La periodista de Clarín Natasha Niebieskikwiat completó ayer su testimonio y trató de poner algo de duda sobre su intercambio con el fiscal Alberto Nisman el sábado 17 de enero de 2015 entre las 21.03 y las 21.17. Al tratarse de un diálogo por WhatsApp, Niebieskikwiat dijo que no sabía quién estaba del otro lado porque obviamente ella no podía verlo. Una lectura del cruce de mensajes, por el tono y los contenidos, demuestran que existía familiaridad. Por otra parte, no habría razón para que un supuesto homicida se pusiera a contestar mensajes en el celular de su víctima y menos aún durante un período tan extenso como 14 minutos. 

Niebieskikwiat se dio cuenta que su primer testimonio, hace una semana, resultó una prueba más a favor del informático Diego Lagomarsino y una evidencia contraria a la hipótesis que viene sosteniendo la ex pareja de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, así como la coalición mediática-judicial-política que la respalda. Este sector sostiene que a Nisman lo mataron ese sábado al anochecer cuando Lagomarsino estaba en el departamento del fiscal. Por ello, Niebieskikwiat trató de relativizar su chateo con Nisman al declarar nuevamente ante la fiscalía de Eduardo Taiano, encargado de la investigación. 

En verdad el testimonio de la periodista no es clave ya que está acreditado que Nisman habló por teléfono con el custodio Néstor Durán a las 20.36 y chateó con el periodista de Infobae Toti Pérez Izquierdo a partir de las 20.37. A esa hora, las cámaras del edificio en el que vivía Nisman, Le Parc, registraban a Lagomarsino fuera del complejo, subiéndose a su camioneta. El testimonio de Niebieskikwiat reforzaba esos datos, porque demuestra que Nisman estaba con vida 45 minutos más tarde, cuando Lagomarsino aparecía ya en las cámaras del edificio en el que vive, en Martínez. 

Para argumentar que no sabe quién chateaba con ella, Niebieskikwiat sostuvo que Nisman no era tan seco como en aquel intercambio, aunque señaló que el fiscal estaba cansado y que tal vez su parquedad se debía a esa circunstancia. En verdad, si se analizan los 11 intercambios que mantuvieron Niebieskikwiat con Nisman en esos días, y que surgen del celular de la periodista, en 22 ocasiones el fiscal contestó con monosílabos del estilo de ok, bueno, dale, beso. No se perciben grandes cambios con lo que hablaron en la víspera de la muerte del fiscal. Está claro que quien estaba del otro lado sabía que Niebieskikwiat era periodista porque a las 21.12 le pregunta si la nota del día siguiente sería buena y le dice “igual, siempre te leo”. 

Niebieskikwiat sugirió ayer que hubo alguna campaña contra Nisman orquestada desde familiares de las víctimas del atentado, alineados con el kirchnerismo. Aquel fin de año habrían criticado a Nisman para justificar una supuesta decisión que iba a tomar la procuradora Alejandra Gils Carbó de desplazar al fiscal de la causa AMIA. Lo concreto es que la remoción no se produjo ese diciembre en que la Procuración efectuó varios cambios de importancia y en lo esencial sólo exhibe que Nisman estaba preocupado por su estabilidad en el cargo.