En 2019 decidió hacer una pausa en su carrera deportiva para dedicarse a lo que será su trabajo futuro: la educación financiera para atletas. Después de entrenar durante la cuarentena en Minas Gerais, regresó a Buenos Aires para sumarse al equipo de Mario Gallego, con el que debutará el 17 de febrero. Mimí Sosa, la histórica jugadora de Las Panteras, conversó con Página 12 sobre sus próximas metas, sus ganas de volver a ponerse la celeste y blanca y su postura acerca de la profesionalización del vóley femenino en nuestro país.

-¿Por qué volviste a jugar en Argentina?

-Estaba en Brasil buscando club y apenas salió la noticia de que quería volver al vóley, Boca y San Lorenzo se comunicaron conmigo. Esperé un poco porque quería estar en la Super Liga, pero al ser extranjera y con la pandemia se complicó. Los clubes tenían que pagar una transferencia a la Federación Internacional, a la Federación Argentina y a la Confederación Brasileña. Entre eso y mi sueldo era demasiado porque casi todos los equipos redujeron el presupuesto a la mitad a causa de la covid.

-¿Cómo te decidiste por San Lorenzo?

-Apenas se abrieron las fronteras me vine y empezamos a negociar. Se me hizo difícil porque hace diez años que estoy con representantes, pero en Argentina no se trabaja así, entonces yo era la que tenía que hablar con los clubes. Llegué a la conclusión de que en esta etapa quería aires nuevos y me decidí por San Lorenzo que siempre estuvo interesado.

Sosa llegó en noviembre, entrenó quince días por su cuenta y el club le otorgó un permiso para ir a visitar a su familia que no veía desde hace un año debido a la pandemia: “En Formosa pude entrenar con pelota porque hay una cancha atrás de mi casa. Por un lado, no me quería venir por mi familia, pero por otro, quería salir corriendo para Buenos Aires. Sabía que algo nuevo y lindo iba a comenzar”, afirmó.

-¿Qué sentiste al volver a entrenar en tu país?

-Estoy muy feliz desde que llegué. La gente, los hinchas argentinos y la familia del vóley me hicieron sentir ese cariño que necesitaba para recargar pilas. Me sorprendí a mí misma de volver tan rápido, parece que nunca paré de jugar. Al principio me costó, pero entre el kinesiólogo y el preparador físico me ayudaron un montón. Pensé que íbamos a estar muy alejadas de los entrenamientos de Brasil y la verdad que no. Mario (Gallego) ve mucho vóley brasileño y tiene un sistema muy parecido porque allá se entrena con varones, que es algo fundamental porque es otro nivel de fuerza y cuando vas a jugar es distinto. En San Lorenzo se acostumbra a entrenar con dos chicos y eso me gusta mucho.

-¿Cuál es tu próximo objetivo?

-Primero enfocarme en la Liga y consolidarme en el equipo. Después obviamente, el objetivo es estar en la Selección que ahora está pasando por un gran momento, si el entrenador me necesita, si le ayuda lo que yo pueda aportar. Me tomé un año sabático, pero siempre que pienso en la celeste y blanca me da piel de gallina. Cuando me preguntaban sobre eso, quería ver cómo estaba en la parte física y hoy me veo tan bien, que me siento capaz de estar y jugar un torneo, así que ojalá pueda cumplir ese otro sueño.

La ex capitana de Las Panteras también expresó su postura acerca de la profesionalización del vóley femenino que desde hace un año es promovido por el Colectivo Doble Cambio: “Para que sea profesional cada jugadora tiene que buscar serlo y mejorar todos los días. Todo este movimiento que hay de deportistas que vuelven del exterior y se quedan es porque el vóley en Argentina es bueno. Desde mi lugar, jugando la Liga estoy aportando mi granito de arena”.

-¿Qué falta para que se profesionalice?

-Acá siempre se entrena de manera profesional, pero lo que le falta es la infraestructura. Necesitamos para el vóley femenino más sponsors y un torneo largo. No somos deportistas de elite y nos tenemos que ir al exterior para poder vivir de esto. Se debería hacer algo para mantener a las jugadoras porque en otros lados nos ofrecen muchísimo más. Sería bueno también que pudieran traer voleibolistas competitivas de otros países. Todas las ligas tienen dos extranjeras por equipo y eso sumaría mucho el nivel.

Sosa también confesó otro de los motivos de su vuelta: “Me gusta mucho el deporte acá. Dicen que el vóley femenino no llena estadios y sí lo hace. Acá te sentís como una estrella, pero falta un poquito más. No tiene que ver con lo deportivo, ni con el contexto, sino con lo institucional”.

Durante su año sabático, la formoseña sacó un E book sobre educación financiera para atletas que seguirá desarrollando en el futuro: “Es un proyecto para después de la carrera que va a ser mi principal fuente de trabajo. Desde los 24 años me estoy capacitando y estudiando porque siempre supe que me iba a retirar temprano”, aseguró.

-¿Vas a dedicarte a este proyecto mientras juegues la Liga?

-Ahora no estoy trabajando, pero estoy haciendo un curso en un instituto de Brasil que me certifica como Educadora Financiera para poder dar clases. Cuando lo termine quiero aprovechar que estoy en Argentina para poder dar muchas charlas con los chicos y chicas que hacen deporte acá. Ahora estoy enfocada en el vóley que es lo principal.

La Liga comienza este sábado 6 de febrero con ocho equipos de la Zona 1, mientras que San Lorenzo, que forma parte de la Zona 2, debutará el 17 contra el Club Tucumán de Gimnasia. Las sedes serán en Caba y La Plata y por primera vez se acordó la televisación de dieciocho partidos. En relación con el torneo que está por comenzar, la central aseguró: “El objetivo es salir campeonas. Voy a dar todo adentro de la cancha, ayudar en lo que pueda para llevarme esa copa y ganar otra Liga más. Quiero volver a Argentina como campeona”.

El recuerdo de Del Potro

Sosa contó que tiene algo que siempre lleva en su bolso a donde vaya: “En Río 2016, Del Potro siempre estaba con nosotras, se hacía llamar “El Pantero” y me regaló la vincha y la muñequera que usó en el primer partido de dobles de los Juegos. Lo llevo para todos lados para no perderlo, pero lo quiero encuadrar”.