Como regla general, el turismo interno continúa suspendido en la provincia de Salta. Sin embargo, el secretario General de la Gobernación, Matías Posadas, abrió la posibilidad “en los lugares que consideren necesario habilitar el turismo interno”, de que los intendentes de los diferentes municipios puedan solicitarlo al Comité Operativo de Emergencia, que lo evaluaría en función de la situación epidemiológica.

No obstante, según un relevamiento realizado por Salta/12, las autoridades municipales de los principales destinos turísticos no harán uso de esa posibilidad, sobre todo, por el temor a que turistas de la ciudad de Salta, donde ya hay circulación viral comunitaria, puedan propagar el virus entre los habitantes de localidades que gozan de una mejor situación sanitaria.

El ministro de Turismo, Mario Peña, confirmó a este medio que ningún intendente pidió la habilitación del turismo interno en sus municipios, y lo atribuyó a que “el turismo interno funciona con la gente de la capital saliendo a los distintos municipios, y la situación que tiene la capital hace que las poblaciones del interior tengan algún tipo de sensación lógica de miedo al contagio”.

Confirmando esa hipótesis, el intendente de Rosario de la Frontera, Gustavo Solís, relató que “la principal cantidad de turistas vienen de dos lugares: de Tucumán y de Salta Capital” y agregó que “de Tucumán no pueden acceder a la provincia y en (la ciudad de) Salta hay circulación comunitaria, así que hemos decidido que por el momento no es aconsejable”. En la ciudad termal prácticamente no se han registrado casos con Covid-19, pero hay más de 70 personas aisladas por ser contactos estrechos de casos importados, lo que obligó al municipio a establecer una serie de restricciones.

En la localidad vallista de Cachi, una de las más turísticas de la provincia, todavía no se ha registrado ni un solo caso, y su intendente, Américo Liendro, pretende que eso no cambie. “Todavía tengo que hablar con el sector privado, pero no creo que abramos el turismo por lo menos hasta el 20 (de septiembre)”, aseguró, en relación a la fecha hasta la que se prolongan las nuevas medidas. “La gran cantidad de turistas que nos vienen a ver a nosotros son de Salta Capital y en este momento tiene circulación comunitaria”, añadió Liendro.

Mediante un comunicado, la Municipalidad de Coronel Moldes (próxima al concurrido Dique Cabra Corral) anunció que “el Turismo Interno, la Actividad Náutica y Pesca (en Costa, Puente y Catamarán)” permanecen suspendidas. En esa localidad, ya hay casi una veintena de contagios confirmados, lo que obligó a su intendente, Omar Carrasco, y a parte de su gabinete a aislarse, además de establecer una serie de restricciones a la circulación interna y al egreso e ingreso de ciudadanos.

La suspensión del turismo interno afecta sobre todo a las economías de los poblados más cercanos a la ciudad de Salta, que suelen alimentarse, sobre todo los fines de semana, de los salteños que dejan la ciudad capital para ir a almorzar o a pasar el día a destinos cercanos. Sin embargo, los intendentes de los muncipios que rodean a la ciudad de Salta también decidieron continuar con la suspensión del turismo interno.

La directora de Turismo de Campo Quijano, Laura Soto, anticipó que no solicitarán su habilitación. En el “Portal de los Andes” tienen más de 30 casos confirmados “y la gente está medio reacia a la apertura”, contó la funcionaria municipal, y narró que fueron los propios feriantes quienes tomaron la determinación de cerrar la feria, que es uno de los atractivos principales del lugar.

En La Caldera, su intendente Diego Sumbay anticipó que recién mañana definirán si solicitan la apertura del turismo interno, pero adelantó que lo más probable es que mantengan las restricciones. “Tenemos 4 casos positivos, uno de ellos dado de alta, y no queremos correr riesgos”, dijo el jefe comunal. Desde Vaqueros, otra de las localidades próximas a la capital salteña, anticiparon idéntica decisión.

Acompañamiento privado

En general, los intendentes consultados coincidieron en señalar que no han recibido solicitudes ni presiones por parte de los emprededores turísticos para que abran el destino.

Según Sumbay, los privados “son conscientes de que hay riesgos al tener nuevos casos, y al haber un crecimiento en los contagios”, aunque muchos de ellos debieron dejar pendientes algunas reservas.

Liendro, por su parte, dijo que “hasta ahora no tuve ninguna propuesta, ni nadie me lo vino a pedir” que se habilite la actividad turística en el municipio vallisto.

Solís, por su parte, reconoció que los empresarios del sector “no comparten esta posición”, pero la fundamentó en que “nosotros estamos actuando de acuerdo a lo que nos solicitan los referentes de salud, que tienen que ir de la mano de la capacidad de respuesta del sistema sanitario”. “Nosotros tenemos un solo hospital acá, así que no podemos permitirnos con tantos casos sospechosos, tener un brote que no podamos manejar”, concluyó el intendente de la ciudad termal.

Balance dispar

Las autoridades municipales realizaron una evaluación heterogénea del período en que permanecieron abiertas al turismo interno.

Para Solís, por ejemplo, el único emprendimiento que tuvo buenos niveles de ocupación fue el Hotel de Termas, perteneciente a la Provincia, mientras que los restantes emprendimientos no llegaron a cubrir ni el 15% de sus plazas.

El intendente de Cachi, en cambio, reconoció que no tuvieron los niveles de ocupación de la prepandemia “pero se movió sobre todo los fines semana largo”. “El primero (día en el que abrieron) nos hizo asustar porque llegaron más de 300 vehículos”, recordó.

En La Caldera y en Campo Quijano coincidieron en que hubo movimiento los fines de semana, sobre todo en materia gastronómica en la localidad que gobierna Sumbay, y mucha concurrencia a la feria del municipio que conduce Carlos Folloni.