La Universidad Nacional de Salta (UNSa) fue nuevamente sede de las XXI Jornadas de Investigación y Docencia de su Escuela de Historia, las cuales se desarrollaron entre el martes 24 y el jueves 26 pasado.

Durante su transcurso hubo actividades presenciales, virtuales e híbridas, así como cursos, talleres, presentaciones de libros, paneles, conferencias y sesiones de mesas temáticas, que reunieron a más de 200 ponentes, generando así un gran evento en torno a la historia mundial, nacional, regional y local.

En este último sentido, se presentaron varios trabajos que indagan y se preguntan sobre diferentes acontecimientos históricos acaecidos en el actual territorio delimitado como Provincia de Salta.

Alejandra Soler y Alejandro Galván, historiadora y estudiante avanzado respectivamente, presentaron la ponencia “Rebelión indígena en Salta. Departamento de Rivadavia. 1931-1932”, abriendo un tema poco explorado en el marco de una zona relegada.

Como parte de la introducción y arribo a esta cuestión, Soler comenta: “Empecé con este tema estudiando la resistencia peronista de 1955, trabajando con una carpeta de archivos penales que existe en el archivo de la provincia. Me puse a hojear el archivo, los nombres de los expedientes, desde principio del siglo hasta el 60, y mezclado encontré un expediente que dice ‘sublevación indígena Rivadavia’".

"Digo, ‘¿Qué es esto?’, ahí no más abandoné por el momento lo de la resistencia peronista y empecé a indagar; tomé el expediente y fui a los diarios a ver qué había. Luego me puse a buscar más sobre el tema y aparece el indicio de otras rebeliones de 1875, 1905, 1928 y esta de 1931”.

Diario Nueva Epoca (Imagen: gentileza Alejandra Soler)


—¿Cómo era el contexto en la zona y de las poblaciones indígenas del departamento Rivadavia para la década del 30?

—Era una zona que estaba, entre comillas, a medio conquistar, pero ya oficialmente incorporada al Estado Nacional y dividida, ya se había hecho la división de la región del Chaco entre Salta, Formosa. Algunos historiadores dicen que desde 1860, 1870, el Estado argentino pone toda su fuerza militar para poder resguardar la zona ganadera de la Pampa, entonces el proyecto ganadero de los correntinos, de toda la zona este de Salta, Chaco y Formosa, queda como desprotegida, entonces el control estatal ahí era muy deficiente para los intereses de los grandes propietarios. Ya existían grandes propiedades porque hacia fines del siglo XIX ya no se daban “mercedes”, que son tierras en donación, sino que ya había un mercado de tierra de compra y venta, de propiedad privada, de tierras que en las primeras campañas de conquistas se comienzan a dar a algunos militares o a la oligarquía de del norte. A fin del siglo XIX, principios del XX, comienzan a darse títulos de propiedad y muchos propietarios no vivían en la zona, entonces dejaban colonos, puesteros; y por otro lado existía una multitud de poblaciones indígenas, algunas más aisladas que otras, unas más grandes que otras, algunas en misiones, en la zona de Rivadavia puntualmente no, parece que ahí las misiones fracasaron por el tema de que subía el agua de los ríos, era una zona muy inhóspita; pero más al norte, Tartagal, Embarcación, en la zona que hoy es Formosa, el norte de la provincia del Chaco, ahí sí había misiones, diferentes órdenes religiosas que lo que hacían era asegurar mano de obra para sus producciones. Y por otro lado era toda una región que empieza con la producción ganadera.

Habitantes Qom (Toba) desplazándose, c.1900 (Imagen: AGN)


—La producción de caña de azúcar ya venía desde antes, pero comienza a desarrollarse el algodón en el norte del Chaco. Entonces tenemos algodón, quebracho algo de ganadería, y la producción azucarera más en el centro de Salta, Orán, Tartagal. Entonces las poblaciones indígenas están rodeadas por la producción capitalista naciente. Ya había pasado también el ferrocarril que unía Salta con Formosa y ese trazado también es un elemento que altera la vida de la gente que vivía ahí. Esa era, a grandes rasgos, la situación general.

—¿Se puede afirmar que hubo una sublevación indígena en la década del 30 en Salta?

—Sublevación indígena, rebelión indígena, lo ponemos entre signos de pregunta, porque rebelión es un concepto general que abarca diferentes tipos de protesta. Evidentemente, sí hay un estado de rebelión de la población. Las fuentes hablan de sublevación, de insurrección, de diferentes tipos de rebelión.

