La prioridad de la Argentina debería ser desplegar una agenda económica creíble que permita equilibrar el apoyo a la economía y a las personas en estos tiempos difíciles y además asegurando que se tiene en cuenta a la estabilidad macroeconómica. La tarea más importante para el país es mostrar una hoja de ruta que marque hacia qué dirección se viaja y cómo se llegará al destino”, dijo este miércoles la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en conferencia de prensa al ser consultada por la Argentina. Además, volvió a insistir en la necesidad de mayor coordinación global para la reestructuración de las deudas soberanas y pidió a los gobiernos no retirar los estímulos fiscales antes de tiempo.

En la apertura formal de la Asamblea Conjunta del FMI y del Banco Mundial, Georgieva consideró que la Argentina está atravesando "una profunda recesión, las condiciones sociales están empeorando, los desequilibrios económicos están creciendo y también el divorcio entre tipo de cambio oficial y el paralelo se está expandiendo". Sin embargo, reafirmó que el organismo multilateral quiere "apoyar a la Argentina" y ser "aliado". La relación del país con el Fondo se dirime en la negociación de un nuevo acuerdo de crédito que permita afrontar el repago del megapaquete de deuda de 44 mil millones de dólares del acuerdo que firmó el ex presidente Mauricio Macri.

Luego de la visita de la semana pasada al país de los técnicos del Fondo, durante la cual mantuvieron reuniones con funcionarios del equipo económico, dirigentes empresariales y sindicales, Georgieva evaluó que la Argentina "enfrenta desafíos muy dramáticos sin soluciones fáciles" y consideró que "la prioridad más importante es poner en marcha una agenda económica creíble". La intención del gobierno es conseguir el paquete financiero sin tener que apelar a las clásicas recetas de ajuste y desregulación del Fondo. En ese sentido, el argumento del ministro de Economía, Martin Guzmán, es que en un contexto de crisis se necesita más y no menos inversión pública y protección de los derechos económicos y sociales.

El Fondo y las reestructuraciones de deuda

Para la economista búlgara, una parte central de la actual agenda de desafíos globales consiste en “mejorar la arquitectura internacional para la resolución sencilla, a un costo relativamente bajo, en situaciones donde la deuda no es sostenible". “Hasta ahora, el sector privado no quiso participar y el sector público no se lo pidió, pensando que perjudicaría el acceso a los mercados", se lamentó, en relación al poco progreso de las reestructuraciones de deuda en el mundo.

Georgieva precisó que "de 44 que se suscribieron para resolver la crisis de deuda, sólo tres tuvieron interacción con el sector privado y aún están sin resolver", en relación a los países más pobres que se anotaron para pedir alivio de sus deudas en el marco de la pandemia. En este punto, hizo mención a la Argentina junto a Ecuador como ejemplos recientes de economías con crisis de deuda que atravesaron una reestructuración de bonos en manos del sector privado. Según Georgieva, estos casos brindan esperanzas para que, a futuro, aumente la participación del sector privado en las negociaciones de reestructuración.

La directora gerente el FMI insistió con el tema de la deuda pública y recordó que el organismo "presentó al G20 la perspectiva acerca de la arquitectura internacional de la deuda, con un compromiso de lidiar con la deuda equitativa, en conjunto con todos los acreedores y con mayor transparencia, con un fondo claro para reestructuración de la deuda de países en crisis”.

Crisis e incertidumbre

En los últimos meses, reconoció Georgieva, “la fotografía de la economía global se ha vuelto algo menos mala, pero seguimos proyectando la peor recesión desde la Gran Depresión”. “Más que nunca, debemos trabajar de forma conjunta: una crisis como ninguna otra requiere una recuperación como ninguna otra. Cuanto más oscura es la noche, más brillan las estrellas”, graficó.

Sobre la economía global, Georgieva instó a los países "a adoptar las medidas correctas ahora" y en particular solicitó que "no recorten los salvavidas financieros". "Teniendo presente el alto nivel de incertidumbre, lo que más me preocupa es que se retire apoyo a los trabajadores y empresas de manera prematura, ya que desataría una ola de quiebras y un aumento masivo en el desempleo. Me preocupan las cicatrices, las secuelas de esta crisis, como la desigualdad estructural y el desempleo", concluyó Georgieva. A la hora de financiar la expansión fiscal, el FMI sugiere la suba de impuestos progresivos en el caso de los países con escasas vías de financiamiento.