Por primera vez en su carrera, Roger Federer no jugará el Abierto de Australia para continuar con la recuperación de su rodilla derecha. La pandemia de covid-19, paradójicamente, que llevó al retraso del primer Grand Slam del año le había abierto a Federer una oportunidad para prolongar su recuperación y llegar al certamen que se disputará del 18 de enero al 8 de febrero, pero finalmente se confirmó que el exnúmero 1 del mundo no podrá reponerse a tiempo.  

"Finalmente, Roger no tuvo tiempo de prepararse para las condiciones de un Grand Slam y está muy decepcionado por no poder venir a Melbourne en 2021", lamentó el presidente del Abierto de Australia, Craig Tiley, y confió en que Federer continúe en el circuito:  "Le deseamos lo mejor mientras se prepara para su regreso más adelante y esperamos verlo en Melbourne en 2022".

El suizo, que cumplirá 40 años el próximo 8 de agosto, fue intervenido en julio pasado --en plena suspensión del circuito por el coronavirus-- con una segunda artroscopia de la rodilla derecha en cuatro meses.  Por eso, el retraso de un mes para el inicio de los partidos en el Melbourne Park había encendido las esperanzas de ver al seis veces campeón del torneo australiano. Sobre todo cuando se supo que comenzó los trabajos de pretemporada en Dubai

Federer había anticipado su posible baja durante una entrega de premios días atrás: "Habría esperado a estar al 100% desde el mes de octubre. Pero no estoy a ese nivel, ni siquiera ahora. Corre el riesgo de ser muy justo". "La prioridad será el verano con Wimbledon, los Juegos Olímpicos y el Abierto de Estados Unidos",  explicó el suizo

El de Basilea, 5º en el ranking de la ATP, lo ha ganado todo excepto el oro olímpico en categoría individual (ganó el oro en dobles con Stan Wawrinka en Pekín en 2008 y la plata en individuales en Londres en 2012).

Por otro lado, su representante Tony Godsick se mostró tranquilizador este lunes: "Ha hecho grandes avances estos últimos meses en cuanto a los dolores de rodilla y a la condición física", dijo en un comunicado donde cita "finales de febrero" como posible regreso de Federer a una competencia.

El Abierto de Australia y  las medidas por la covid-19

El Abierto de Australia se disputará por tanto sin una de sus grandes atracciones y en unas condiciones inéditas, con un aforo de espectadores reducido a la mitad. Los organizadores del Abierto de Australia y la ATP debieron retrasar tres semanas las fechas del torneo a petición de las autoridades australianas para establecer medidas sanitarias sin precedentes con el fin de evitar la propagación de la covid-19.

Los jugadores tendrán que llegar a Australia a partir del 15 de enero para guardar una cuarentena de dos semanas en una "burbuja sanitaria" instalada alrededor de Melbourne Park, sede del torneo.

Los participantes también tendrán que permanecer en los hoteles que se les reservarán y no podrán estar fuera de estos establecimientos más de cinco horas por día para sus entrenamientos.