El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, promulgó una ley para aumentar las penas a quienes cometan delitos de maltrato animal. Lo hizo de una singular manera: al firmar el documento alzó a un perro que puso su huella sobre el papel. 

La nueva ley agrava las penas a uno a cinco años de prisión para quienes realicen algún tipo de abuso contra gatos o perros, además de agregarle una multa y la prohibición de que la persona pueda volver a tener una mascota.

Según informó la prensa brasileña, la esposa del mandatario, Michelle Bolsonaro, fue una de las principales impulsoras de la normativa. En un principio, el presidente de Brasil había manifestado dudas respecto a la reglamentación: "Si la promulgo, me criticarán que la pena es muy alta. Si la veto, los animalistas me van a pegar también", había dicho en una transmisión en YouTube.

Al momento de firmar la promulgación de la ley, Bolsonaro cargó a un perro y, con mucha dificultad, lo subió al escritorio donde se encontraba el documento. Rodeado de otros perros que estaban en brazos de su equipo de asesores y secretarios, el presidente de Brasil primero firmó el papel y, luego, apoyó la pata del animal sobre el escrito.

Kelly Barroso, presidenta de la organización no gubernamental Miau Aumigos, participó en la ceremonia y explicó que los actos de violencia contra esas mascotas "son una realidad" que debe ser castigada por la sociedad. Y citó cálculos basados en el último censo, según los cuales "hay 29 millones de domicilios con perros y más de 18 millones con gatos" en todo Brasil.

"La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser medidos por el trato que reciben sus animales", concluyó Barroso, citando una frase atribuida al líder indio Mahatma Gandhi.