En las efemérides del 28 de enero sobresalen estos hechos que ocurrieron un día como hoy en la Argentina y el mundo. 

1907. Nace el escritor, periodista y guionista Ulyses Petit de Murat. Se inició en el diario Crítica, y de allí saltó al cine. Fue autor de guiones de clásicos del cine argentino como La guerra gaucha, Su mejor alumno, Pampa bárbara, Arrabalera y El santo de la espada. Falleció en 1983.

● 1912. Nace Jackson Pollock en Cody, Wyoming. El pintor descolló en el expresionismo abstracto. Su obra dividió a los críticos de su tiempo. Sufrió problemas de alcoholismo y murió en un accidente de tránsito en 1956. Su vida fue lleva al cine en 2000 en Pollock, película dirigida y protagonizada por Ed Harris.

● 1972. En Milán muere Dino Buzzati, uno de los escritores italianos más influyentes del siglo XX. Nació en 1906 y la consagración le llegó con El desierto de los tártaros, novela de 1940 que tuvo entre sus más fervorosos lectores a Jorge Luis Borges. Fue llevada al cine en 1976 por Valerio Zurlini.

● 1977. A los 86 años muere Benito Quinquela Martín. Fue abandonado de pequeño y adoptado por una familia que tenía una carbonería. No cursó estudios superiores, pero se convirtió en uno de los pintores más populares de la Argentina. Instalado en el barrio de La Boca, su obre recoge el ambiente del barrio de los inmigrantes italianos. Fue el responsable de la calle-museo Caminito, a comienzos de la década del 50.

● 1982. En La Falda, provincia de Córdoba, nace Camila Sosa Villada. Actriz y escritora transgénero. Actuó en cine, teatro y televisión, pero fue en la literatura donde alcanzo relevancia con la publicación de los poemas de La novia de Sandro y la autobiografía El viaje inútil. Más tarde llegarían sus novelas Las malas y Tesis sobre una domesticación.

● 1986. Tragedia del Challenger. El transbordador espacial despega de Cabo Cañaveral y explota a los 73 segundos. Mueren los siete tripulantes. Entre ellos estaba Christa McAuliffe, una profesora secundaria de New Hampshire, que fue seleccionada por la NASA en un programa destinado a enviar un maestro al espacio. Su presencia motivó que el lanzamiento tuviera una altísima audiencia por televisión. Así, millones de personas vieron la explosión en directo. Una falla en la junta tórica del cohete acelerador sólido hizo que el gas caliente presurizado saliera y entrara en contacto con el tanque de combustible. La NASA no volvió a programar viajes de transbordadores hasta 1988.