El presidente Alberto Fernández participó este jueves del Foro Económico Mundial de Davos, en donde recordó la responsabilidad del Fondo Monetario Internacional a la hora de aprobar el megapaquete de deuda en favor del gobierno de Mauricio Macri. “Ahora lo que tenemos que hacer es encontrar una solución que no postergue más a la Argentina”, dijo el mandatario, y detalló que “la renegociación de la deuda con el FMI va a incorporar nuevas perspectivas macroeconómicas y un entendimiento acerca de las necesidades específicas de la economía local". Fernández hizo hincapié en la recuperación industrial de los últimos meses, rechazó la receta del ajuste pero se mostró a favor de la “disciplina fiscal”.

El gobierno argentino tiene abiertos dos grandes frentes en la agenda internacional. El primero es la gestión de las vacunas contra el coronavirus. "La vacuna debe ser considerada un bien público global. De nuestra parte, la cooperación permitió que la industria argentina intervenga en la producción de la vacuna de Oxford AstraZeneca para toda América latina", dijo el Presidente. El segundo frente es la renegociación de la deuda con el FMI, herencia de los 44 mil millones de dólares prestados por el organismo para salvar a Macri, que el gobierno espera tener cerrada para antes de mayo.

Alberto Fernández aprovechó la oportunidad del Foro de Davos, que congrega a la crema del establishment global y que por primera vez se realiza de forma virtual, para plantear el tema del FMI. En los días previos pasaron por el evento la actual directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, y su predecesora, Christine Lagarde, actual titular del Banco Central Europeo, quien firmó el acuerdo con el gobierno de Macri.

La deuda externa y el FMI

“Argentina ha tenido un nivel de endeudamiento insospechado. En 2015, nuestra economía tenía una relación deuda/PBI de las más bajas del mundo. Y repentinamente, el gobierno que nos precedió potenció la deuda de un modo escalofriante. Para ello contó con la anuencia del FMI, que vino con la idea de rescatarlo, pero lo único que logró fue una enorme fuga de capitales del sistema financiero. Es decir, el gobierno de la Argentina es responsable, pero también hay un grado de responsabilidad importante de los que avalaron el préstamo de ese dinero, de la dirigencia de ese momento del FMI, que no estaba liderada por Kristalina Georgieva”, indicó el presidente Fernández.

El mandatario aseguró que “el diálogo con el FMI está en marcha y es muy constructivo. Hemos conseguido apoyo de la comunidad internacional y del G-20. Estamos manteniendo un diálogo interesante con el FMI, y particularmente yo lo estoy teniendo con Kristalina Georgieva. Ella y yo tenemos una mirada parecida sobre lo que le pasa al mundo, aunque está claro que no estamos parados en el mismo lugar del mostrador. Ella tiene que cumplir un rol en un área que para mí es muy ingrata, pero lo hace con mucha comprensión. Yo entiendo su visión de tener que cobrarnos esa deuda. Pero yo le planteo que necesitamos tiempo para ponernos de pie, para volver a producir, exportar, acumular dólares y cumplir con nuestros compromisos”.

"No hay lugar para un ajuste irresponsable, que termina perjudicando nuestra credibilidad y la de los que otorgan la asistencia. El programa acordado será enviado al Congreso. Tenemos que encontrar una solución que no postergue más a la Argentina. El país terminó enredado en un endeudamiento que fue totalmente improductivo, que solo permitió la fuga de capitales y que fue en beneficio de especuladores”, agregó.

Disciplina fiscal y el nerviosismo

“El endeudamiento es un daño enorme para las economías. Nosotros tenemos que hacer nuestro esfuerzo con disciplina de poder ir acotando poco a poco el déficit y acumular reservas para salir del permanente nerviosismo que nos genera el dólar. El objetivo es que podamos construir una economía más tranquila y estable. Creo que Kristalina lo entiende y cree en nosotros”, dijo el Presidente, con una semántica asociada a la estabilidad y la tranquilidad en oposición al nerviosismo, que tiene el sello de autor de Martín Guzmán.

Fernández recordó que “en últimos 130 años de historia argentina, solo en cinco años de forma consecutiva tuvimos superavit fiscal y comercial, y eso ocurrió cuando yo fui jefe de gabinete de ministros y el presidente era Néstor Kirchner. En ese momento teníamos una disciplina fiscal férrea y cuidado con precios internos. Y pagamos toda la deuda con el FMI y sacamos a la Argentina del default de 2001”.

La recuperación económica

“La recuperación está siendo más intensa de lo que pensábamos hace unos meses. Nuestro sector industrial viene teniendo una recuperación notable. Hay 4500 puestos industriales por encima del número previo a la pandemia, luego de cinco meses seguidos de mejora del empleo industrial”, dijo Fernández. También subrayó la importancia del “programa de asistencia al trabajo y la producción, que ayudó al 60 por ciento de los empleadores del país, junto al IFE, las línea de crédito a tasa cero garantizada para trabajadores independientes y los créditos para pymes por el equivalente al 2 por ciento del PBI”.

El Presidente volvió a referirse al Consejo Económico y Social, una promesa de campaña que pretende materializar en las próximas semanas. “Convocará en un sentido amplio y permanente para consolidar un rumbo de mediano y largo plazo”, indicó. Fernández se mostró a favor de avanzar en la descarbonización de la matriz energética argentina y dijo que "se está trabajando para conseguir financiamiento necesario para acelerar esa transición".