La intención del oficialismo en el Senado es que el debate y votación del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) sea antes de fin de año. El horizonte es el 29 de diciembre. Para esto, el primer objetivo es despejar la ruta parlamentaria de feriados y cuestiones administrativas que interfieren en el cronograma.

El proyecto con media sanción de Diputados ya fue girado a la Cámara alta y se tramita allí con rapidez. A pesar de que la definición sobre las comisiones se esperaba para el lunes próximo, hoy mismo la iniciativa fue girada a las comisiones de Banca de la Mujer (la única que no está integrada por hombres, al frente de Norma Durango) Justicia y Asuntos Penales (a cargo de Oscar Parrilli) y Salud (al frente del radical Mario Fiad).

Las dos primeras están encabezadas por senadores abiertamente a favor de la IVE, mientras que Faid, de Salud, ya se expresó en contra desde 2018. Durango, presidenta de la comisión que actuará de cabecera, aseguró hoy estar convencida de que el Senado "va a lograr esta vez" sancionar la ley de interrupción voluntaria del embarazo y advirtió que si no se consigue la sanción "sería un retraso" para el país y "para las mujeres".

En 2018, cuando el proyecto finalmente fue rechazado por el pleno del Senado, las comisiones a las que fue girado fueron las de Salud, como cabecera y también conducida por Fiad; la de Justicia y Asuntos Penales y la de Asuntos Constitucionales. La exvicepresidenta Gabriela Michetti, por entonces titular del cuerpo, había incluido la de Presupuesto, pero su moción fue rechazada.

Expositores en las comisiones

Lo que también se establecerá el lunes en el cronograma es si durante los plenarios habrá ronda de expositores, tal como ocurrió en la Cámara baja durante las últimas semanas y como el Senado lo hizo en 2018.

Teniendo en cuenta la premura, la discusión en los plenarios de Diputados y los ecos de los argumentos de hace solo dos años, podría decidirse que no haya expositores. O que los haya pero en un plazo breve.

El dictamen

Una vez que los plenarios den por agotada la discusión, se votará el dictamen que abre las puertas al tratamiento en el recinto. Pero aquí hay una diferencia clave con Diputados: en la Cámara baja, el dictamen se votó el miércoles 9 de diciembre y al día siguiente comenzó el debate en el recinto. Esto no puede suceder en el Senado.

El reglamento del cuerpo que preside Cristina Kirchner indica que deben pasar al menos siete días hábiles entre la emisión del dictamen y el tratamiento sobre tablas. Con lo cual, si el dictamen sale entre el miércoles 17 y el viernes 19, el proyecto podrá ser discutido recién a partir del 23, fecha que abre una sucesión de días afectados por el feriado de Navidad.

Por este motivo, la fecha clave es el 29, que podría ampliarse hasta el 30 si la discusión se extiende como en Diputados, donde duró casi 20 horas (aunque con el doble de legisladores que el Senado). O bien el 30, como último plazo sin descartar la extensión hasta las primeras horas del 31.

Lo que queda son días de política y cabildeo. En el oficialismo son optimistas de que el escenario será distinto al de 2018, cuando el Senado rechazó la iniciativa por 38 votos contra 31. Los números de este año son ajustados y están en rojo, pero la luz asoma en la cantidad de indefinidos.