“Nuestro compromiso continuará tanto tiempo como sea necesario para que Argentina tenga claridad sobre sus objetivos de medio plazo: queremos trabajar juntos”, aseguró este miércoles la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, cuando se le preguntó en una entrevista con el diario español El País si veía factible alcanzar un acuerdo en marzo como espera el gobierno de Alberto Fernández. Además, insistió con la necesidad de que los países latinoamericanos mantengan los programas de ayuda diseñados para transitar la pandemia porque la amenaza de una segunda ola está latente.
La funcionaria de origen búlgaro destacó además la negociación que viene llevando adelante con Argentina. “Trabajamos de forma constructiva con Argentina: hemos hecho dos visitas a Buenos Aires y acabamos de recibir a un equipo [de técnicos] en Washington”, remarcó.
Georgieva destacó además la importancia de los programas económicos de emergencia que desplegaron los países de la región para enfrentar la covid-19 y reitero que la asistencia todavía debe mantenerse. “Aún no estamos fuera de peligro: la pandemia no ha terminado. Es por eso que recomendamos a los países que mantengan el apoyo, centrándolo sobre todo en los más vulnerables, pero que lo mantengan”, sostuvo.
La titular del FMI aseguró que desde los primeros días de la pandemia se ha enfrentado un riesgo muy significativo de incremento de la pobreza en las cuatro mayores economías de Latinoamérica: Brasil, México, Argentina y Colombia. “Si se ha contenido esto es, precisamente, gracias a esas políticas de apoyo. Y la primera prioridad debe seguir siendo evitar que la pobreza se dispare. Quitar ese salvavidas prematuramente es un peligro en términos de pobreza y desigualdad. Y retirar ahora el apoyo también obstaculizaría la recuperación”, dijo Georgieva.
Para reforzar su argumento aseguró que los países que más rápido se están recuperando tienen en común haber logrado controlar la pandemia y haber ayudado a las personas y a las empresas. Son los casos de China, Vietnam y Corea del Sur, que cerrarán 2020 con tasas de crecimiento positivas.
La declaración de la economista es en respuesta al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien aseguró que no extenderá los programas de ayuda más allá de este 21 de diciembre. La situación es atípica porque por lo general siempre ha sido el FMI el que ha instado a los países de la región a recortar sus niveles de gasto, enfrentando la resistencia de los gobernantes locales. Ahora es el Fondo el que pide mantener la ayuda y Bolsonaro es quien quiere profundizar el ajuste fiscal.
Georgieva ve necesario que los gobiernos latinoamericanos apuntalen la actividad económica porque considera que, pese a la aparición de las vacunas, el riesgo de la segunda ola, que está golpeando duro a Estados Unidos y Europa, sigue siendo una amenaza cierta para América Latina y si llega el golpe podría ser más duro aún de lo que se está viendo ahora en Europa. De hecho, la directora general del Fondo remarcó que América Latina tiene el 8 por ciento de la población mundial, pero ha sufrido el 20 por ciento de los contagios y el 30 por ciento de las muertes por la fragilidad que tienen los sistemas de salud en los distintos países. “Esperamos que, a futuro, los países prioricen la inversión en salud, en educación y en protección social”, insistió.
“Reconocemos que América Latina ha estado trabajando duro para reducir la desigualdad antes de la crisis, pero también es cierto que entró en la pandemia siendo la región más desigual del mundo. Y, lamentablemente, la historia nos dice que una pandemia conduce a una mayor inequidad y que esta tiende a mantenerse en el tiempo”, advirtió.
Cuando le preguntaron qué riesgos económicos observa en el rebote que se espera para 2021 y 2022 sostuvo que hay un riesgo de que la recuperación sea en forma de K. “con los más formados, generalmente vinculados a lo digital, volviendo rápidamente [a la situación previa a la crisis] y los menos formados y menos conectados digitalmente quedándose atrás”. Por eso subrayó en el papel clave que deben cumplir los Estados.