Aunque sostiene que todavía hay más dudas que certezas sobre la dirección que efectivamente tendrá la política exterior de Joe Biden, el sociólogo y máster en relaciones internacionales Juan Gabriel Tokatlian considera que el gobierno de Alberto Fernández podría ser considerado por la Casa Blanca un interlocutor privilegiado en temas complicados como la situación de Venezuela, dada la posición razonable que vino manteniendo. Para Tokatlian, vicerrector de la Universidad Torcuato Di Tella y uno de los hombres que más estudió la relación bilateral, Fernández encontrará una "mayor convergencia" en la agenda de temas de la administración Biden que la que tenía con Donald Trump en cuestiones como la defensa del multilateralismo y de los derechos humanos.

--¿El Gobierno argentino puede imaginar una mejor relación con Estados Unidos a partir de la elección de Joe Biden?

--Para responder eso hacen falta analizar dos o tres enfoques. Por ejemplo, qué le deja Donald Trump a Biden en América Latina. Le deja un logro: haber colocado a un estadounidense al frente del BID, no cumpliendo con el pacto tácito que establecía que ese lugar era para un latinoamericano. Le deja un sistema de sanciones sobre Venezuela que es el más duro que se puede concebir hoy en el sistema internacional. Y le deja una política hacia la región donde los temas principales fueron planteados de una manera muy coercitiva. Entonces, Biden se va a encontrar con una serie de condiciones preestablecidas y habrá que ver qué capacidad tiene de moverse en una dirección más moderada y prudente.

--¿Y en lo que se refiere a la Argentina?

--Hay que ver la agenda argentina en relación con la de otros países. Por ejemplo, la agenda de Estados Unidos con México es muy densa, tiene múltiples temas. Ahí la política que emprenda Biden puede hacer una gran diferencia. Argentina no tiene ni una agenda densa, ni compleja, ni confrontativa con Estados Unidos. Es más específica. Uno de los temas pasa por las negociaciones con el FMI y, a mí entender, en una región que ya está en llamas, no sería lógico que Biden busque incendiarla buscando que no haya un buen acuerdo de Argentina con el Fondo. Biden insinuó que quiere una situación distinta en Venezuela. Argentina no respaldó las decisiones del Grupo de Lima y rechazó las que tienen que ver con el uso de la fuerza. Argentina es parte del Grupo de Contacto de la Unión Europea que busca una salida negociada y votó categóricamente por la situación de los derechos humanos en la ONU. ¿Podría actuar como interlocutor en el tema Venezuela? Es probable, si hay una disposición de Washington y Buenos Aires para hacerlo.

--¿Hay afinidad con los postulados de Biden en materia internacional?

--Bueno, él anunció que quería reforzar el multilateralismo y Argentina ha venido impulsando eso. Lo mismo que en materia de no proliferación nuclear. Biden también ha dicho que va a recuperar el lugar de los derechos humanos en la política exterior de los Estados Unidos. No hay país en la región que haya tenido una política tan sostenida de derechos humanos a nivel interno e internacional como Argentina. Con esto quiero decir que hay temas de mayor convergencia relativa, aunque también hay diferencias.

--Hay otras cosas que se modificarán que será las alianzas regionales como la cercanía que existía entre las gestiones de Trump y de Jair Bolsonaro. ¿Qué cree que sucederá?

--Hay perdedores con esta elección. Uno fue el involucramiento inusitado de altos funcionarios del gobierno de Iván Duque, de Colombia, en las elecciones de Estados Unidos. Es una administración que además vino incumpliendo los acuerdos de paz con las FARC. Si el gobierno de Biden es consecuente con una agenda de derechos humanos, es un antecedente que va a tomar en cuenta. Es evidente que Bolsonaro que no sólo apostó a Trump sino también a Jeanine Añez en Bolivia, ha sufrido dos impactos geopolíticos. Esto le resta capacidad de interlocución como es característico de Brasil para las administraciones de Estados Unidos. Pienso que países que han tenido posiciones más moderadas y razonables quizás tengan una capacidad de acceso a Washington tal vez ahora distinto. Igual hay que esperar a ver quiénes van a ser los responsables de las decisiones respecto a América Latina. Si van a ser profesionales o ideólogos.

--Hay quienes creen que Barack Obama podría tallar en las cuestiones de política exterior y hay en el Gobierno funcionarios que no tienen buenos recuerdos de su presidencia, aunque en el mensaje había afinidades.

--Bueno, hay que recordar que Obama depositó en Biden, en su rol de vicepresidente, su política hacia América Latina. Especialmente en lo referente a México y Centroamérica. La próxima Cumbre de las Américas se va a realizar en Estados Unidos, muy probablemente en abril del año que viene. Recién ahí vamos a conocer la agenda latinoamericana de Biden. Por lo tanto, habría que tener en claro cuáles son los intereses de Argentina, de Sudamérica y América Latina que habría que defender y promover en esa Cumbre. 

--¿Qué habría que esperar?

--Las muy, muy pocas iniciativas que ha tenido Biden en su programa respecto a la región fueron razonables. Por ejemplo, un paquete de asistencia de cuatro mil millones de dólares para Centroamérica para afrontar el tema de la migración y la búsqueda de soluciones a través de diálogo y los consensos. Aunque, remarco, la verdad mucho de los componentes todavía no lo sabemos porque esta ha sido la elección más doméstica que tuvo Estados Unidos en mucho tiempo, sin casi ningún tema de política internacional en el debate.