Realizador audiovisual, docente e investigador, Fernando Irigaray lidera la productora DCM, de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), desde donde impulsa diversos proyectos multisoporte. El último, “Reflexiones al atardecer: el escenario global post-pandemia” (www.reflexionesalatardecer.tv), una iniciativa que convoca a intelectuales y grandes líderes del mundo a pensar atenta y detenidamente sobre los escenarios futuros, a través de un híbrido entre televisión y redes sociales.

La propuesta, que comenzó el 12 de mayo con la participación de Ernesto Samper Pizano, ex presidente de Colombia, volvió el jueves 8 de octubre con una nueva temporada. Se trata de “un emergente de este momento” por el que pasaron el ex presidente de Brasil y fundador del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva; el político chileno Marco Enríquez-Ominami; la defensora de los derechos indígenas en la Amazonia ecuatoriana Patricia Gualinga; la líder del Movimiento Sin Techo del Centro (MSTC) de Brasil Carmen Silva; la activista trans y autora del libro “Travesti / Una teoría lo suficientemente buena”, Marlene Wayar, y el referente del Frente Patria Grande, fundador del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois.

Para Irigaray –director de la Maestría y Especialización en Comunicación Digital Interactiva, y de la Dirección de Comunicación Multimedial de la UNR, y titular de la Cátedra Latinoamericana de Narrativas Transmedia (ICLA)–, la expansión del coronavirus no sólo implica “cambios económicos, sociales, políticos y culturales profundos”, sino también modificaciones “a nivel de relatos”. En otras palabras: “cómo se generan, se construyen y se cuentan historias”.

–¿De qué modo?

–En lo que se llaman las narrativas complejas, esta idea de ecosistema de medios, de combinación con estas acciones y formas de consumir distintos medios, había toda una línea de desarrollo. Desde hace tiempo se viene trabajando, fundamentalmente en América Latina, en narrativas con el uso del espacio y el territorio. Esto también lo empezó a utilizar la política. En pleno desarrollo, cuando todos creíamos que íbamos para ahí, la pandemia produjo un corrimiento de esta expansión narrativa sobre el territorio y el espacio físico a una profundización y expansión de la privacidad, del espacio privado hacia afuera. Lo que se empieza a percibir es una ruptura total de cómo veníamos contando y narrando. Eso no significa que van a desaparecer, sino que se van a ir rearticulando. Estamos en un momento de hibridación de contenidos. Si uno lo sabe aprovechar, también generará oportunidades. Ya sabemos que en cualquier crisis puede surgir una idea innovadora. Vamos a salir de esta situación con una sociedad móvil, pero esto va a afectar a las formas de recepción y de producción. Empieza a haber una manera nueva de construcción y a salir otros formatos a partir de desarrollos técnicos.

–Ante este panorama, ¿qué rol cumplen las universidades públicas?

–En el sistema universitario hay algunas casas de estudio que han pensado siempre en nuevos formatos, plataformas, soportes y formas narrativas, y otras más tradicionales. Están los canales universitarios también, a partir de la plataforma Mundo U de la Red Nacional Audiovisual Universitaria (RENAU), que pertenece al Consejo Interuniversitario Nacional. Obviamente, esto va a potenciar más lo asociativo. La necesidad va a llevar a eso: a los pocos recursos que hay, vamos a tener que potenciarlos la mayor cantidad posible. Ser asociativos con contenidos y recursos y empezar a pensar lo que se llama el low cost. Es una oportunidad para muchos contenidos y para poner en ejecución mucha capacidad productiva.

–¿Vienen trabajando de manera asociativa con otras instituciones?

–Más allá de las producciones propias, se trata de generar productos más colaborativos. Por ejemplo, “Reflexiones al atardecer” lo producimos nosotros y los fondos son de la Universidad. Justamente, son pocos fondos y mucha inteligencia, horas de trabajo y relaciones, pero a nivel de recursos son de recursos bajos. Entonces, ¿qué es lo colaborativo? Sumar a los partners para que lo pasen. Primero, salimos nosotros por la web. Luego, el canal Acequia TV de Mendoza y la RENAU para todos los canales universitarios. Esa es la idea de colaboración. Si cada uno va a querer hacer lo suyo, como no va a haber plata, van a ser cosas de baja calidad y de mucho esfuerzo. Además, se van a perder si hacemos todos lo mismo.

–¿Cuál es la propuesta de este nuevo formato?

–Un dispositivo con otro tipo de condimento: una idea más de televisión, multicámara, y, a su vez, los formatos conexos. Ahora un montón de gente comenzó a hacer cosas similares. El desarrollo transmedia incluye podcasts, microsodios para Instagram y movisodios para dispositivo móvil. Al final, la idea es hacer un libro, algo más visual, con cruces y desarrollos. Entonces, en una acción hacemos un universo narrativo donde se interrelacionan y juegan distintos saberes, personas, conocimientos, equipos y productos con distinto público.

–¿Cuáles serán los ejes de esta nueva temporada?

–Van a ser ocho programas. Comenzamos el jueves pasado con Pablo Aimar y tendremos a Sara Alvarado y Noemí Frenkel, entre otros invitados. Salimos un poco de los líderes más políticos. En esta temporada vamos a abordar cuestiones de niñez, deporte, trabajo, arte y género. También intentaremos ir sobre la filosofía y la educación.

–¿Trabajan en otros proyectos?

–Estamos desarrollando “Alerta spoiler”, un nuevo proyecto transmedia sobre educación, comunicación y tecnología que cruzar productores e investigadores de Iberoamérica. La idea es emitir en español y portugués en el circuito de canales universitarios y públicos de Argentina y América Latina.