Leandro González Pirez debutó en Primera División de la mano de Juan José López, como uno de los principales proyectos de las inferiores de River Plate. Y lo hizo en el peor momento de la institución de Núñez, cuando su permanencia en la máxima categoría dependía de un milagro. En marzo de 2011, por la fecha 7 del torneo Clausura, el marcador central tuvo que ingresar en lugar de Erik Lamela faltando un minuto, en el triunfo final 2-1 ante Newell's en el Monumental.

Cuatro meses más tarde de su debut llegó la debacle en la entidad. A River le tocó disputar la Promoción con Belgrano para permanecer en Primera, pero la serie perdida hizo que tenga que descender a la B Nacional: "No me tocó debutar en el mejor momento del club. Fue en la etapa donde River corría con muchísimas urgencias, y empezaba a poner juveniles de las inferiores para tratar de buscar soluciones a los problemas que los de experiencia no pudieron conseguir”, rememora el defensor de 28 años, oriundo de Parque Chacabuco.

Mas allá de su paso por el River de Matías Almeyda que logró el resurgimiento a Primera, el futbolista fue cedido al Genk de Bélgica en el 2013. Tras su corto paso por Europa, regresó al futbol argentino para vestir las camisetas de Arsenal (2014), Tigre (2015) y Estudiantes de La Plata (2016) hasta febrero del 2017, cuando fue vendido al Atlanta United de la MLS, equipo comandado en su momento por Gerardo Martino. No obstante, en enero de 2020 decidió probar suerte en los Xolos de Tijuana (México), pero la pandemia por el coronavirus trajo sus problemas financieros, y provocó su salida y posterior llegada al Inter de Miami.

En diálogo con Página/12, González Pirez recordó su andar por River, analizó su presente en Inter de Miami junto a Gonzalo Higuain y el francés (Blaise) Matuidi, y explicó cómo es jugar en la franquicia de una de las personalidades deportivas más importantes del mundo.

--¿Cómo pasaste la situación del coronavirus?

--Fue rara y atípica, la pasamos juntos en familia. Lo positivo de todo esto es que aprovechamos el tiempo para estar con nuestros seres queridos, porque en condiciones normales no lo podemos hacer. Disfruté de levantarme temprano con mis hijas, que antes no lo hacía. En Miami está todo bastante normal. Hay varios casos pero está todo abierto, y la gente hace vida normal. Obviamente, siempre tomando los recaudos necesarios con la utilización del barbijo, pero la situación es 100 por ciento normal.

--¿Qué objetivos se plantearon con el Inter para esta temporada?

--Los máximos posibles: ganar todos los títulos y poner a la institución en un lugar donde sea consideraba importante. El inicio de temporada arrancó complicada. La pandemia hizo que no nos podamos conocer entre los compañeros, e impidió entrenar juntos. Fue un poco atípico porque el equipo se terminó de ensamblar a mitad de año, y esto provocó que nos cueste encontrar un esquema de juego. Ahora estamos peleando por entrar a los playoff. En esa instancia, la situación cambia porque son encuentros completamente diferentes, pero corremos con ventajas porque tenemos jugadores acostumbrados a disputar finales.

--¿Qué te sedujo en su momento para ir a jugar al Inter de Miami?

--El proyecto, porque era muy parecido al del Atlanta United y tengo muchas expectativas. El director deportivo, Paul Mc Donough, me llamó para que me sumara. Lo conozco muy bien porque lo tuve en el Atlanta y le tengo mucho cariño. Por la situación de la pandemia, en México tuve problemas económicos y mi salida le beneficiaba a los Xolos de Tijuana. Entonces, por ese motivo también optamos por volver a los Estados Unidos.

--¿Tuviste un encuentro con David Beckham, el presidente del club?

--Todavía no tuve la chance de conocerlo, estoy esperando ese momento con ansias. Para mí, Beckham es una leyenda por lo importante que fue en el mundo futbolístico. Crecí viéndolo jugar y la verdad que me encantaría conocerlo. David está en Londres y todavía no se me dio la posibilidad.

--¿Qué te cuentan tus compañeros sobre él?

