El Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires presentó el informe del primer mes de funcionamiento de la línea telefónica “Hablemos” (221-602-4003), dirigida a varones que ejercieron violencia. Entre el 3 y el 31 de agosto, se registraron 44 llamados, de los cuales un 30 por ciento fueron de varones que llamaron por interés personal. “Necesitábamos crear herramientas para erradicar la repetición de las violencias”, señaló Ariel Sánchez, a cargo de la Dirección de Promoción de Masculinidades para la Igualdad de Género, y explicó que “no alcanza con las estrategias punitivas, sino que hacen falta también medidas reparatorias”

“Hablemos” forma parte del programa “Comunidades sin violencias”, que presentó en julio el mismo Ministerio y que apunta a fortalecer los recursos y dispositivos de cada municipio para la prevención, el abordaje y la salida de las situaciones de violencia por razones de género. Además de generar herramientas para la atención y contención de las víctimas, el programa contempló, dentro del mapa de acciones previstas, el abordaje de los agresores, con el objetivo de que no sea la persona que sufre violencia la que deba excluirse de la sociedad. “Es importante apuntar al agresor porque la negación y la minimización de las violencias por parte de los varones hacen que las situaciones vuelvan a ocurrir”, advirtió Sánchez y explicó que “es usual que un mismo varón tenga denuncias de parte de diferentes víctimas”.

Según el informe “Análisis sobre los intentos de femicidios identificados en la Línea 144 PBA”, durante los primeros cinco meses del año se atendieron 9.085 consultas por situaciones de violencia por razones de género en la Provincia de Buenos Aires, y 161 intentos de femicidio. “Cuando un varón dice que no ejerce violencia lo que suele decir es que no le pegó a nadie, pero no tiene en cuenta otros tipos de prácticas violentas, que luego pueden derivar en violencia física”, señaló el titular de la Dirección de Promoción de Masculinidades del Ministerio bonaerense.

Durante el primer mes de funcionamiento de la línea telefónica “Hablemos”, el 55 por ciento de los llamados fueron derivaciones institucionales, de las cuales en el 75 por ciento de los casos existía una denuncia previa. El 30 por ciento las realizaron varones que llamaron por interés personal, y el 15 por ciento restante fueron consultas de terceros, personas que detectan que hay una persona conocida que ejerce violencia y quieren saber cómo accionar. “Si bien no esperábamos este tipo de consultas, me parece central que sucedan, porque en parte las violencias se sostienen y reproducen cuando hay aceptación de los demás”, señaló Sánchez y añadió que “si alguien ve que un compañero de trabajo o del grupo de amigos está siendo violento, física o psicológicamente, puede llamar y pedir ayuda”.

Según este primer relevamiento del Ministerio, de los varones que llamaron por interés personal, un 50 por ciento fue por estar frente a una situación de emergencia, lo que “no quiere decir que esté ocurriendo en ese mismo momento, pero sí una situación que se da en el presente, donde en general todavía no hay intervención judicial”, aclaró el funcionario bonaerense. Los demás llamados estuvieron relacionados con la búsqueda de información, con la necesidad de expresarse, o bien explicaron que llamaban por recomendación de una pareja o ex pareja.

El partido de Moreno, donde vivía la adolescente Ludmila Pretti, y que, según el Observatorio Mumalá, es el partido con más femicidios de la Provincia de Buenos Aires --6 en lo que va del 2020-- , fue uno de los cuales  se produjo la mayor cantidad de llamados. La Plata, en primer lugar, y Mar del Plata, en segundo, fueron las otras dos localidades con más llamados.

La línea telefónica, que funciona de lunes a viernes, de nueve de la mañana a cinco de la tarde, en el marco del Servicio de Atención a la Comunidad del Colegio de Psicólogas y Psicólogos, es la primera iniciativa de este tipo en la Provincia de Buenos Aires. Una experiencia similar es la del programa Desaprender, que funcionaba de forma presencial en el Hospital Sor María de Ludovica, en la ciudad de La Plata, y desde el comienzo del aislamiento por la pandemia de coronavirus se trasladó a la modalidad virtual por videollamada. Este proyecto, que trabaja con varones que ejercen violencia, fue una idea del equipo de servicio social del hospital, y la mayoría de los hombres que concurren son derivados por la Justicia. 

“Hay 40 municipios donde ya existen grupos de trabajo. Con el programa lo que hicimos fue transformarlo en una política provincial para que los 135 municipios cuenten con la herramienta”, explicó Sánchez y relató que “hay hábitos que los cambios sociales pusieron en jaque y vemos que hay cierta desorientación, por eso es necesario generar herramientas, no sólo para abordar las violencias sino también para potenciar otros modos de masculinidad”.

Informe: Lorena Bermejo