El ex intendente de La Matanza y dirigente del peronismo bonaerense Alberto Balestrini murió a los 70 años producto de las secuelas que le dejó un ACV que sufrió en 2010, cuando ejercía su cargo como vicegobernador de la provincia de Buenos Aires.

Balestrini fue un dirigente de fuste en el peronismo desde finales de la década del ’90, cuando desbancó al menemismo en la intendencia del distrito más grande de la provincia. A partir de ahí se convirtió en uno de los “armadores” clave en la arena bonaerense. Su último cargo partidario fue como presidente del Partido Justicialista (PJ).

El dirigente también fue presidente de la Cámara de Diputados de la Nación e intendente del distrito bonaerense de La Matanza, entre otros cargos que ocupó en su dilatada trayectoria política.

"Tuve por él un enorme afecto, él me pidió colaborar con la Escuela de Formación Política de la provincia de Buenos Aires que impulsó", recordó el senador del FpV Juan Manuel Abal Medina, quien en diálogo con DyN calificó a Balestrini como un "militante íntegro y ejemplar".

El bloque de diputados FPV-PJ, que preside Héctor Recalde, manifestó su "profundo pesar" por la muerte de quien también fuera presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, durante la presidencia de Néstor Kirchner. "Maestro y referente de muchos dirigentes de la provincia, siempre leal al peronismo y a sus convicciones, querido y respetado por propios y extraños, toda su vida se mantuvo apegado a las luchas de las organizaciones sociales y a las necesidades del pueblo", sostuvo la bancada en un comunicado.

Balestrini fue hijo de un militar peronista, estudió magisterio y años después cursó la carrera de derecho. Se graduó como abogado en 1975 en la Universidad del Salvador. Fue diputado nacional entre 1989 y 1995, senador provincial desde 1995 hasta 19992 e intendente del partido de La Matanza por los períodos 1999-2003 y 2003-2005.

En abril de 2010, mientras acompañaba a Daniel Scioli en la gestión provincial, sufrió un accidente cerebrovascular que lo obligó a salir de la escena política. Después de tres años logró recuperar algunos movimientos, pero no volvió a la vida pública.