Luego del desfase generado en torno al apoyo del estado argentino al informe elaborado por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas sobre Venezuela, y la posterior declinación de Alicia Castro a su puesto en la Embajada argentina en Rusia, el canciller Felipe Solá sentó posición sobre la postura del Ejecutivo nacional. “Para que nadie se confunda, el Gobierno mantuvo siempre la misma posición sobre Venezuela”, escribió el funcionario a través de sus redes sociales.

“Queremos ayudar a que los venezolanos tengan un funcionamiento pleno de sus instituciones sin interferencias externas, sanciones ni castigos unilaterales”, agregó. 

El canciller respondió a los cuestionamientos por el voto del Gobierno argentino a favor del informe Bachelet, en el marco de la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se desarrolló en Ginebra, con una explicación detallada de las distintas acciones que se llevaron a cabo, incluso antes de que Alberto Fernández asumiera la presidencia, para dar cuenta de que la postura oficial ha sido siempre la misma.

“Antes de asumir el Gobierno, en julio de 2019, el entonces candidato Alberto Fernández recomendó prestarle atención a un informe de la Alta Comisionada de la ONU para los DDHH Michelle Bachelet que instó a Venezuela a adoptar medidas específicas en materia de DDHH”, escribió.

“En todos los foros, con presencia física o virtual, donde se tratara el tema de Venezuela, nuestro país mantuvo siempre su oposición a las sanciones y a la injerencia externa en la vida política”, continuó el hilo de Twitter.

“Nuestros votos en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra continúan con la misma política. Siguen reconociendo la importancia primordial del Informe Bachelet”, agregó.

Al mismo tiempo, Solá también aclaró que desde Argentina se bregó por la instalación de una misión permanente de la Alta Comisionado en Caracas, para colaborar a mejorar la situación en ese país. “La delegación argentina tomó en consideración el Informe Bachelet, que apunta a lograr una mejor cooperación del gobierno venezolano. Para eso pidió la presencia de una oficina permanente en Venezuela de la Alta Comisionada con los medios técnicos y financieros necesarios”.

Y ratificó el rechazo a los bloqueos y sanciones económicas impuestas al país que gobierna Nicolás Maduro. “La Argentina denuncia los bloqueos físicos y financieros contra Venezuela y las sanciones contra sus funcionarios, especialmente en tiempos de pandemia”. “Nuestro Gobierno defiende y defenderá la no injerencia externa y los derechos humanos en cualquier circunstancia”, concluyó.

El texto completo

Para que nadie se confunda, el Gobierno mantuvo siempre la misma posición sobre Venezuela. Queremos ayudar a que los venezolanos tengan un funcionamiento pleno de sus instituciones sin interferencias externas, sanciones ni castigos unilaterales. 

El 10/12 el Presidente Alberto Fernández retomó las relaciones con Venezuela, no reconociendo a Juan Guaidó ni a su pretendida representación; canceló la prohibición de entrar al país de 411 venezolanos, identificados unilateralmente sin sustento alguno por el gobierno de Macri.

Antes de asumir el Gobierno, en julio de 2019, el entonces candidato Alberto Fernández recomendó prestarle atención a un informe de la Alta Comisionada de la ONU para los DDHH Michelle Bachelet que instó a Venezuela a adoptar medidas específicas en materia de DDHH.

En enero, en Venezuela, se votaron autoridades en dos asambleas legislativas al mismo tiempo. La Argentina exhortó a que los métodos de elección se ajustaran a Derecho y cuestionó ambos procedimientos, que enrarecieron aún más el clima político.

En todos los foros, con presencia física o virtual, donde se tratara el tema de Venezuela, nuestro país mantuvo siempre su oposición a las sanciones y a la injerencia externa en la vida política.

La Argentina reafirmó su posición en la primera reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) presidida por México. Un mes después, en sus encuentros con los líderes europeos, en febrero, el Presidente reiteró su condena a los bloqueos contra Venezuela.

Con la pandemia recrudeció la intensidad de las sanciones unilaterales, en contra de cualquier sentido humanitario. El Gobierno se negó siempre a firmar las declaraciones propuestas por el Grupo de Lima que avalaban esas sanciones.

En Ginebra, en julio, el representante argentino compartió con otros Estados su preocupación por la situación de los DDHH y denunció el agravamiento de la crisis económica y social, debido a las sanciones y a la pandemia, haciéndose eco del mensaje de la Alta Comisionada.

El 10/08 la Argentina se sumó al Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela. Lo integran la Unión Europea como entidad y 12 países de Europa y América Latina. Lo hizo con el objetivo común de encontrar acompañamiento y fuerza política para una salida consensuada a la crisis.

El 17/09 la Argentina participó de su primera reunión en el Grupo de Contacto. Mantuvo su postura de no intervención en asuntos internos de otros Estados y de defender la democracia, los derechos humanos y la justicia.

Nuestros votos en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra continúan con la misma política. Siguen reconociendo la importancia primordial del Informe Bachelet.

La delegación argentina tomó en consideración el Informe Bachelet, que apunta a lograr una mejor cooperación del gobierno venezolano. Para eso pidió la presencia de una oficina permanente en Venezuela de la Alta Comisionada con los medios técnicos y financieros necesarios.

La primera resolución presentada elude expresamente en su primer párrafo operativo el informe Bachelet de 2019 que preocupara en plena campaña electoral al entonces candidato Fernández.

El segundo proyecto de Ginebra (“Situación de los derechos humanos en la República Bolivariana de Venezuela”) sí acoge con beneplácito todos los informes de la Alta Comisionada, sin excluir ninguno, y contempla mecanismos de protección para mejorar la situación en dicho país.

La Argentina reclamó en Ginebra que hubiera una sola declaración. Desafortunadamente eso no ocurrió. Entonces, la delegación se abstuvo en un proyecto y votó, junto al Grupo de Contacto, en favor del documento que estimó más adecuado.

Por último, la Argentina denuncia los bloqueos físicos y financieros contra Venezuela y las sanciones contra sus funcionarios, especialmente en tiempos de pandemia. Nuestro Gobierno defiende y defenderá la no injerencia externa y los derechos humanos en cualquier circunstancia.