La senadora por Santa Fe María de los Ángeles Sacnun, del Frente de Todos, es una de las voces que se alza en la Cámara Alta en defensa de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Una vez más, en el plenario de comisiones del Senado de la Nación se escucharon argumentos a favor y en contra de la ley. De un lado, quienes apoyan la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, se vuelve a hablar de la autonomía de las mujeres, como expresó de manera brillante Aída Kemelmajer de Carlucci, la ex integrante de la Corte Suprema de justicia de Mendoza. Argumentos jurídicos, sociales y médicos para la ampliación de derechos. Quienes se oponen, oscilan entre plantear la supremacía del feto sobre los derechos de la mujer y llegan hasta plantear que se combate la pobreza matando a niños pobres por nacer. “Este no es un debate exprés, como se dijo en el plenario de Comisiones, porque quienes no conformaban la cámara en el año 2018, tienen acceso a la taquigráfica completa, no solamente del Senado, también de diputados. Cada uno tiene su posición, quien quiera fundarla tiene elementos de sobra, tanto a favor como en contra de la IVE”, dice la legisladora, que votó a favor en 2018, y fue una de las más activas en las audiencias de esta semana que presidió Norma Durango. La apuesta de las senadoras oficialistas que están trabajando es “llegar con holgura” al debate, y que no haya lugar para sorpresas.

La pelea es voto a voto para el resultado del 29 de diciembre, con el objetivo de reducir daños en el Bloque del Frente de Todos que tiene a su presidente, José Mayans, nada menos, como una de las principales espadas contra la ley.

Y aunque la apuesta es a mantener la armonía entre verdes y celestes, Sacnun, le paró el carro al expositor Alberto Bianchi, quien había hablado de “autoritarismo” del gobierno por sanciones para los médicos que obstaculicen el acceso a la IVE.

--En la sesión del martes, cruzó al expositor Alberto Bianchi. Si bien hasta ahora el debate fue más sosegado que en 2018 ¿por qué cree que en el Senado se da una situación más belicosa?

--La verdad es que quiero resaltar que, comparado con el debate de 2018, cada sector con sus razones, con sus fundamentos, ha puesto el eje no en descalificar la posición del otro sino en tratar de fundar acertadamente su posición. Y me parece que esto es correcto, porque la verdad es que en 2018, muchas veces, yo creo que fruto del desconocimiento de los términos del debate, se producían algún tipo de descalificaciones donde parecía que quienes acompañamos la Interrupción Voluntaria del Embarazo hubiéramos estado en contra de la vida o a favor de la muerte. Eso no lo vimos en este debate, y me parece que eso también es interesante. Como tampoco nosotros les pusimos a los demás el mote de antiderechos. Me parece que ambos extremos son obstructivos a un debate que tiene que ser con altura.

Sí planteé la cuestión de orden público, porque por supuesto que esta es una ley de orden público, no puede ser de otra manera. No puede ser una ley sometida a la voluntad de las partes. La verdad es que en ese caso estaríamos frente a un derecho que después no se puede hacer efectivo. Más allá de que se pusieron algunas cláusulas que tienen que ver con la objeción de conciencia, pero también hay cláusulas garantizadoras del ejercicio de este derecho. Por eso debe ser, ineludiblemente, de orden público. Pretender que en un sistema jurídico las leyes de orden público son emergentes de un sistema autoritario... no se puede dejar pasar eso. Y menos quienes venimos del Derecho, conocemos el sistema jurídico y sabemos de qué se trata una ley de orden público. Por eso al finalizar, cuando contestó, le dije que él no tenía ningún tipo de objeción respecto del orden público de la penalización de las mujeres, porque eso está inserto en el derecho penal argentino. Pero claro, la objeción aparece cuando se trata obstaculizar una herramienta que busca justamente empoderar a las mujeres.

--Si bien usted misma planteó que este año el escenario es más favorable, nadie anuncia una victoria holgada. ¿Por qué es más difícil instalar la agenda de ampliación de derechos en la Cámara Alta?

