Se espera para las próximas horas la autorización de la ANMAT para aplicar la Sputnik V a mayores de 60 años, según ya lo había anticipado el ministro de Salud Ginés González García. Desde el organismo informaron a Página/12 que la autorización estaba, al cierre de esta edición, todavía en estudio. Fuentes del Gobierno indicaron días atrás que la intención es avanzar con la vacunación de este grupo etario entre fines de enero y principios de febrero, momento en el que el país contará con un nuevo cargamento de dosis.

Según indicó González García, el esperado aval llegará una vez que se termine de traducir del ruso al inglés y al castellano un informe técnico de más de 200 páginas con los resultados de las pruebas, emitido por el Fondo Ruso de Inversión Directa, según el cual la Sputnik V es efectiva en mayores de 60. Desde el sábado trabajaba en este documento un equipo de traductores.

Son 7.414.866 los adultos que componen el principal grupo de riesgo en Argentina. El Gobierno indicó que quienes lo conforman serían vacunados entre fines de enero y principios de febrero. De acuerdo al PDF que detalla el operativo oficial, recibirán la vacuna en principio los mayores de 70 años y residentes de hogares. Se continuaría con adultos de 60 a 69 años, las fuerzas armadas y de seguridad y personal de servicios penitenciarios, adultos de 18 a 59 de grupos de riesgo, personal docente y no docente de los niveles inicial, primaria y secundaria.

La noticia se espera en momentos en que el Ejecutivo comienza a completar el esquema de vacunación en quienes recibieron la primera dosis. Este martes por la mañana, González García había adelantado que era "cuestión de horas" la aprobación por parte de ANMAT. Hizo declaraciones en el marco de la recepción de las segundas dosis de la Sputnik V en el Hospital Posadas. Los médicos de la institución recibieron la segunda dosis, completando así el esquema indicado por Gamaleya, el instituto ruso que elaboró la vacuna.

"Con la distribución por parte del Ministerio de Salud de 152 mil dosis del segundo componente de la vacuna Sputnik V a todo el país, las jurisdicciones podrán completar el esquema de dos dosis", precisó recientemente el Gobierno en un comunicado. A partir del martes, aquellas personas que recibieron la primera dosis comenzaron a acceder a la segunda para cumplir con el plan nacional de inmunización.

Las 300 mil dosis con el segundo componente llegaron el sábado al mediodía en un vuelo de Aerolíneas Argentinas proveniente de Moscú. Asimismo, el Gobierno pondrá en marcha a partir de este jueves un operativo para traer 5 millones de vacunas en las próximas semanas. Desde Moscú ya informaron que las dosis firmadas por contrato están disponibles y Aerolíneas se prepara para traer el primer millón de vacunas en tres vuelos. Desde Casa Rosada afirman que esto se concretará entre el 21 y el 24 de enero.

La aplicación de la vacuna en mayores de 60 años fue un tema que generó polémica en Argentina --primer país extranjero en autorizar la Sputnik--, especialmente a fines de diciembre, cuando el presidente Vladimir Putin, de 68 años, afirmó: "Yo atiendo a las recomendaciones de nuestros especialistas y por eso por ahora no me he puesto la vacuna, pero lo haré sin falta cuando sea posible". 

La polémica se saldó, en parte, con el anuncio de que el fármaco era apto, de acuerdo al Ministerio de Salud ruso, para mayores de 60. Casi la mitad de las personas que recibieron la Sputnik V en Moscú pertenecen a ese grupo, de acuerdo a lo informado por las autoridades.

"(La aprobación de ANMAT) es una de las noticias más esperadas desde aquella declaración de Putin. Se hizo una revolución tremenda. Es una noticia esperada porque la mayor mortalidad la tenemos justamente en las personas mayores de 60. Toda esta campaña de vacunación que se está haciendo en la Argentina es para prevenir la enfermedad, los casos severos y en lo posible, la muerte. Tener esta autorización nos permitirá iniciar la vacunación a uno de los principales grupos de riesgo. Además, contamos hoy certeramente con esta vacuna", dice a Página/12 la bioquímica Daniela Hozbor, investigadora principal del Conicet.

El dossier en estudio no se hizo público. Se sabe que es voluminoso. "Las vacunas pasan por un montón de estadíos. Uno de ellos es de ensayos clínicos en humanos. Se van haciendo secuencialmente estas fases. La más nombrada es la 3 porque es la última", explica Hozbor. Precisamente, el informe que se analiza en ANMAT remite a la fase 3, que contiene resultados en torno no sólo a la seguridad, sino también a la eficacia de la vacuna. "La seguridad, en realidad, se evalúa desde fase 1. En la 3 se incluye un número grande de individuos. Cuando se dice seguridad se evalúan reacciones adversas de una gradación variable, desde leves hasta de una gravedad que requiere hospitalización. ANMAT analiza eso: las reacciones adversas, si son leves o moderadas en la proporción esperable. En qué proporción apareció fiebre, fatiga, decaimiento, dolor de cabeza."

"En Rusia hace rato que se aplica la vacuna para mayores de 60 años y se comprobó que no había ninguna reacción adversa desmedida. La Sputnik publicó los resultados de fase 1 y 2, datos de seguridad, además de inmunogenicidad. En el caso del desarrollo de vacunas en períodos pandémicos, se combinaron fases para reducir tiempos", detalla la especialista. El 42 por ciento, es decir casi la mitad de los que recibieron vacunas contra la covid-19 en los centros médicos de Moscú, son personas mayores de 60 años, en un proceso que mostró "un buen funcionamiento en términos de seguridad". "Según los medios de Rusia, la vacuna se comporta en este grupo etario de la misma manera que en otros grupos poblacionales, con reacciones entre leves y moderadas", añade Hozbor.

Una vez que la vacuna se aplique a mayores de 60 en el país, corresponde a los ministerios de Salud tanto nacional como provinciales hacer un seguimiento de la aparición de reacciones adversas. "Lo importante es lograr que todos los países adquieran estas vacunas que los entes reguladores están diciendo que se pueden utilizar, que lleguen de manera equitativa a toda la población del mundo, y se apliquen sin discusión. Estamos sensibles, agobiados, con un exceso de información que en algunos casos no es profundo, y es tironeada desde el punto de vista político. Si el ente autoriza hay que creer en eso", concluye la profesora de la Universidad Nacional de La Plata.