El potente huracán Eta se fortaleció este lunes al acercarse a las costas del Caribe de Nicaragua y Honduras, con amenazas de devastadoras lluvias en Centroamérica, según informaron organismos de socorro de ambos países y el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos. El tifón fue reclasificado en categoría 4 en la escala de Saffir-Simpson

El huracán se reforzó en las aguas cálidas del Caribe, con vientos máximos sostenidos de 210 kilómetros por hora. El NHC advirtió que Eta podría fortalecerse más aún antes de tocar tierra. Su centro se localizaba al noreste de Bilwi (también conocido como Puerto Cabezas), en el Caribe Norte de Nicaragua.

Se prevé que Eta toque tierra la noche de este lunes o bien entrada la madrugada del martes en el Caribe Norte de Nicaragua, habitada por poblaciones indígenas y afrodescendientes. En Bilwi y las comunidades vecinas situadas en las costas caribeñas viven unas 100.000 personas, en su mayoría indígenas dispersos en poblados que podrían ser afectados por el huracán, como Tuapí, Krukira, Sandy Bay, Cabo Gracias a Dios, Prinzapolka, Wawabar, Karatá, Halower, Wauhta, Kamwatla y Walpalsiksa.

"Hemos logrado evacuar ya a más de 3.000 familias con la participación activa de nuestro ejército de las comunidades caribeñas, como Prinzapolka y los Cayos Miskitos", afirmó la vicepresidenta y portavoz oficial, Rosario Murillo.

Tanto Nicaragua como Honduras, los países con mayor riesgo, decretaron alerta roja ante la llegada del ciclón.

Bomberos de Honduras en labores de rescate en una zona inundada a causa del huracán Eta. (Foto: EFE)


Vientos, inundaciones y deslaves 

El NHC advirtió que se esperan "vientos catastróficos, inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en partes de Centroamérica".

La Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) de Honduras emitió alerta roja para los departamentos caribeños de Gracias a Dios, Atlántida, Colón e Islas de la Bahía, así como Olancho (oeste) ante la posibilidad de fuertes lluvias por el ciclón.

El norte de Honduras registró intensos aguaceros con crecidas de ríos y fuertes oleadas en la costa norte, y el mal tiempo obligó a cerrar el aeropuerto de la ciudad caribeña de La Ceiba.

En Guatemala hay un constante monitoreo sobre el fenómeno y se esperan lluvias que podrían provocar "derrumbes, deslizamientos, crecidas de ríos e inundaciones por la saturación de agua que existe en los suelos", según David León, portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).

El Salvador elevó el nivel de alerta de amarillo a naranja, lo que implica realizar evacuaciones preventivas en las zonas de alto riesgo a deslizamientos de tierra o inundaciones, según el ministro de Gobernación, Mario Durán.

En Nicaragua, el director del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), Guillermo González, advirtió que "pueden haber daños materiales porque las viviendas son muy frágiles". Al final de la tarde del lunes la lluvia comenzaba a aumentar en la ciudad; en algunas zonas no había electricidad y la población comenzaba a resguardarse en albergues abiertos, iglesias, universidades y colegios.