A los 53 años y con más de 30 de carrera con la naranja, Laura Cors volvió a su Bahía Blanca natal respondiendo al llamado del campeón olímpico Pepe Sánchez, presidente de Bahía Basket y líder de la franquicia. La ex jugadora y DT, que trabajó durante dos décadas en Lanús y formó parte del cuerpo técnico de los seleccionados nacionales, no fue convocada como entrenadora en jefa ni como asistente: ella forma parte de un cuerpo técnico horizontal compartiendo el rol principal con Martín Luis y Augusto Meneses. El primero está abocado al ataque y el segundo a las situaciones especiales, mientras que a Laura le tocan el rubro defensivo y la historia, pues es la primera mujer que ocupa ese lugar en un equipo del máximo nivel nacional.

¿Cómo es trabajar en este esquema de staff horizontal?

–Creo que integrar un cuerpo técnico horizontal es innovador. Está bueno, no me sorprende que Pepe Sánchez pueda hacer estas cosas y también es cierto que le está dando a la mujer un rol muy importante. La verdad es que todo lo que fue pasando se fue dando, no estuvo planeado, es romper con todos los paradigmas.

Es un proyecto integral…

–Exacto, en el Dow Center hay una movida muy importante con cursos de perspectiva de género, la instalación de un baño binario, señalética e información sobre qué hacer en caso de violencia de género. Si bien tal vez lo más visible es el rol que se le da a la mujer, el compromiso del proyecto es más profundo y la verdad es que está muy bueno.

¿Cómo se balancea el aprendizaje con la urgencia de la competencia?

–A veces no tenés que meterte tanto en la urgencia de la competencia para no perder el foco y no desviarte del camino y del proceso. Primero tiene que estar el abc y después ir a otras cosas superiores, vamos de la mano de eso. Claro que te cuesta porque la urgencia de la competencia implica un montón de ajustes que en este momento no estamos preparados para hacer o para trasmitírselo a los jugadores. Entonces siempre cuando vemos situaciones complejas donde tener que llevar al equipo, primero pensamos y priorizamos el proceso antes de la competencia. Todos queremos ganar pero entendemos que son chicos, que las cosas van a llegar a la larga y no nos tenemos que desviar de ese camino.

Trasmitís mucha tranquilidad en tu forma de hablar, ¿eso ayuda a la hora de dar indicaciones en momentos de mucho estrés como lo es un partido de este nivel?

–Los entrenadores hacemos un poco nuestro rol pero también jugamos con muchas situaciones que tienen que ver con el aspecto psicológico, tratando de bajar los estresores. Cuando dirigía mujeres mantenía un nivel de estrés alto y por ende los transmitía al juego. Ahora siento que yo estoy más tranquila y eso colabora a cumplir con la meta y si no, quedará como un aprendizaje, como una oportunidad de mejora.

Entrenar sobre el error.

–Con el equipo trabajamos con el término “oportunidades de mejora”, lo llamamos así. Pasamos videos de situaciones que no se pudieron concretar y tratamos de que las vean para poder mejorarlas para el próximo partido.


Te anunciaron, comenzó la competencia y explotó la burbuja de la Liga. ¿Imaginaban que podía pasar?

–Creo que todos sabíamos que se iba a pinchar. Sin ser especialista y sin ánimo de meterme en un área que no me corresponde, veíamos que sí porque había cosas que nos sorprendían y fue una pena. Además de cortar la temporada, lo más grave fueron los problemas de salud, en el club pasamos de tener 5 contagios a 10. El básquet es un juego pero la salud es más importante y, por suerte, no sucedió nada grave.

¿Dónde te gustaría encontrarte más adelante?

–No puedo imaginarme dónde puedo llegar a estar en un futuro, siempre digo que me gusta ser mi mejor versión donde estoy... Me gustaría seguir trabajando en este ámbito porque me gusta la adrenalina que vivo, este nivel de juego; me gustaría continuar trabajando en este nivel pero la verdad es que no me lo propongo. Busco ser mi mejor versión y eso es mucho, porque es un trabajo diario con una capacitación constante. Ahora se dificulta un poco más pero siempre estoy haciendo algún curso o mirando algo nuevo, me inquieta mucho capacitarme, me gusta.

Aunque no lo hayas buscado, terminás siendo referencia para un montón de mujeres que les gustaría llegar adonde estás vos.

–No me siento en el lugar de dar un mensaje, pero la única realidad es esta verdad. Sucedió y creo que va a ilusionar y va a darles el empujón necesario a esas entrenadoras que se prepararon para trabajar en este deporte, para que puedan alcanzar un espacio como este en un cuerpo técnico de un equipo masculino, o incluso dirigir en un equipo de mujeres, porque actualmente hay una sola mujer entrenadora en la Liga Femenina. Lo más importante es todos los días ser mejor y puede llegar cualquier cosa, pero hay que estar preparado para recibirlo.

*Romina Sacher