Agentes de la Policía de la Ciudad y la Agencia Gubernamental de Control (AGC) clausuraron, en la madruga de este domingo, un bar en Palermo por realizar una fiesta clandestina en su interior y no respetar las medidas de protocolo establecidas por el Gobierno de la Ciudad para la reapertura. El encargado fue detenido y deberá prestar declaración en las próximas horas.

Efectivos de la Comisaría 14B llegaron hasta el local ubicado sobre la calle Fitz Roy al 1600 alertados por los vecinos, quienes llamaron -varias veces- por los ruidos molestos del bar. Una vez allí, los policías constataron que tanto los responsables del lugar como los presentes no solo estaban violando el horario establecido -debían cerrar a las 12 de la noche, pero ya era bien entrada la madrugada y todavía seguían allí- sino que, además, superaban la capacidad permitida.

En el interior del bar habían más de 100 personas escondidas en distintos ambientes no habilitados como el patio, una terraza, los baños y una habitación del primer piso. "Al principio, los presentes se ofuscaron por la presencia policial e intentaron salir de forma brusca, sin embargo la situación fue controlada rápidamente", informó el Ministerio Público Fiscal.

Ante este panorama, se detuvo al encargado del bar por la infracción a los artículos relacionados a violación del aislamiento y desobediencia a la autoridad, y será interrogado por el fiscal Maximiliano Vence en las próximas horas. 

Además, se identificó y notificó a los presentes por infracción al artículo 205, que establece que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.

Sin embargo, según el testimonio de los vecinos y el registro de las cámaras de la zona, algunos de los presentes se habrían escapado por el techo para evitar que los imputaran por violar las medidas sanitarias.