El Papa Francisco pidió ante la Asamblea General de la ONU renovar la arquitectura financiera internacional. A su vez afirmó que la crisis actual daba la oportunidad para reconsiderar el papel de las instituciones económicas. “Deben responder al rápido aumento de la desigualdad entre los súper ricos y los permanentemente pobres", sostuvo Francisco. Al referirse a la pandemia de coronavirus, Bergoglio, sostuvo que puede servir para impulsar una transformación social. “Podemos repensar nuestra forma de vida y nuestros sistemas económicos y sociales que están ampliando las distancias entre pobres y ricos”, sostuvo el Sumo Pontífice.

El Papa animó a la comunidad global a terminar con las injusticias económicas durante su mensaje grabado que se transmitió en la sede de la ONU en Nueva York. "Un modelo económico que promueva la subsidiariedad, respalde el desarrollo económico a nivel local e invierta en educación e infraestructura que beneficie a las comunidades locales, proporcionará las bases para el mismo éxito económico y a la vez, para la renovación de la comunidad y la nación en general", indicó Francisco. Durante la pandemia, el Pontífice ya se ha pronunciado varias veces a favor de condonar o reducir las deudas de los más países más pobres del mundo.

Bergoglio pidió garantizar un trabajo digno y para eso solicitó cambiar el paradigma económico dominante que sólo busca ampliar las ganancias de las empresas. "Nos enfrentamos a la elección entre uno de los dos caminos posibles: uno conduce al fortalecimiento del multilateralismo, expresión de una renovada corresponsabilidad mundial, de una solidaridad fundamentada en la justicia y en el cumplimiento de la paz y de la unidad de la familia humana, proyecto de Dios sobre el mundo". Para el Papa el otro camino posible potencia el individualismo y el aislamiento. “Da preferencia a las actitudes de autosuficiencia, nacionalismo, proteccionismo, dejando afuera los más pobres, los más vulnerables, los habitantes de las periferias existenciales”, sostuvo el Papa.

En su mensaje, Francisco también reclamó que se reduzcan las sanciones internacionales que dificultan a los estados dar el apoyo adecuado a sus poblaciones. A su vez argumentó que el avance del coronavirus mostró la necesidad de reforzar la salud pública y el derecho de toda persona a la atención médica básica. "Y si hay que privilegiar a alguien que ése sea el más pobre, el más vulnerable, aquel que normalmente queda discriminado por no tener poder ni recursos económicos", indicó el Sumo Pontífice.