El Papa Francisco advirtió que es necesario recordar siempre el Holocausto "porque estas cosas pueden suceder otra vez". Durante la audiencia general celebrada sin fieles debido al coronavirus, el sumo pontífice recordó que todos los 27 de enero se conmemora el Día Internacional en Memoria de las víctimas del Holocausto, fecha que coincide con la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz en 1945, y advirtió: "Cuidado con cómo empezó este camino de muerte".

En sintonía con el Papa, el secretario general de la ONU Antonio Guterres llamó a la unidad de la comunidad internacional frente a los "evidentes signos de resurgimiento del antisemitismo y la negación del Holocausto", un fenómeno que encuentra un caldo de cultivo favorable con la crisis derivada de la covid-19. Por su parte la canciller alemana, Angela Merkel, sostuvo que el recuerdo de las víctimas de Auschwitz es una "responsabilidad eterna" para las generaciones presentes y futuras.

"Recordar es una expresión de humanidad"

"Conmemoramos a las víctimas de la Shoah y a todos los perseguidos y deportados por el régimen nazi", dijo el Papa Francisco al final de la audiencia general celebrada en la biblioteca del Palacio Apostólico. "Recordar es una expresión de humanidad, recordar es signo de civilización. Recordar es condición para un futuro mejor de paz y fraternidad", señaló el sumo pontífice. 

Más adelante agregó: "Recordar es tener cuidado porque estas cosas pueden volver a suceder, comenzando con propuestas ideológicas que quieren salvar a un pueblo y terminan destruyendo a un pueblo y a la humanidad. Atención a cómo empezó este camino de muerte, exterminio, brutalidad".

En relación a la catequesis de la fecha, dedicada a la Biblia, Francisco pidió que su lectura "vaya acompañada de oración" porque "no se puede leer como una novela". "Me molesta un poco cuando escucho a los cristianos recitar versículos de la Biblia como loros. ¿Pero has encontrado al Señor con ese versículo? No es sólo una cuestión de memoria sino de corazón", concluyó.

Pedido de la ONU y compromiso de Merkel

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo en un video destinado a conmemorar el Dia en Memoria del Holocausto que la pandemia de coronavirus le dio nueva ocasión a los supremacistas blancos y los neonazis para atacar a las minorías por motivos de religión, raza, etnia, nacionalidad u orientación sexual. "Los neonazis y sus ideas están ganando respetabilidad", denunció Guterres en una ceremonia virtual que conmemoró la liberación del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau por las tropas soviéticas 76 años atrás. 

Guterres remarcó que el contexto de crisis provocado por el coronavirus constituye para esos grupos extremistas una oportunidad para propagar sus ideas. "Juntos tenemos que unir urgentemente nuestros esfuerzos contra el peligro que plantean", planteó el político portugués. "No existe todavía una vacuna contra el antisemitismo y la xenofobia", alertó.

Guterres recordó además que uno de los objetivos de la creación de la ONU al final de la Segunda Guerra Mundial era poner fin a las discriminaciones y persecuciones que los judíos y sus comunidades habían sufrido a lo largo de la historia. Esa meta, lamentó, todavía no pudo ser cumplida. 

En tanto la canciller Angela Merkel reiteró el compromiso de Alemania por mantener vivo el recuerdo de los crímenes perpetrados en nombre de su país por el régimen nazi. Merkel agradeció a los sobrevivientes de esas persecuciones que sigan dando testimonio de lo que sufrieron porque pone en evidencia "cuán vulnerable es la dignidad humana y con qué facilidad se pueden violentar los valores humanos".

La canciller calificó la conmemoración como una señal especial de unidad y determinación. "Debemos oponernos decididamente al antisemitismo abierto y encubierto, a la negación y a la relativización del Holocausto", exigió Merkel. "En todo momento debemos estar atentos para no dejar espacio al antisemitismo y al racismo", agregó.

La canciller alemana agradeció especialmente a los sobrevivientes que reunieron y reúnen la fuerza necesaria para contar sus historias de vida. "Como testigos contemporáneos, transmiten la vulnerabilidad de la dignidad humana y los valores que subyacen a la convivencia pacífica", expresó.

Precisamente, una de los que formaron parte de la sesión conmemorativa organizada por la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto, la ONU y la Unesco fue Irene Butter, una judía sobreviviente de los campos de concentración nazis nacida en Berlín en 1930. Butter contó cómo su familia se refugió en Amsterdam en 1937 para huir de los nazis que habían tomado el poder en Alemania desde 1933.

Sin embargo, con la invasión de las tropas alemanas a Holanda en 1940, la familia de Butter fue internada primero en su país de acogida y luego en el campo de Bergen-Belsen, en Alemania. La muerte de su padre al final de la Segunda Guerra Mundial se sumó a la separación forzada que sufrió de su madre y su hermano, que tuvieron que ser hospitalizados, y con los que pudo reencontrarse 19 meses después en la ciudad estadounidense de Nueva York.