Uno de los primeros motes utilizados para describir al coronavirus fue el del “enemigo invisible”. El docureality que desembarca hoy domingo en América TV utiliza el mismo adjetivo pero con un sesgo ciertamente distinto. Héroes Invisibles (su estreno será a las 19) busca darle imagen y voz, tal como se dice en su apertura, al “ejército de voluntades que día y noche se expone a la amenaza Covid-19 realizando tareas impostergables para que podamos cuidarnos y sanar todos al mismo tiempo”. Médicos, enfermeras, barrenderos, trabajadoras sociales, por mencionar algunos, son quienes ofician de guías -y son homenajeados- en esta producción de Story Lab junto a la señal de aire.

La intención de Héroes Invisibles es doble: apelar concientización con la elocuencia de la primera fuente. En esa exploración resalta el plano íntimo y cotidiano del personal “esencialísimo” junto con algunos toques informativos y un registro discursivo que no prescinde –más bien todo lo contrario- de lo emocional. La primera en aparecer es una psicóloga del operativo DetectAR a la caza de posibles contagios en la villa 1.11.14. Le seguirá una enfermera del Hospital Posadas junto con una médica que tuvo COVID y ahora es donante de plasma.

Calles captadas con drones. Cámaras adentro de zonas calientes. Un montaje preciso. Compilado de testimonios. Entrevistas sin intermediarios. Uso de música incidental y efectos sonoros al filo. Más allá de esas convenciones, el docureality se aleja de los de su clase por la urgencia de su temática. Es cierto que en un contexto tan cambiante, algunos textos en off (“en las calles vacías, en las ciudades silenciosas”) o el uso de los aplausos como efecto sonoro, pueden quedar a contramano de la actualidad. Las entrevistas fueron realizadas hace más de un mes y eso se nota.

El mayor acierto de la producción es, sin dudas, el foco amplio sobre la problemática y la selección de sus entrevistados. Por una cuestión lógica abunda el personal sanitario, pero también hay espacio y tiempo para un recolector de basura nocturno, una maestra que dicta clases por radio a sus alumnos que no tienen wifi, los shows de un payaso en zonas carenciadas y un sepulturero que cuenta la parte más dramática de esta historia. En otros casos, sin embargo, el informe gana por el carisma de quien se planta frente a la cámara. En ese sentido, Vanesa de Lima funciona como un inesperado un comic relief durante el primer episodio. La conductora es parte del operativo que traslada a contagiados o posibles infectados y, de paso, los contiene. “Suele decirse que los taxistas somos como psicólogos y hoy más que nunca lo somos”, explica esta charlera a destajo que saca risas en momentos incómodos, aunque describe la angustia de sus familiares cuando vuelve a la noche y su angustia de “no saber si vamos a volver a tener una vida normal”.

Por la cantidad de entrevistadas, al menos en el capítulo inaugural, el título podría haber cambiado de género. De hecho, ése fue el reclamo que le hizo una de las que planta bandera en Héroes Invisibles. Desde hace más de dos décadas, Claudia Vásquez Haro (presidenta de Otrans, docente e investigadora universitaria) lucha por los derechos del colectivo trans y travesti junto con un denodado interés por la cuestión migrante. A Claudia se la ve llevando bolsones de ropa y comida a “las compañeras” del barrio José Luis Cabezas. “Nosotras ya vivíamos en cuarentena”, grafica en su charla con Página/12. En el capítulo inicial, la militante cuenta su historia de vida recién llegada del Perú, junto a las vicisitudes y problemáticas que expuso la pandemia para esta minoría sexual. “Lo que sabemos que tenemos que hacer es potenciar nuestras redes, hay una experiencia previa y eso te hace tener más claridad. Yo valoro la construcción colectiva política. El Estado nos criminaliza y en estos contextos estamos más vulnerables pero a la vez podés demandar más por tus derechos. Estos son los instantes en que hay que ir por todo. La ley de cupo laboral trans sería un paso importante. Sabemos que hay que visibilizar el reclamo”, expone.

Otra de las que cuenta con habilidad para transitar escenarios apremiantes, y aparece en el programa, es Majo Mareco, coordinadora un parador para personas en situación de calle en Lugano. Desde hace cinco meses convive con más de un centenar de hombres del interior, países limítrofes y del resto de Latinoamérica. “La pandemia te ayuda a recapacitar. Noto el miedo pero también la garra y empuje”, le dice la operadora social a este diario. La mayor gratificación de participar de Héroes Invisibles fue la de poder escuchar lo que “su familia” sentía por ella. “Nunca sabés con qué ojos te miran los otros y escucharlo por primera vez fue muy hermoso”, asegura la mujer que se define como una de las “muchas que hacen aunque no nos vean, ojalá que el programa sirva para que la gente vea eso, y todos nos cuidemos un poco más”.