El Indec informó el martes que la pobreza en el segundo semestre del año pasado fue de 30,3 por ciento y aclaró que no podía compararse con el 32,2 por ciento del primer informe difundido durante la presidencia de Mauricio Macri, correspondiente al segundo trimestre de ese mismo año, ya que ahora se retomó la serie semestral. Pese a ello, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, aseguró que el gobierno está “frenando la tendencia”. La funcionaria comparó sólo datos de la gestión PRO ya que el Indec sigue sin difundir una serie con cifras de los últimos tres años como para poder contrastar con la pobreza durante el kirchnerismo, comparación que, según cifras privadas, no beneficia al Gobierno, pues trepó fuerte luego de la devaluación de diciembre de 2015.

“Es importante saber que estamos frenando la tendencia, pero claramente es un número que nos duele, un número muy alto que nos desvela y nos obliga a trabajar todos los días”, dijo Stanley en declaraciones radiales, en las que además aseveró que la cifra “es producto en gran medida de muchos años de negación y exclusión, de no trabajar en serio para revertir la situación”. Si bien los niveles de pobreza han sido históricamente altos, el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina informó que entre fines de 2015 y el tercer trimestre del año pasado la pobreza trepó de 29 a 32,9 por ciento y la indigencia de 5,3 a 6,9 por ciento. Ese incremento de 3,9 puntos porcentuales en la pobreza significó un aumento de 1,5 millones de nuevos pobres, mientras que el 1,9 punto porcentual más de indigentes representó 600 mil nuevas personas en esa situación. 

De los últimos años del kirchnerismo, no hay datos oficiales de pobreza porque durante la gestión anterior el Indec discontinuó su publicación, lo que es aprovechado por el gobierno actual. Stanley dijo ayer que fueron “muchos años de dejar de medir, dejar de pensar, años en lo que no se ha frenado la situación a tiempo” y que ahora se necesita “llegar con medidas que reviertan todas las condiciones y situaciones que hoy vulneran a nuestras familias” y “salir no solo de la pobreza estructural sino de todas las situaciones que hoy los vulneran”.

“En muchos casos la informalidad en el empleo hace que la pobreza crezca en mayor medida en estos lugares y por eso estamos trabajando en lo que es la economía popular, una parte de la economía argentina que necesitamos visibilizar”, agregó Stanley, aunque las organizaciones sociales han venido denunciando que el gobierno no cumple con la Ley de Emergencia Social votada por ambas cámaras del Congreso por amplia mayoría. 

Sobre las negociaciones con las organizaciones sociales para la implementación de la ley, Stanley destacó que “siempre es importante poder mantener canales de diálogo abierto, y poder sentarnos todos en una mesa sin pensar en partidos políticos y coyunturas sino en ver cómo salimos adelante de esta situación”, sin dar mayores precisiones. Por último, en relación a las protestas en las calles, indicó que “fueron muchos años de usar la calle como un mecanismo de extorsión en el que lamentablemente los cortes y piquetes no hacen más que profundizar la grieta y convertirse en un lugar de todos contra todos”.