Si alguna vez, Jack Dempsey, el legendario rival de Luis Angel Firpo, sentenció que “en el boxeo nunca se vuelve”, tres grandes que también fueron campeones mundiales de los pesados como él y un supercrack de otra categoría, se encargaron de desmentirlo. Por razones muy diferentes, Muhammad Alí, George Foreman, Mike Tyson y Sugar Ray Leonard alguna vez tuvieron que bajarse de los rings. Cuando regresaron, recuperaron sus títulos y la gloria. Sergio "Maravilla" Martínez también quiere transitar ese camino.

En la cima de su carrera, en 1967 y a sus 25 años, Alí fue desposeído de su corona y sancionado por haberse negado a combatir en la guerra de Vietnam. Tres años, siete meses y cuatro días después, en octubre de 1970 pudo reaparecer en la ciudad de Atlanta (Georgia), venciendo por nocaut técnico en 3 asaltos a Jerry Quarry y relanzó su carrera trunca hasta recuperar el campeonato del mundo el 30 de octubre de 1974, cuando noqueó en 8 rounds a George Foreman en Kinshasa (Zaire).


Con 28 años cumplidos, precisamente Foreman le dijo adiós al boxeo en 1977 luego de perder por puntos en 12 rounds con Jimmy Young en San Juan de Puerto Rico. Diez años después, con 38 de edad y convertido en un predicador religioso, “Big George” se subió de nuevo a los rings y luego de dos intentos frustrados ante Evander Holyfield y Tommy Morrison, en 1994, con 45 años declarados y 21 después de su primera consagración en 1973, noqueó en 10 vueltas al zurdo Michael Moorer y logró los títulos pesados de la Asociación y la Federación de los que luego fue despojado en los escritorios. Tras perder en 1997 con Shannon Briggs en Atlantic City, a los 48 años Foreman abandonó definitivamente la actividad.


Tyson por su parte, también tenía 25 años de edad cuando debió hacer un paréntesis forzoso en su carrera entre 1991 y 1995 por haber sido encarcelado acusado de violación. Con poco más de 29 años, reapareció en 1995 y menos de un año más tarde recobró el título pesado de la Asociación y el Consejo que resignó poco después en 1996, cuando Evander Holyfield lo batió por nocaut técnico en 11 vueltas en Las Vegas.


Otro campeón mundial de los pesados, Joe Frazier, quiso volver y no pudo. A los 32 años, se retiró en 1976 tras ser noqueado nuevamente por Foreman y cinco años más tarde, cuando ya portaba 37, intentó la quimera del regreso ante Floyd Cummings. Un pobre empate en 10 rounds convenció al terrible peleador de Filadelfia que no tenía sentido retornar así y se bajó para siempre del cuadrilátero.

A Sugar Ray Leonard le fue bien una vez y mal en otra. En 1984, con 28 años, anunció su retiro tras haber sufrido un desprendimiento de retina. Tras recuperarse, volvió 23 meses después en Las Vegas derrotando en 1987 por puntos a Marvin Hagler en un fallo que todavía hoy se sigue discutiendo. En 1991 y a los 35 años, se fue otra vez tras un empate en el Madison de Nueva York ante Terry Norris por el título superwelter del Consejo. Y seis años más tarde, a los 41, emprendió un nuevo regreso y le salió pésimo. El puertorriqueño Héctor “Macho” Camacho le ganó por nocaut técnico en 5 vueltas a un espectro de lo que Leonard había sido.