El Partido Demócrata se acerca cada vez más a obtener el control del Senado de los Estados Unidos, donde los republicanos son mayoría desde el 2015. En las elecciones en el estado de Georgia, el demócrata Raphael Warnock ganó uno de los dos escaños en juego y su compañero de partido Jon Ossoff lidera el otro escrutinio.

"Esta noche, demostramos que con esperanza, trabajo duro y la gente a nuestro lado, todo es posible", dijo Warnock a sus seguidores en un discurso virtual difundido por varios medios. Su oponente, la senadora republicana saliente Kelly Loeffler, aún no ha admitido la derrota.

Warnock, de 51 años, obtuvo el 50.6 por ciento de los votos, convirtiéndose así en el primer senador afroestadounidense en representar al estado sureño de Georgia, después de haber sido pastor de una iglesia de Atlanta en la cual predicó el líder de los derechos civiles Martin Luther King, asesinado en 1968.

Por su parte, Ossoff se posiciona con el 50,2 por ciento de los votos frente al senador republicano saliente, David Perdue, aunque todavía no terminó el recuento de boletas. De consagrarse vencedor, Ossoff, de 33 años, se convertiría en el senador demócrata más joven desde 1973, cuando accedió a su banca el actual presidente Joe Biden.

Si se confirma el triunfo de Ossoff en este estado sureño y tradicionalmente conservador, sería un nuevo revés para el Partido Republicano, que tras haber perdido la Casa Blanca se quedaría sin el control del Senado. En las elecciones presidenciales, Joe Biden resultó ganador en Georgia por un margen ajustado.

Con una doble victoria en Georgia, los demócratas contarían con 50 asientos en el Senado, igual que los republicanos. Pero la futura vicepresidenta Kamala Harris tendrá el poder de romper el empate, y así inclinar la balanza al lado demócrata.

Más de tres millones de electores, un 40 por ciento de los inscritos en el estado, votaron con antelación, un récord para una segunda vuelta senatorial en Georgia. Según Dave Wasserman, analista del Cook Political Report, la participación en estos comicios recuerda la ola demócrata en las elecciones a la Cámara Baja hace dos años. "Esto es lo que vimos en 2018: muchos votantes de Trump simplemente no se manifiestan cuando Trump no está en la boleta electoral", opinó.

Durante la campaña en Georgia, tanto el presidente electo como el saliente resaltaron la importancia de estos comicios. El lunes, Donald Trump advirtió a sus electores que esta sería "su última oportunidad de salvar al Estados Unidos que amamos". “Salgan a votar”, escribió luego en su cuenta de Twitter.

En su cruzada para asegurar que “ganó la elección” de noviembre, Trump convocó a una movilización a la Casa Blanca para este miércoles, cuando el Congreso debe reconocer formalmente el triunfo de Biden en el Colegio Electoral por 306 contra 232.

Según el protocolo, será el actual vicepresidente Mike Pence quien reconocerá al candidato demócrata como nuevo presidente en la sesión bicameral. Sin embargo, Trump sostiene que su compañero de fórmula puede desconocer el resultado electoral.

“Si el vicepresidente Mike Pence da un paso al frente, ganaremos la presidencia”, tuiteó Trump. Muchos integrantes de la Cámara de Representantes y el Senado prometieron apoyarlo, aunque varios pesos pesados republicanos, incluido el líder de la Cámara alta Mitch McConell, admitieron la victoria de Biden.