Omar Perotti y Pablo Javkin se mostraron juntos ayer para formalizar un aporte de 329 millones de pesos de la Provincia al municipio, la última parte de lo que la Casa Gris debía transferir a la salud pública rosarina en 2020. De esa manera, Rosario completó el aporte provincial de $3075 millones, solo que el intendente no dejó pasar la ocasión para revelar que un tercio de ese monto ya Miguel Lifschitz se lo había otorgado como adelanto a Mónica Fein en 2019.

"Es una cifra de mucho impacto como para no poder darle la importancia que tenía en 2020", remarcó Javkin en alusión a más de 900 millones que tomó su antecesora y que le faltaron a esta gestión el año pasado, justo con la pandemia. El semblante del jefe municipal desde que apareció en el salón de la delegación local de Gobernación era circunspecto, atípico para la expresión de un intendente que está por recibir una millonada para su administración. Luego, cuando soltó este palo para la socialista Fein los presentes en el acto entendieron el motivo de esa hosquedad. Así salió a la luz una de las varias cuentas pendientes que hay hacia el seno del cada vez más minado Frente Progresista Cívico y Social.

El intendente rosarino fue, no obstante, condescendiente con su anfitrión y ponderó el gesto de completar el aporte. “Debemos consolidar la red en salud pública entre provincia y municipio. Tenemos un vínculo basado en un convenio, atendiendo a las nuevas demandas de salud, mucho más en un contexto de pandemia. A los valores del año pasado tuvimos que tomarlos con la actualización correspondiente. Pero además, había casi mil millones de pesos de 2020 que se habían utilizado en 2019, una cifra de mucho impacto como para no poder darle la importancia que tenía. Reconocemos que la provincia está aportando esta suma a la ciudad y con la importancia de ratificar un camino de trabajo en común. Acá hay un reconocimiento muy importante de la provincia”, valoró Javkin.

Un documento del Ministerio de Salud divulgado ayer tras la conferencia de prensa le dio contexto a la necesidad de los hospitales rosarinos de oxigenar sus cuentas. Ese informe detalla que el 45 por ciento de quienes habitan Rosario y Gran Rosario no cuenta con obra social, por lo que toda esa demanda (casi la mitad de la población) recae en la red de salud pública, es decir, centros de salud y hospitales provinciales y municipales. Otro dato de ese informe es que la mitad de los trabajadores en esta estructura dependen del Estado provincial, y la otra, del municipio de Rosario.

Perotti, por su parte, eligió no hacerse eco de la estocada proferida a su lado ni echar más nafta al fuego. Enfocó, en cambio, en la utilidad de los fondos transferidos para fortalecer el sistema sanitario en el marco de la pandemia. Y además, prefirió resaltar el puente que él y Javkin han sabido sostener hasta ahora. “La prestación de salud en Rosario y Gran Rosario es una de de las instancias de mayor preocupación para nosotros. Y la coordinación entre municipio y provincia tiene que expresarse en respuestas concretas a la gente. Tenemos que administrar bien en efectores públicos, tanto provinciales como municipales, para no duplicar los esfuerzos y dar una continuidad a las erogaciones en salud, es dar tranquilidad a cada beneficiario. Nos quedan cosas por mejorar, sin duda, para que haya prestaciones más rápidas y ese será el objetivo. Pero se ha definido continuar y tener una previsibilidad en el trabajo con el convenio de salud entre provincia y municipio, ajustando los valores y poniendo en funcionamiento una comisión, garantizando los recursos para el municipio en el año 2021”, señaló el rafaelino.

Tanto provincia como municipalidad aguardan la llegada de la segunda dosis de la vacuna Sputnik V y priorizan su aplicación inmediata. Lo dijo Perotti: "Ojalá podamos entrar al otoño con la mayor cantidad de gente vacunada". Y Javkin adelantó: "Esperamos que en marzo salgamos a vacunar masivamente. Es la prioridad de la red de atención primaria".