Un clásico de la historia de cine, una de las más películas más renombradas de Ingmar Bergman es “El séptimo sello”, ambientada en la Europa medieval, durante la peste negra y centrada en el viaje de un caballero sueco que juega una partida de ajedrez con la muerte. En varias escenas se ve claramente el tablero mal colocado ya que el primer casillero a la derecha de las blancas (H1) es de color negro y debía ser blanco; está girado. Es uno de los errores más comunes en muchas películas que tienen un marco ajedrecístico. 

Los practicantes del juego ciencia suelen prestarle mucha atención a estas perlitas y a menudo se indignan cuando pasa eso; cuando llaman fichas a las piezas; reinas a las damas o hacen referencias incorrectas a aperturas y defensas. No es el caso de la serie de supermoda, "Gambito de Dama", dirigida por Scott Frank y protagonizada por Anya Taylor-Joy, que puede verse en Netflix. 

La recreación de los escenarios resulta impecable y se nota muchísimo cuidado en los detalles, aunque se permitan algunas licencias cinematográficas necesarias para mantener la tensión, como que por momentos parece jugarse en el estilo blitz (ping-pong), algo que no ocurre en las partidas pensadas. Las piezas que se usan en la Unión Soviética, por ejemplo, tienen la cruz del rey y la corona de la dama de otro color, una fineza que no pasa inadvertido por los especialistas.

La serie cuenta en siete episodios la historia de Beth Harmon una niña genial que aprende a jugar en un orfanato y ya adolescente empieza a recorrer un vertiginoso camino en la búsqueda de la cima en los años 60, en plena guerra fría. “Esta inspirada en Bobby Fischer”, afirman algunos.  “A mi me hace pensar en la húngara Judit Polgar”, asegura la gran maestra Claudia Amura quien resalta, por experiencia personal, lo difícil que es gambetear las discriminaciones “en ambientes muy machirulos”. Al respecto, el autor de la novela que dio origen a esta serie, Walter Tevis, declaró en su momento que se trataba de “un tributo a las mujeres”. 

La adicción al alcohol y las pastillas de la protagonista le hacen pensar al ex campeón mundial juvenil Pablo Zarnicki que “se mantiene el estereotipo del genio loco y deja a los ajedrecistas como seres que no se adaptan a las reglas sociales”. Claudia Amura cuenta que su hija le dijo preocupada que la gente iba a pensar 'que somos todos drogadictos', pero ella le resta importancia. “Viste como es Netflix, siempre alguna vuelta le buscan para darle espectacularidad”, se resigna Amura y por otra parte le da la bienvenida a todo lo que fomente la práctica de su adorado ajedrez. Y es verdad que la serie viene haciendo un interesante aporte en este sentido, según puede advertirse en las redes sociales donde se repiten comentarios del tipo “me dieron ganas de aprender a jugar”. 

Zarnicki se enoja mucho con la promoción de la serie -“Netflix hace lo imposible, vuelve entretenido el ajedrez”- a la que considera “un despropósito”, pero admite, como buen cinéfilo, que hay muchos hallazgos en la forma del relato. “Las pastillas no te hacen ver las jugadas en el techo de una habitación como muestra la serie, pero es un gran recurso cinematográfico que valoro”, añade. De las películas sobre ajedrez que vi la más me gustó es “La defensa Luzhin”, también llamada Natalia y Alexander, protagonizada por John Turturro”, agrega Zarnicki, quien además de ajedrecista, es periodista y actualmente estudia psicología.

El asesoramiento de una figura de la talla de Gary Kasparov para Gambito de Dama hace que se hagan precisas referencias a aperturas, defensas y variantes de uso común en aquellos tiempos. En la serie se mencionan muchos ajedrecistas famosos (Don Miguel Najdorf y su variante de la siciliana, más de una vez) y otros nombres inventados, pero en ningún momento se habla de Bobby Fischer, el número 1 de los Estados Unidos en aquellos años.

Una curiosidad es que la protagonista, que tiene 22 años, nació en Miami, pero se crió desde los ocho meses y hasta los 6 años en Buenos Aires por lo que el primer idioma que habló es el español. Todos los años visita a los familiares que viven aquí. “Cuando me dieron el libro de la serie me lo morfé en una hora y media, bolú”, se le escuchó decir con tono de adolescente porteño en un reportaje reciente. A veces parece no tomar las piezas como una verdadera ajedrecista, pero toda su actuación, su lucha contra los demonios de la soledad, la adicción y un mundo hostil, es muy convincente, coinciden todos los críticos.

El gambito de dama es una conocida apertura de ajedrez. Se caracteriza por estos movimientos:

1. d4 d5

2. c4

Tras estas jugadas se abren muchas variantes. Si se toma el peón que ofrecen las bancas es gambito aceptado. Si no se toma, es rehusado o declinado.

Gambito de Dama (la serie) va camino de ser tan conocida como la apertura. Y definitivamente fue aceptada.