El hermano de María Florencia Gómez Pouillastrou, Lisandro, subrayó ayer que la familia de la joven asesinada el lunes alrededor de las 14, en un camino rural cercano a San Jorge, solo desea "justicia" y lo hace "confiando en la gente que está trabajando desde la parte legal, policial y técnica". Sobre las movilizaciones que se realizaron en distintas localidades de la zona el martes a la tarde --y que ayer se replicó en Rosario, a las 18, en la plaza San Martín-- agradeció el acompañamiento. "Estamos fortaleciéndonos y teniendo mucha fe en la gente que nos está apoyando de distintos sectores, colores, banderas, del país y de afuera del país, que nos está dando la energía que necesitamos como familia. La lucha nuestra es desde el corazón", dijo Lisandro, el día después de haber despedido el cuerpo de la joven de 34 años, madre de dos nenas de 3 y 5. "No sospechamos, no tenemos pistas", confirmó Lisandro, quien ayer a la tarde no había sido informado del resultado de la autopsia. En tanto, el fiscal Carlos Zoppegni destacó "la violencia y la saña" con la que fue asesinada Florencia. La familia estaba a la espera de encontrarse con una abogada para que los represente en la querella. El femicidio de la militante de la Federación Juvenil Comunista, coordinadora del área de géneros de esa agrupación en toda la provincia, fue el número 27 en la provincia en lo que va del año. 

En la gris tarde de ayer, con un cielo cubierto, hubo una manifestación convocada por el colectivo feminista Saravá de Carlos Pellegrini, el pueblo --ubicado a 20 kilómetros de San Jorge-- donde nació y vivió hasta hace pocos años Flor, o la Pitu, como también le decían. "Es para pedir justicia pero también para que entendamos que todxs tenemos la responsabilidad de cambiar este sistema patriarcal, de empezar a visibilizar las violencias como tales, de no callarse, de no hacer como que no pasa, de criar hijxs en igualdad, de pedir ESI en las escuelas para que nuestros hijxs aprendan de consentimiento y de reciprocidad. Será necesario construir otras relaciones para que de una vez por todas las pibas sean libres", expresaron desde Saravá. Entre las manifestantes estuvieron las primas de Florencia, que tomaron la palabra para pedir justicia. 

El miércoles por la mañana el fiscal recibió el resultado de la autopsia y que el funcionario judicial volvió al lugar donde la joven fue violada y asesinada. "Los resultados darían cuenta de que 'Flor' fue sorprendida por una sola persona, quien la golpeo primeramente en el rostro dejándola inconsciente. Esto obligó posteriormente a arrastrarla hasta el cañaveral donde la sometió sexualmente", expresaron en el sitio web San Jorge Virtual, donde también aseguran que "se descarta" que la víctima haya sido asesinada en otro lugar y luego trasladada hasta el lugar donde fue encontrada. También se estableció que la muerte fue provocada por un golpe con una piedra.

En declaraciones a LT9 de Santa Fe, Zoppegni relató que "por las características del lugar, alguien pudo esconderse tras un denso matorral sin que la víctima pudiera advertir su presencia de antemano. A unos 70 metros de donde fue hallado el cuerpo por unos niños que estaban jugando en el lugar y dieron aviso a otras personas, que luego llamaron a la policía, fue hallado el teléfono celular de Gómez; y a unos 25 metros de ahí, ya dentro del campo, encontraron una piedra ensangrentada, con la que habrían golpeado a la mujer en la cabeza". Según relató el fiscal en el programa Trascendental, el celular estaba muy bien escondido, de modo que debieron hacerlo sonar para ubicarlo. 

Sobre la posible relación de la militancia de Flor con el crimen, el fiscal declaró que "naturalmente que forma parte de las pistas y las investigaciones que estamos realizando. Uno eso lo puede concatenar quizás con la violencia y la saña con la cual fue hecha la muerte, donde uno advierte que los golpes que ha tenido son producto de una persona con mucho odio, y por eso es una hipótesis que de ninguna manera descartamos, junto con otras". El fiscal espera los resultados del peritaje de teléfonos celulares y una computadora de Florencia, así como también de otras personas que tenían frecuente contacto con ella.

Lisandro Gómez fue tajante. "La militancia de mi hermana era a través de su humanidad, de su luz, de su generosidad, entonces jamás podríamos decir que fue un acto en contra de eso, todo lo contrario", afirmó, para subrayar que su familia no tiene odio. "Nos han criado con amor, con respeto y lo que tratamos de agarrarnos es de eso, e iluminados por ella, que si hay algo que hacía era dar amor".