudar el poder para poder leerlo mejor”.

Con todo, los jueces consideraron que “el derecho a la imagen sólo cede ante el interés general relacionado con fines didácticos, científicos y culturales, es decir, que si falta el fin legitimante, la antifuncionalidad del acto basta para que sea resarcible el daño producido al afectado por la información. (…) Es decir que, en tanto esos intereses no concurren, la parodia o caricatura no pueden entenderse como el ejercicio de crítica política o social a través de la sátira y el humor”.

Así se fundamento la ratificación del fallo, que casi duplica el monto a pagar a Pando, más las costas del proceso. El fallo original había considerado que Pando no era una persona pública “cuando la propia Pando, con artesanal paciencia, construyó una figura pública con ayuda de los medios de comunicación que la erigieron en vocera de los silenciosos genocidas” recordó en su momento el ya fallecido abogado Pablo Jacoby, quien patrocinó a Barcelona.

Ingrid Beck, directora de Barcelona, fue categórica tras conocerse la noticia. “70 mil pesos implican el cierre definitivo de la revista”. También recordó que esta misma Cámara ordenó el secuestro de ejemplares de la revista por pedido de Pando.

“Más allá de diferencias políticas o ideológicas, este fallo vuelve a sentar un pésimo precedente para la libertad de expresión en el país”, agregó la directora de la revista, quien adelantó que irán a la Corte Suprema de Justicia. También recalcó que en 14 años de publicación, éste es el único juicio que ha afrontado Barcelona.

Por su parte, el investigador de medios Martín Becerra aseguró que “con asombrosas contradicciones argumentales y una resolución divorciada de los fundamentos invocados, la Cámara de Apelaciones recorta con esta decisión los márgenes del ejercicio de la sátira y la crítica corrosiva sobre el accionar público de figuras públicas”.