--Evidentemente, porque la cámara alta tiene una representación igualitaria de todas las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y ustedes saben que la expresión del movimiento de mujeres ha sido mucho más fuerte en los sectores urbanos que en las provincias, por lo menos en los sectores donde hay una mayor cantidad de población. Me parece que ahí hay algo sobre lo que debemos también trabajar, que tiene que ver con la movilización, con la conciencia, con que el movimiento de mujeres se haga cada vez más popular, no en el sentido de la popularidad, sino de la composición del movimiento de mujeres. A mí me gustaría que en el movimiento de mujeres hubiera muchas más mujeres de los barrios populares, de las provincias, y esto es un proceso que hay que entenderlo. Esto no se le adjudica a nadie, son procesos políticos de concientización en cuanto a los derechos y me parece que en las provincias argentinas existen muchas posiciones contrarias a la interrupción voluntaria del embarazo. Lo vemos en mi provincia, Santa Fe, donde la Interrupción Legal del Embarazo no se aplica igual en toda la provincia. Tenemos dos provincias, una de Rosario al sur y otra del centro, desde Santa Fe hacia el norte. Existen otro tipo de cultura, otro tipo de idiosincrasia, me parece que hay que ser profundamente respetuosos de eso. Pero la representación de las provincias en ese pie de igualdad, es distinta a la representación del pueblo de la Nación en la Cámara de Diputados, y eso se expresa a la hora de contar los votos.

-- A diferencia de 2018, este año la presidencia del Senado, a cargo de Cristina Fernández de Kirchner, no trabaja abiertamente en contra de la iniciativa de IVE como sí lo hizo Gabriela Michetti ¿cómo impacta eso en el tratamiento?

--Impacta fuertemente y me parece que coadyuva a que se puedan construir consensos en el ámbito del Senado. Me parece que una decisión absolutamente correcta de la presidenta del Senado fue el giro a las comisiones, darle la cabecera a la Banca de la Mujer, que fue uno de los primeros planteos que hubo, que si la discusión era en los términos de la comisión de salud pública, la cabecera debía ser la comisión de Salud (que preside Mario Fiad), y la verdad es que yo estoy convencida de que debía ser la Banca de la Mujer, que es la que representa la perspectiva de género. Más allá de que el reglamento no lo diga, en la realidad práctica esa Banca de la Mujer es la que representa a todos estos sectores que de alguna manera venimos planteando. Y no solo esta cuestión de la IVE, sino la ampliación de derechos y la participación de las mujeres que en la Cámara de Senadores, desde que ingresó Cristina, se ha visto claramente impulsada por la cantidad de presidencias de las comisiones más importantes que ocupamos las mujeres. En mi caso ocupo la presidencia de la comisión de Asuntos Constitucionales. Fue un acierto haberle dado la cabecera a la comisión que preside Norma Durango y por supuesto darle participación a la comisión de Justicia y asuntos penales, porque estamos despenalizando a las mujeres y a las personas gestantes, y también por supuesto a la de Salud porque estamos hablando de una cuestión de salud pública.

Yo siempre digo lo mismo, y lo digo como cristiana, porque soy una persona creyente, no soy agnóstica: más allá de nuestra conciencia personal y particular en nuestra vida privada, nosotros estamos allí para representar a los intereses de la sociedad en su conjunto. Y está demostrado, está demostrado con las estadísticas, que frente a la legalización se reducen fuertemente la cantidad de prácticas de abortos. ¿Por qué ocurre esto? porque también nosotros decimos que hay una etapa previa, que tiene que ver con la Educación Sexual Integral, con el acceso a los anticonceptivos, como parte de la prevención de los embarazos no deseados, porque estamos cuidando la salud integral de nuestras niñas y nuestras adolescentes. Frente a tantos embarazos en niñas que se producen como consecuencias del abuso sexual, ¿no amerita que el Estado esté acompañando, que el Estado esté garantizando la salud de esas niñas, de esas adolescentes, que esté previniendo esos embarazos no deseados? Que esté concientizando a los varones, que son los responsables de esos abusos sexuales que generan embarazos en niñas. ¡Cómo no vamos a interpelarnos como sociedad frente a esto!

