Tres personas murieron, al menos una de ellas degollada, este jueves en un ataque con cuchillo en una iglesia en Niza, en el sureste de Francia. El hecho, investigado como un atentado terrorista y condenado por el Papa y varios gobiernos de Europa, llevó a Francia a elevar los niveles de seguridad en todo el país, sacudido desde hace dos semanas por la decapitación de un profesor a manos de un islamista hace dos semanas. El autor del ataque fue un joven de treinta años, que tras ser herido por la policía fue llevado a un hospital.

El escenario del ataque fue la basílica Notre-Dame, en pleno corazón de Niza. Esa ciudad de la Riviera Francesa fue hace cuatro años blanco de un ataque yihadista que dejó 86 víctimas.

Dos de las víctimas son un hombre y una mujer que fueron asesinados dentro de la basílica. La tercera víctima, gravemente herida, logró huir a un bar vecino, pero murió poco después, indicaron a la AFP fuentes policiales.

La fiscalía antiterrorista francesa abrió una investigación tras el ataque de este jueves por "asesinato e intento de asesinato vinculado a una empresa terrorista" y "conspiración criminal terrorista".

Este ataque se produjo menos de dos semanas después del asesinato por decapitación del profesor Samuel Paty en Conflans-Sainte-Honorine, una pequeña localidad de 35.000 habitantes ubicada a 50 km de París, por haber mostrado en clase caricaturas del profeta Mahoma.

Quienes estaban en la zona del ataque describieron las escenas que se vivieron cuando el joven irrumpió con un cuchillo en la iglesia. "Yo estaba allí, estaba sirviendo", relató Daniel Conilh, un camarero de una cafetería cercana situado a cincuenta metros de la basílica. "Todos salimos corriendo, hubo disparos. Una señora vino directamente de la iglesia y nos dijo 'corran, corran hay alguien que atacó (con un cuchillo), va a haber disparos, hay gente muerta'", contó y agregó que hubo muchos disparos.

El gobierno francés convocó a una reunión de crisis que encabezará el presidente Emmanuel Macron antes de viajar a Niza.

El alcalde de esa ciudad, Christian Estrosi, dijo que Francia debe actuar para "eliminar el islamofascismo" y pidió que todas las iglesias de la ciudad sean puestas bajo vigilancia policial o cerradas. "Ya es suficiente", añadió. Según dijo Estrosi, el atacante gritó varias veces "Alá Akbar" (Alá es el más grande).

La Conferencia de Obispos de Francia (CEF) describió como "incalificable" el ataque y dijo que "los cristianos no deben convertirse en un símbolo a destruir".

"Sólo puedo condenar enérgicamente la cobardía de este acto contra personas inocentes", dijo Abdallah Zekri, delegado general del Consejo Francés de la Fe Musulmana (CFCM).

Niza fue blanco el 14 de julio de 2016 de un ataque que dejó 86 muertos en el que un hombre arremetió deliberadamente un camión hacia una multitud que estaba celebrando el Día de la Bastilla, la Fiesta Nacional francesa.

Francia es azotada por atentados terroristas de alto impacto desde 2015, cuando un ataque yihadista el 7 de enero contra el semanario satírico Charlie Hebdo dejó 12 muertos. El 13 noviembre del mismo año un comando yihadista perpetró ataques coordinados en París que dejaron 130 muertos.

Actualmente tiene lugar el juicio en París el juicio por el sangriento atentado contra Charlie Hebdo, en el que murieron algunos de los caricaturistas más célebres de Francia.

Coincidiendo con la apertura del juicio, el semanario volvió a publicar las caricaturas de Mahoma que le habían convertido en blanco de los yihadistas, lo que le valió condenas en el mundo musulmán.