--Muy buenas cosas. Es muy humilde y con muy buena onda. Recuerdo que cuando llegué al club posteó una foto mía en su Instagram, dándome la bienvenida al club. Son gestos que no tiene por qué hacerlo y sin embargo, los hizo.

--¿Como es la organización dentro del club desde lo deportivo?

--Es una institución nueva, pero en los Estados Unidos tienen esa virtud de fundar franquicias que parezcan que están trabajando hace años. El club tiene armada una estructura como cualquier otra que trabaja hace tiempo, con sus cuerpos técnicos y jugadores ya establecidos. Posee una academia de fútbol con diferentes técnicos a cargo de equipos juveniles. Además, tiene una parte administrativa con dirigentes y el presidente de la institución, cada uno con sus oficinas. Se manejan como si tuvieran 15 años de historia.

--¿La estructura y sus instalaciones están al nivel de los mejores clubes de Europa?

--Si, sin duda. Posee un predio con siete canchas de entrenamiento con gimnasio súper renovados, salas de recuperación para los lesionados y de agua fría y caliente. Además, cintas de antigravedad. Te brindan todo para que puedas sentirte cómodo y dar lo mejor. 

--Viviste mucho tiempo en Atlanta, después te fuiste a Tijuana de México y volviste a los Estados Unidos para instalarte en Miami. ¿Por qué esa decisión de regresar a la MLS?

--La Liga me gusta mucho porque me hacen sentir cómodo. Hay muchas otras ligas en el mundo en las cuales no soy feliz jugando, por la presión que existe de ganarlo todo. Acá, en la MLS, le dan al futbolista el espacio que uno necesita. En cuanto al país, es uno de los mejores del mundo a nivel de seguridad para vivir con tu familia. En cuanto a lo económico, también. En todos los aspectos la MLS y el país están en el top de los mejores. De esta manera, elijo el bienestar personal y de mi familia para jugar aquí.

--¿Qué recuerdos te dejó tu paso por el fútbol mexicano, teniendo a Gustavo Quinteros como entrenador en los Xolos?

--Gustavo es una excelente persona. Formé una gran relación con él, a pesar de que con los Xolos no terminé de la mejor manera. A raíz del coronavirus, tuve que irme por una cuestión económica del club. No fue lo deseado, estaba con ritmo y jugué todos los partidos, es más, clasificamos a la final de la copa de México. En líneas generales estuve bien y cómodo, pero mi salida no fue la mejor y cuando surgió la chance de venir al Inter no lo dudé.

--Fuiste campeón con el Tata Martino en el Atlanta United. ¿Qué enseñanza te dejó como entrenador?

--Mucha enseñanza en lo personal pero también desde lo laboral. Martino fue el mejor entrenador que tuve, sin dudas. Es un libro abierto. Es muy conciso en sus conceptos, es claro en sus pensamientos, sereno a la hora de emitir el mensaje. Le llega muy fácil al jugador con lo que pretende y no es difícil de interpretar. Aparte, como persona es excelente. Le tengo mucho cariño y respeto. Siempre le voy a estar agradecido porque confió en mí desde que me sumó a Atlanta.

--¿Se comunicó con vos para sumarte a la Selección de México?

--Cuando salió la chance de jugar en la Selección de México fue porque estaba teniendo un muy buen nivel en los Xolos de Tijuana. El me conocía del Atlanta United y podía darse esa posibilidad. Si no tenía chances en el seleccionado argentino dije que lo iba a pensar, pero nunca estuvo firme la posibilidad de jugar en el seleccionado mexicano.

--¿Ir a jugar a los Xolos fue una manera de exponerte un poco más para que Scaloni te observe para la Selección?

--Si, fue parte de mi estrategia para poder tener una buena temporada con los Xolos y saltar a un grande de México, además de estar en el radar del técnico de la Selección Argentina. También, con la intención de poder irme a Europa para seguir creciendo en lo deportivo. No creo que ésta vuelta a la MLS haya sido un retroceso en mi carrera, sino algo diferente. En principio, cuando fui a Tijuana era para buscar un salto económico que beneficiaba tanto a mí como a mi familia.

