El sindicato de conductores de colectivos (UTA Rosario) resolvió volver a las medidas de fuerza a partir de la cero hora del martes, con lo cual el transporte urbano e interurbano circulará normalmente durante el fin de semana largo y cesará a las 24 del lunes.
La decisión se tomó en función "de que se cayó el acuerdo", según la expresión del secretario general de UTA Rosario, Sergio Copello, en referencia a lo acordado entre choferes, provincia, municipalidad y Nación en los últimos días de julio, tras 30 días de huelga consecutivos.
La huelga de este martes en principio es por 24 horas, pero no se descarta que pueda extenderse.
Los choferes de colectivos cobraron hasta ayer alrededor del 20% del salario. El compromiso de giro de subsidios nacionales para salarios incluía también el 50% del aguinaldo que se les adeuda. Lo que se pagó hasta ahora es a partir de adelantos que hicieron los gobiernos de provincia y ciudad.
Copello apuntó a los empresarios del transporte, a los que les sugirió que tomen un crédito sabiendo que el dinero lo van a recuperar. "Que tomen algún riesgo, porque hasta aquí las empresas son espectadoras de lujo" del conflicto.
Los delegados de la Unión Tranviarios Automotor, seccional Rosario, se reunieron en asamblea ayer a la tarde, luego de que las empresas no cumplieran con los pagos establecidos.
"Al no haber cumplido con el acuerdo, hemos decidido con el cuerpo de delegados realizar un plan de lucha que incluye un paro de actividades a partir del martes a las 0 hora", anunció Copello.
"El martes paramos y el miércoles nos juntamos para evaluar y ver cómo seguimos con el plan de lucha", advirtió el gremialista, quien enseguida acotó que "la solución es que el gobierno nacional aporte los subsidios".
El acuerdo que habían sellado el 29 de julio pasado establecía que las empresas se comprometían a abonar en los primeros días del mes de julio el 50 por ciento del sueldo de julio y el 50 por ciento del aguinaldo.
Sin embargo ayer tenían depositado el 50 por ciento del aguinaldo y 15 mil pesos, lo que equivale al 20 por ciento del sueldo, según los cálculos del gremio.
"No se cumplió con lo que se había establecido a fines de julio entre las empresas de transporte, el municipio, la provincia y los trabajadores y es por eso que se rompió la paz social", acotó Copello.
El dirigente gremial comentó: "La paz social se mantiene mientras las partes cumplen. Como el sector empresario, que estuvo avalado por la municipalidad y la provincia nos habían prometido el 50 por ciento del salario del mes de julio y 50 aguinaldo que tendríamos que haber cobrado los primeros días de julio. Si la paz social la tenemos que mantener no cobrando el sueldo entonces no hay paz social".
La sanción definitiva anteayer en el Congreso de la Nación de la ampliación del Presupuesto, lo que supone una mayor partida para subsidios de transporte, alivia la perspectiva en adelante. Sin embargo, según la estimación gremial, "esa es una buena noticia, pero ese dinero extra recién lo vamos a ver, con suerte, a finales de mes".
Desde el inicio de la pandemia, el transporte urbano no pudo levantar cabeza. Fundamentalmente porque se desincentivó el uso por parte de las autoridades durante la primera etapa de la pandemia; luego estuvo habilitado sólo para personal esencial; y en la actual etapa de Dispo se recomienda utilizar medios de movilidad alternativos para evitar la propagación del covid-19.
Esa realidad golpea la recaudación diaria, tanto en colectivos urbanos como interurbanos de hasta 60 kilómetros (los que recorren mayores distancias siguen sin permiso para prestar servicio), y por lo tanto la subsistencia del sistema pasó a depender casi exclusivamente de subsidios de los tres niveles del Estado.
Aquí es donde se presentan las dificultades con el gobierno nacional. Por un lado porque se sostiene un desequilibrio muy pronunciado que viene de hace años en el reparto de subsidios entre el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) con el resto del país. De hecho en Amba nunca hubo paro porque se pagaron los salarios a pesar de que la cantidad de pasajeros también es mucho menor.
Por otro lado, había problemas instrumentales en cuanto a nuevas partidas para girar en tiempo y forma a las provincias, ya que el gobierno nacional trabaja con el Presupuesto reconducido de 2019, y por lo tanto requería aprobación del Congreso para aumentar los márgenes autorizados en ese presupuesto.