--Por el liderazgo de la presidenta del Senado, hay una fantasía de un sector de la población de que sea Cristina Fernández de Kirchner la encargada de desempatar ¿Es un escenario deseable o es mejor llegar con más holgura?

--No, no, a ver. Nosotros abogamos para que no haya que desempatar, para que tengamos una mayoría que se pueda expresar en el ámbito del Senado. El desempate  no le quita legitimidad a la sanción de una ley, lo sabemos, es lo que establece el procedimiento parlamentario, pero buscamos la mayoría. Nosotros creemos que esta ley se sanciona y llega, si bien hoy no le estamos dando tratamiento,  junto al acompañamiento de las mujeres que decidan seguir y llevar adelante su embrazo: la ley de los 1000 días. Hay una voluntad del Estado de acompañar a aquella mujer o persona gestante que quizás no puede llevar adelante su embarazo, no porque no quiera ser madre, porque decida no maternar, sino porque no puede hacerlo por una condición económica, y en ese caso el Estado sí tiene que garantizar. Está todo dentro de la discusión y del debate. Aspiramos a conseguir el número y no llegar tan ajustados a la sesión.

--Entendemos que esta problemática es transversal a los partidos políticos, y así lo demuestra la existencia de varios senadores celestes en el Frente de Todos, pero al mismo tiempo desde la oposición hay presiones para el alineamiento político ¿le consta? ¿cree que prevalecerá la conciencia de cada legislador?

--En el caso del Frente de Todos, el presidente de la Nación, Alberto Fernández fue muy claro en su campaña política y de hecho no solamente se comprometió frente al movimiento de mujeres, de géneros, de diversidades, a mandar esta ley. Sino que además lo dijo en el momento de la apertura de las sesiones ordinarias en la Asamblea Legislativa. Él manifestó expresamente frente al Congreso de la Nación, que iba a mandar este proyecto. Me parece que, en este sentido, mas allá de la conciencia particular, que es absolutamente respetable, puede haber sectores que quizás repiensen su voto, frente al acompañamiento del gobierno y a un presidente que mandó el proyecto y no se desentendió o tuvo un doble juego. No hubo hipocresías acá, siempre se planteó de cara a la sociedad cuál era el pensamiento del presidente de la Nación y de nuestro proyecto político. Respecto de Cambiemos, la verdad es que habría que revisar cuáles fueron las posiciones en el año 2018 y cuáles son las que se están teniendo ahora. Me exime de más palabras el presenciar solamente el debate en comisiones.

--Hay publicaciones en diarios que plantean el cambio de voto de senadores de Cambiemos que en 2018 votaron a favor y esta vez lo harían en contra por especulaciones políticas ¿cree que podrían hacerlo para retacearle una victoria al gobierno nacional?

--Espero que no sea así, porque la verdad es que en 2018, cuando Mauricio Macri sometió a consideración el proyecto, nosotros en el Senado, siendo minoría, tuvimos una conducta y una actitud de acompañamiento sin ningún tipo de especulación política y se mostró en la votación. De hecho, Cristina Fernández de Kirchner votó favorablemente el proyecto, cuando históricamente había tenido una posición, como la hemos tenido muchos que tenemos una creencia determinada. Había tenido un planteo de oposición a un proyecto de ese tenor y sin embargo en pleno gobierno de Mauricio Macri, Cristina Fernández de Kirchner acompañó el proyecto. La verdad es que eso demostraría, si uno hiciera un paralelismo, el nivel de mezquindad política, si deciden someter una cuestión de salud pública, que tiene que ver con cuidar a las mujeres y a las personas gestantes, con garantizar un Estado presente y evitar que se sigan produciendo muchas muertes de mujeres, por las condiciones lamentables en que en la clandestinidad se llevan adelante los abortos, sería muy triste y hablaría muy mal de quienes especulen con esto.