--¿Es un sueño jugar en la selección mayor con este recambio que hace rato lleva a cabo Lionel Scaloni?

--Si, es mi sueño hasta el último día que sea jugador profesional. Hice todo el proceso de juveniles en el seleccionado, y la verdad que nunca pierdo las ilusiones. Igual, sé que hay otros jugadores que están pasando por mejores momentos que yo, pero mantengo la ilusión viva de recibir el llamado de Scaloni.

--¿Qué recordás de tu paso por River?

--Muchas cosas. No me tocó debutar en el mejor momento de River. Fue en la etapa donde el club corría con muchísimas urgencias y empezaba a poner juveniles de las inferiores, para tratar de buscar soluciones a los problemas que los de experiencia no pudieron conseguir. Nos tocó enfrentar la situación más difícil del club pero creo que lo hicimos de la mejor manera, y volvimos a Primera rápido. Nos ganamos un respeto grande mas allá de la situación mala que vivimos. Dimos todo para empezar a encaminar lo que hoy es River. Aportamos nuestro granito de arena para empezar el crecimiento que la entidad necesitaba.

--¿Te gustaría tener una revancha luego de haber estado en la peor etapa de la institución?

--Sí, quiero tener un revancha en River. Soy hincha y le tengo mucho cariño. La realidad es que si en algún momento se presenta la oportunidad de volver, lo pensaría seriamente. Estuve en las malas y cuando te toca las buenas también me gustaría estar.

--Hace poco se sumó Gonzalo Higuaín al plantel del Inter. ¿Generaste un vínculo con él por tener ambos un pasado en River?

--Sí, lo conozco desde hace mucho tiempo porque jugábamos en el mismo club de baby de Palermo, nos conocemos desde muy chicos. Perdimos un poco el contacto cuando se fue a Europa pero hablamos bastante previo a su llegada al Inter. Ahora, tengo una excelente relación. Es muy gracioso y positivo. Su llegada le dio un salto tremendo de calidad al plantel. Antes de venir me llamó para preguntarme que tal era la MLS y el club, cómo era vivir en Miami, porque tenía ganas de venir por su bienestar personal.

--¿Qué tal es el francés Matuidi como compañero?

--Un fenómeno. Muy gracioso, humilde y colgado. Muy generoso porque desde que llegó se puso a disposición del grupo. Es el primero en pedir una ayuda y ofrecerla. Eso lo hace distinto a todos. Todavía con Higuaín no pudimos hablar con él para que se haga hincha de River, pero si tiene que elegir un club que sea ese.

--¿Si regresás al fútbol argentino es para jugar en River únicamente?

--Me encantaría volver a River, aunque también a Estudiantes. La verdad que pasé una excelente etapa en La Plata. Estoy en contacto permanente con Juan Sebastián Verón y Leandro Desábato. En su momento, le tomé mucho cariño durante mi estadía y me costó irme. Estaba muy bien en lo personal. Igualmente, no quiero ser esclavo de mis palabras en un futuro, y dejo la puerta abierta para cualquier club.

--Se habló en su momento de que Boca te quería. ¿Te llamaron en algún momento?

--Si, llamaron de Boca al Atlanta United, no directamente a mí. Fue en la etapa de Gustavo Alfaro como entrenador. Pero el equipo de la MLS había dicho que no me dejaba ir y quedó todo ahí.

--De estar tanto tiempo jugando en los Estados Unidos, ¿con qué figuras pudiste intercambiar camisetas?

--Tengo muchas de jugadores muy importantes. Por ejemplo, de Zlatan Ibrahimovic (ex Los Angeles Galaxy), David Villa (ex New York City), Tim Howard (Memphis), Diego Valeri (Portland) y Federico Higuaín, quien hoy es mi compañero en el Inter. Con Zlatan fue sencillo cambiar las camisetas. Al término del primer tiempo entre el Atlanta United y Los Angeles Galaxy fuimos los dos últimos en salir del campo de juego. Mientras nos íbamos caminando le pregunté si podíamos cambiar las camisetas. Me miró y me dijo: "Sí, sin ningún problema pero luego del partido". Cuando finalizó lo fui a buscar, y ahora la tengo guardada.