La Legislatura porteña aprobó una nueva versión de la ley sancionada en 2011, que nunca se llegó a implementar por amparos judiciales, y que llevó el estacionamiento medido de 4.000 a 130.000 espacios tarifados para estacionar en toda la Ciudad. Con varias modificaciones, la nueva norma que alcanzará a 85.000 espacios que serán pagos, elimina los parquímetros y máquinas expendedoras de tickets, e implementa el cobro mediante aplicaciones de celular o comercios adheridos. Además, establece que el sistema de cobro por el estacionamiento medido pase a manos del Estado y llama a licitación para el servicio de grúas, que en la actualidad está controlado por dos empresas que tienen los contratos vencidos desde hace 20 años. La oposición criticó el proyecto y remarcó que "tienen fines recaudatorios".

El nuevo proyecto del oficialismo que introduce modificaciones al Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad, fue aprobado por 37 votos positivos de Juntos por el Cambio y la UCR-Evolución, 22 negativos (FdT, FIT,PTS, CF, AyL y PO) y una abstención de GEN, durante una sesión mixta en la que hubo legisladores presentes en el recinto y otros que participaron de manera virtual, por la pandemia del coronavirus.

La reglamentación establece la separación de los dos servicios que hasta hoy funcionan de manera conjunta: el sistema de estacionamiento medido, con los parquímetros y las ticketeadoras, y el de las grúas, que está controlado por las empresas Dakota y BRD. En ambos casos, el Estado será el administrador directo de lo que se recaude, tanto por el estacionamiento como por el acarreo, y quien pagará a las empresas privadas por el control y acarreo de los autos mal estacionados.

A partir de la nueva ley, la Ciudad será dividida en tres zonas y se convocará a licitación para el servicio de grúas, pudiéndose adjudicar sólo una zona por operador. Además, los predios que se destinen para playa de remisión de vehículos acarreados "serán establecidos por el Poder Ejecutivo, constituyendo una mera autorización al adjudicatario de cada zona, para ser utilizados exclusivamente para la guarda de tales vehículos". En tanto la afectación del predio "será por un plazo máximo de cinco años y no constituye derecho, privilegio o usufructo alguno a favor del operador sobre los predios asignados a la prestación del servicio".

La norma aprobada este jueves establece distintas modalidades de tarifas de estacionamiento, pudiendo cada barrio tener más de una tarifa en función del horario, del calendario o la ocurrencia de determinados eventos, y de la demanda que presente la zona. Habrá: Tarifa Sencilla, en la cual el valor de la hora de estacionamiento tiene un valor uniforme para un determinado segmento horario; Tarifas Progresivas tipo 1 y 2, donde el valor de la hora de estacionamiento se va incrementando conforme aumenta la cantidad de horas de estacionamiento, y que se aplicará a sectores que requieran de una alta rotación de vehículos. También se aplicará una Tarifa Residente, por la cual los porteños quedarán exceptuados del pago de la tarifa por estacionar en un rango de hasta 300 metros de distancia de su domicilio. Habrá, además, un cobro especial que se activará en determinadas zonas y días que estén afectados a eventos de concurrencia masiva, como espectáculos deportivos y musicales.

La legisladora Cristina García, miembro informante de la bancada del PRO, defendió la iniciativa y sostuvo que "el sistema de estacionamiento regulado y acarreo viene a ordenar el tránsito" y facilitar la convivencia diaria.

Desde la oposición, la legisladora del Frente de Todos Claudia Neira consideró que “si bien se dio un paso en un sentido positivo, al separar al sistema de grúas del sistema de cobro", cuestionó "la continuidad de la extensión del sistema de estacionamiento medido sin datos urbanísticos serios, sin criterios de densidad, parque automotor, oferta de estacionamientos privados y públicos hace que sea un sistema sin planificación y sólo persiga fines recaudatorios”.

Tras la aprobación de la ley, su compañero de bancada Santiago Roberto dijo que “el gobierno porteño solo piensa en recaudar y en medio de la crisis económica le sigue metiendo la mano en el bolsillo a las y los vecinos". "Ahora ampliarán el estacionamiento medido a todos los barrios cuando la mayoría de los y las porteñas no están de acuerdo con esta ley. Pero (Rodríguez) Larreta se niega a escuchar la opinión de la gente, por eso el oficialismo no le dio tratamiento al proyecto que presenté este año para que sean las y los vecinos quienes decidan mediante un referéndum si están de acuerdo con la ampliación del estacionamiento tarifado a toda la ciudad”.