A más de dos años del femicidio de Marisol Giraldi, esta mañana comienza el juicio oral y público contra Yamil López, quien enfrenta un pedido de pena de prisión perpetua. La joven tenía 23 años y tres hijos de 3, 4 y 7, cuando el 17 de octubre de 2018 fue atacada por López, que por entonces tenía 29 años. La acusación indica que el imputado golpeó a Marisol, y luego, con intención de darle muerte, la roció con combustible y le provocó gravísimas lesiones tras "haberla prendido fuego". La mujer terminó con quemaduras del tipo A y B en el 60 por ciento de su cuerpo. El debate se extenderá hasta el 11 de febrero y el veredicto --que aún no tiene fecha-- estará a cargo del tribunal compuesto por Pablo Pinto, Nicolás Vico Gimena y Patricia Bilotta, que desde hoy escucharán a los testigos. 

"Cuando mi hija decidió no quedarse más, él hizo esto", dijo Oscar a este diario, el año pasado, cuando se realizó la audiencia preliminar en la que fueron parte como querellantes, con representación del Centro de Asistencia Judicial, que también hizo el pedido de prisión perpetua. Ayer el hombre, que forma parte y estará acompañado por el grupo Familiares Atravesados por el Femicidio, dijo tener "todas las emociones juntas" y se esperanzó con que "se haga justicia". 

Marisol estaba en pareja con López desde hacía ocho meses. En junio de 2018 se casaron, pero la investigación dio cuenta de que durante toda la convivencia existió la violencia machista. Los malos tratos que describió el entorno de la víctima eran tanto físicos como psicológicos. Entre las constancias que surgen de la causa, hay relatos acerca de que "prácticamente ella vivía con moretones" y que el agresor "no la dejaba salir de la casa ni con amigas". Algunos de esos hechos quedaron registrados en historias clínicas del hospital Eva Perón, en consultas de julio y agosto de 2018, cuando debió ser atendida. 

La violencia psicológica también dejó marcas y en el expediente --que será llevado a juicio por los fiscales Ademar Bianchini y Viviana O'Conell-- constan situaciones de "culpabilización, vigilancia constante y persecución, insultos, celos, aislamiento, amenazas, limitación de la circulación", como sucesos cotidianos. 

Ese miércoles, pasadas las 23.50 ocurrió el ataque y una vecina fue quien llamó al 911. Marisol fue llevada primero al hospital Alberdi, pero por la gravedad de las heridas debió ser trasladada al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). El agresor dijo que se había quemado sola, una coartada conocida en este tipo de casos de violencia de género. Los estudios dieron cuenta de que fue rociada con thinner y prendida fuego. Cuatro días después, la joven falleció.

En su momento, la familia de la víctima relató que tras conocer a López, éste la llevó a vivir con él en una pieza que tenía al fondo de la casa de su madre. “Llegaron a casarse en secreto", describieron los familiares sobre la situación de "aislamiento" que provocó el acusado. Según indicaron por aquellos días, en la causa también hay evidencias de que estuvo embarazada antes del ataque de su femicida. 

En tanto, el acusado contaba con antecedentes de violencia machista en una relación anterior y hubo un proceso abierto en la Justicia de Menores, unos diez años antes.