La Mesa de Enlace expuso sus contradicciones sobre una agenda de temas amplia en una conferencia de prensa en la que analizaron las medidas del Gobierno. El punto que más dividió aguas fue la convocatoria que el ministro de Economía, Martín Guzmán, le hizo al Consejo Agroindustrial para dialogar sobre el agregado de valor. De ese evento, a realizarse el próximo 14 de octubre, serán parte todas las entidades de la Mesa, con excepción de la Sociedad Rural (SRA).

“Nuestra definición es que estamos afuera”, aseguró el titular de la entidad, Daniel Pelegrina. Y aclaró que “hoy priorizamos a la Mesa de Enlace, ahí está la representación de los productores”. En la otra esquina, se pararon Confederaciones Rural (CRA), Federación Agraria (FAA) y Coninagro, que aún con fuertes diferencias con algunas decisiones oficiales, se sumaron al Consejo y estarán en Olivos el día de la reunión.

“El gobierno se siente muy incómodo en hablar con la Mesa de Enlace, por eso el Consejo es una forma de obligarlos a que nos escuchen. Si uno se aleja y se queda solo, no lo escuchan”, se desmarcó Jorge Chemes, titular de CRA. En la misma línea, Carlos Iannizzotto, de Coninagro, consideró que “ese lugar es un ámbito de expresión de ideas, y hay que aflojar con los rencores, porque acá no hay ningún blanco inmaculado”. Y fue un paso más allá cuando aseguró que “tenemos que hacer autocrítica, nuestro sector tiene que hacer más propuestas. Carlos Achetoni, de FAA, agregó que “tenemos que ser el comensal, no la comida”.

El Consejo Agroindustrial está encabezado por las Bolsas de Cereales, los exportadores de CIARA-CEC y cámaras regionales. Y trabajan con el Gobierno en la industrialización de la ruralidad, un factor que Sociedad Rural resiste en soledad. Naturalmente, hay cargas ideológicas en los planteos, y casi todos aseguran que hay una parte del Frente de Todos que “es enemigo del campo”. En esa lógica, hay matices entre los que, aún así, creen que hay que sentarse a negociar y aquellos que se niegan.

Contradicciones

Más allá del crack en la representación que produjo el diálogo entre el Consejo y el Gobierno, la Mesa atraviesa un momento de escasa cohesión en los planteos. Sorprendió, por caso, un pedido de Chemes de “gravar la renta, el que gana más que pague más”. El jefe de CRA mostró, en la misma frase, su desacuerdo por el aporte de grandes fortunas, que es por única vez y tiene una baja afectación al agro. Sólo el 2,4 por ciento de los alcanzados por el tributo tienen campos declarados.

Este último número tampoco justifica la campaña creada para que productores cierren cuentas en el Banco Credicoop, como repudio al diputado Carlos Heller, directivo de la entidad y uno de los diputados que impulsó esa contribución. Sobre el tema, Iannizzotto destacó “la función social que siempre ha tenido el Credicoop con los productores" y pidió "distinguir entre una entidad que lleva años y con la que hemos logrado diferentes beneficios desde todo punto de vista y, por otro lado, a la iniciativa de Heller". 

El resto se jugó poco. Achetoni dijo que "no vamos en contra de la entidad, sino que diferenciamos una actitud que creemos que va a en contra de lo productivo con el impulso que le está dando Heller, pero creemos que no debe pagar el pato una entidad que circunstancialmente lo tiene como uno de sus funcionarios". Pelegrina dijo que "son maneras de reclamos dentro de la libertad que cada uno tiene de tomar un servicio, en este caso, del sistema financiero". Y Chemes concluyó que "lo ideal sería que no mezclar las cosas, pero hay que entender la bronca que tiene la gente".