Diario Nueva Época (Gentileza: Alejandra Soler)


—Independientemente de si fue sublevación o rebelión, algo estaba sucediendo en la década del 30 en el departamento Rivadavia, ¿qué es lo que estaba pasando?

—Diría que es un estado de rebelión de las poblaciones indígenas, hay registros de que hay en 1875, en 1905, algún testigo dice 1928, entonces son oleadas de rebelión de diferentes grupos indígenas que están perdiendo sus medios de vida y además que están siendo expropiados y proletarizados. El azúcar, el ferrocarril, el algodón, el quebracho, los necesitan como mano de obra eventual y después los dejan tirados a mitad de camino para que subsistan, los necesitan como mano de obra y además intervienen en su territorio.

—¿En qué consistían estas rebeliones, cuáles eran las acciones y hacia qué se revelaban?

—Se revelaban inmediatamente hacia los propietarios de las tierras, contra los colonos, los puesteros, pero básicamente es contra la propiedad privada. Hubo cuatrerismo, quema de campos, robo de caballos, algunos estaban armados incluso porque se dice que el ingenio El Tabacal les daba armas como forma de pago. De hecho, el conflicto empieza, por lo menos en el 31, por el asesinato de un policía al que se le roban armas. Después hay un hecho anterior en el que se dice que fue un avance masivo de indígenas hacia la Municipalidad de Rivadavia. Ahí pareciera que hay una acción ya más contundente porque va contra una representación de un poder estatal.


—Encontraron algunas contradicciones entre los diarios de la época con diferentes miradas sobre un mismo hecho, inclusive también en la tipificación de quienes llevan adelante los sucesos, ¿cómo lo fueron trabajando?

—Eso también fue muy difícil porque no había ningún elemento en la fuente que nos haga pensar o que nos lleve a determinar a qué grupo indígena puntualmente se refiere, entonces lo que decimos es que no es una rebelión indígena estrictamente hablando, sino de semiproletarios en territorios que históricamente estuvieron habitados por esos grupos indígenas. Digamos que son indígenas rebeldes en situaciones de semi proletarización y expropiación.

—Esto sucede en un contexto histórico de otras rebeliones regionales y masacres vinculadas a pueblos originarios y al avance del Estado: Napalpí, El Zapallar, Rincón Bomba.

—Hubo un ciclo de rebeliones de indígenas semiproletarios en los inicios del capitalismo argentino. Hay todo un ciclo de rebeliones en la época colonial, en la época de la independencia, de la guerra de independencia y después quizás esto podríamos comenzar a estudiarlo así como un ciclo de rebeliones en el norte argentino ya por el avance del capitalismo. La rebelión de Napalpí, por ejemplo, justamente se desata porque les prohíben venir a los ingenios de azúcar. Les prohíben por una cantidad de meses en el año trasladarse hasta Salta, ahí se desencadena esa rebelión que se da en una misión que agrupaba una gran cantidad de indígenas. En el caso que estamos viendo nosotros son más bien de grupos aislados que no están en misiones. Y por otro lado también es interesante que los que se revelan, son los que se los llamaba indios mansos, domesticados, o sea, peones, porque no sé si tiene sentido llamarles indios, son peones, del color de piel que quieras, pero son peones, y que se unen en ese estado de rebeldía en las fincas en las que trabajan.

Indígenas en El Tabacal, provincia de Salta, c.1930 (Imagen: AGN)


—Se genera entonces una alteración en la vida de estas poblaciones que vivían, sobre todo en esa región, de la caza y la recolección.

—Claro, la mayoría eran grupos de cazadores-recolectores, y efectivamente esto se ve muy alterado por el proceso productivo, por toda la ganadería de la zona. Desde fines del siglo XIX al principio del XX, hay muchos diagnósticos que muestran como se arrasó con esa zona, hubo un desgaste muy intensivo por el pastoreo que cambió todo el ecosistema, entonces es algo que perjudica directamente la vida.

—Como investigadores de este tipo de temáticas, ¿qué desafíos encuentran por delante?

—El desafío es juntar más personas que se pongan manos a la obra para buscar e indagar sobre este y otros hechos, y seguir construyendo una historia de los explotados y oprimidos en Salta. Es importante seguir indagando este tipo de sucesos para continuar insistiendo, como lo venimos haciendo, que Salta no es solamente la Virgen del Milagro y la empanada, sino que hay experiencias de lucha y rebelión de diferente tipo con diferentes actores sociales.