Espacio Futuro, punto de encuentro de políticos y dirigentes latinoamericanos y españoles impulsado por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), pidió que no se suspendan ni se posterguen las elecciones presidenciales del próximo domingo en Ecuador, un riesgo que el exmandatario Rafael Correa alertó la semana pasada. A través de un comunicado, el foro progresista llamó a todos los actores involucrados, incluida la OEA, a respetar "de forma escrupulosa" los procedimientos democráticos para garantizar unos "comicios limpios, transparentes y en igualdad de condiciones". 

Dentro de una semana los ecuatorianos irán a las urnas para elegir presidente, Asamblea Legislativa y autoridades locales, en medio de una crisis política, económica y sanitaria a la que hace unos días se sumaron advertencias de autoridades de que los comicios podrían retrasarse. El correísmo denunció que intentaban suspenderlos para evitar la victoria de Andrés Arauz, quien lidera todas las encuestas aunque no evitaría una segunda vuelta. Son numerosos además los obstáculos que el progresista espacio Unión por la Esperanza (UNES) debió sortear para finalmente poder presentar su fórmula presidencial.

"Nos adherimos a la voluntad del pueblo ecuatoriano para que se respeten de forma escrupulosa los procedimientos democráticos para garantizar unos comicios limpios, transparentes y en igualdad de condiciones. Esta exigencia implica no aplazar y/o suspender la fecha de la cita electoral bajo ningún tipo de pretexto", escribió el Espacio Futuro en un comunicado difundido a la prensa y que firmaron, entre otros, el candidato presidencial del correísmo, Andrés Arauz, el vicepresidente del gobierno español, Pablo Iglesias, la ministra de la presidencia de Bolivia, Maria Nela Prada, y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.


El Espacio Futuro de la Celag pidió que las autoridades electorales ecuatorianas y todos los actores políticos involucrados "no anuncien de forma anticipada y por canales extraoficiales cualquier tipo de resultado" ya que, advierten, estos podrían ser utilizados "para alcanzar objetivos políticos no legitimados por las urnas o para provocar situaciones que puedan derivar en la ruptura del orden constitucional".

El espacio progresista también hizo un llamado especial a la OEA. Los dirigentes latinoamericanos y españoles instaron a la organización a implicarse en "la observancia de estos principios democráticos, con el fin de garantizar el derecho a la elección y representación del pueblo ecuatoriano, y sin ningún tipo de injerencia".

Las elecciones en Ecuador fueron objeto de discusión durante todo 2020 por la cantidad de escollos que tuvo que enfrentar la fórmula del correísmo. Hacia fines de año el binomio presidencial compuesto por el economista Andrés Arauz y el periodista Carlos Rabascall recibió finalmente el aval del Consejo Nacional Electoral (CNE), que debía resolver un pedido de impugnación que fue rechazado por improcedente. 

Un promedio de nueve encuestadoras ecuatorianas coloca a Arauz al frente de la carrera electoral, con el 37,4 por ciento de intención de voto. A sus 35 años, este dirigente de perfil bajo es el delfín elegido por el expresidente Correa, quien intentó presentarse a los comicios por todos los medios posibles pero fue inhabilitado porque se le confirmó en tiempo récord una condena de cárcel por un caso de corrupción. Además no pudo cumplir con el requisito impuesto a último momento de presentar la candidatura personalmente.