La Copa de la Liga Profesional que arrancará este viernes 30 repondrá una vieja costumbre del fútbol argentino que había entrado en desuso y que en la Premier League inglesa mantiene plena vigencia: la de jugar a fines de un año y principios de otro. El parate de más de 7 meses que ocasionó la pandemia y la necesidad de volver a poner en marcha la maquinaria del negocio apretó los calendarios y habilitó fechas que, al menos en los últimos 20 años, estaban reservadas al descanso de los planteles y los brindis familiares con champán y pan dulce de los buenos.

El antecedente más cercano de lo que habrá de suceder, se dio en los campeonatos Nacionales de 1977 y 1978. En 1977, por ejemplo, el torneo Metropolitano se extendió a lo largo de 44 fechas de ida y vuelta y fue el más largo de la historia del profesionalismo. Terminó el 13 de noviembre y una semana después, arrancó el Nacional, al que hubo que apurar para que se juegue en tres meses, de noviembre a enero. Así se hizo: las cuatro últimas fechas se disputaron entre el 28 de diciembre y el 11 de enero de 1978, la semifinales entre el 14 y el 18 de enero y las finales el 21 y el 25 de ese mes. Esta última fue una jornada histórica: con tres hombres menos, Independiente igualó 2 a 2 con Talleres en Córdoba y se consagró campeón Nacional del '77. 

El Metropolitano de 1978 también finalizó tarde por la disputa del Mundial en la Argentina: la última fecha se jugó recién el 29 de octubre cuando Quilmes venció 3 a 2 a Rosario Central en Arroyito y logró su único título en Primera. Hubo que volver a apurar el Nacional que se programó a las corridas entre el 4 de noviembre y el 10 de enero de 1979. El octogonal final con eliminación a partido y revancha se jugó los días 23, 27 y 30 de diciembre de 1978 y el 3 de enero de 1979. River e Independiente llegaron a las finales que tuvieron lugar el 7 de enero en el Monumental (0 a 0) y el 10 en Avellaneda, donde con dos goles de Ricardo Bochini, el Rojo ganó 2 a 0 y retuvo el título.

El campeonato Metropolitano de 1982 comenzó el 18 de julio de ese año tras el Mundial de España y también terminó al año siguiente. Se jugó una fecha el 22 de diciembre, otra el 30 y seis más entre enero y febrero. El 14 de ese mes en Córdoba, Estudiantes, conducido por Carlos Bilardo, venció 2 a 0 a Talleres y salió campeón tras un duro mano a mano con Independiente. Una semana más tarde en Junín, Unión venció 1 a 0 a Quilmes y lo mandó al descenso.

En las décadas del 20 y del 30, tiempos fundacionales del fútbol, era común que los campeonatos traspasarán los límites de un año y se definieran en los primeros meses del otro. O más allá incluso. Huracán por ejemplo, logró el primer título de su historia, el de la Asociación Argentina de Fútbol de 1921, derrotando 2 a 0 a Boca el 8 de enero de 1922. Y Gimnasia y Esgrima La Plata, por su parte, ganó el campeonato oficial de 1929 recién el 9 de febrero de 1930 cuando en la vieja cancha de River de Alvear y Tagle, superó 2 a 1 a Boca. 

Los partidos de verano se jugaban a pleno rayo del sol y bajo calores asfixiantes. Tal es así que el 1 de marzo de 1931 y en plena disputa del torneo de 1930, un jugador de Gimnasia, Héctor Arispe, murió insolado mientras jugaba ante Sportivo Barracas con una temperatura de 38 grados en la cancha. El suceso conmovió al fútbol y tuvo consecuencias históricas: ante la desorganización de los campeonatos, los jugadores se declararon en huelga y 18 clubes se apartaron de la Asociación Amateurs Argentina para fundar la Liga Argentina y dar comienzo al profesionalismo: el primer torneo rentado arrancó el 31 de mayo de 1931 y terminó el 6 de enero de 1932 con Boca como campeón.

En los años 40 y 50, la actividad se ordenó bastante y no hubo necesidad de apresurar los almanaques. Los torneos terminaban a fines de noviembre o principios de diciembre y los equipos aprovechaban los últimos días del año para hacer giras por el interior o el exterior del país. Pero a partir de la creación de los torneos Metropolitano y Nacional en 1967, los campeonatos empezaron a cerrarse cada vez más tarde. Por ejemplo, el triangular que definió el Nacional de 1968 entre River, Racing y Velez (que habían igualado el primer puesto) se jugó en el Viejo Gasómetro de la Avenida La Plata entre el 19 y el 29 de diciembre. A sólo dos días del fin de año, Velez goleó 4 a 2 a Racing y logró el primer título profesional de su historia.

Los campeonatos Nacionales de la década del 70 siempre se definían en los últimos diez días del año. El octogonal final de 1975 concluyó muy tarde: el 28 de diciembre, River venció 2 a 1 a Rosario Central en la cancha de Newell's con un gol de José Omar Reinaldi a dos minutos del cierre y consiguió el bicampeonato tras una lucha palmo a palmo con Estudiantes, al que superó por apenas un punto. De haber sucedido un desempate, este se hubiera jugado en una fecha inaudita: el 31 de diciembre por la noche en el estadio de Velez.  


El gol de tiro libre de Rubén Suñé que le dio a Boca el título Nacional de 1976 en la recordada final ante River en cancha de Racing, sucedió un 22 de diciembre. Una semana más tarde, River goleó 4 a 1 a Huracán en la Bombonera y se clasificó para la Libertadores del '77. 

El último antecedente de un campeonato definido en medio de las fiestas de fin de año aconteció en 2001 cuando los hechos de violencia por la caída del gobierno de Fernando de la Rúa, postergaron una semana la definición del torneo Apertura: fue por eso que Racing debió esperar hasta el 27 de diciembre para salir campeón luego de 35 años de angustia: ese día empató 1 a 1 con Vélez en Liniers y celebró como nunca.