El camino hacia un acuerdo de precios y salarios que inició el Gobierno nacional cuenta con el respaldo de la CGT y sus diferentes corrientes internas. No hay que olvidar de anotar en este lote a la CTA de los Trabajadores que lidera Hugo Yasky e incluso la CTA Autónoma de Ricardo Peidró. El principal motivo que los acerca, a pesar de sus diferencias, bien se podría resumir en algo tan simple como que "este es nuestro gobierno" o "es un gobierno de corte popular". Es por eso que todos esos sectores sindicales, que serán parte del encuentro previsto para el miércoles, advierten que la mesa que está armando Alberto Fernández tiene una pata floja y todos miran a los empresarios. El desafío mayor se lo lleva el Presidente pero el de los gremios no es menor. Deben conseguir que la condición de "paritarias sin techo" sea lo más parecido a la realidad y no agitarle las aguas a la Rosada en un año donde la pandemia sigue tan presente como la inflación.

Por ahora el gobierno dividió las reuniones. El miércoles recibirá al mundo sindical con  Héctor Daer y Carlos Acuña presentes como cosecretarios generales de la CGT. También participarán Hugo Moyano de camioneros y el mecánico Ricardo Pignanelli por el Frente Sindical para el Modelo Nacional más Yasky y Peidró por las CTA. Un abanico interesante y diverso. 

Ninguno quiere sacar los pies del plato porque, entienden, solo beneficiaría al macrismo. “El movimiento obrero es prudente y va a colaborar para que esto funcione”, afirmó Acuña durante una entrevista en AM750. El titular de los trabajadores de garajes se esperanza con la posibilidad de que los empresarios acepten ganar un poco menos para que se mueva la economía al mejorar los salarios de los trabajadores. Pero para eso es preciso un Estado nacional fuerte y decidido para ponerle límites al poderoso mundo empresario. Todos los sectores consultados afirman y coinciden en que están dispuestos a acompañar al gobierno en esta "patriada".

Una forma de expresar ese respaldo está en la negociación salarial. Si bien cuentan con la bendición del Gobierno, todos los dirigentes son conscientes de que la ausencia de tope no significa que el techo de la paritaria "son las estrellas". Es más, afirman que hay que mejorar el poder adquisitivo del trabajador sin que eso implique desestabilizar la mesa de precios y salarios que impulsa Fernández. Es por eso que el acuerdo salarial que consiguió Sergio Palazzo, el líder de la Asociación Bancaria, se parece mucho al número común para todos. El bancario consiguió 29 por ciento pero tiene cláusula de revisión para agosto, época de elecciones. Las PASO serán en ese mes o en el siguiente, según definan en la Rosada. 

En la CTA de los Trabajadores hay optimiso. "Abrir este espacio es necesario para que la puja distributiva no deje a los sindicatos librados al poder de los empresario", sostiene Yasky que respalda la reconstrucción del Estado para que se transforme en un actor de peso al momento de fijar parámetros de recuperación salarial. En tanto, Peidró --que tiene diferencias con el gobierno central-- no se quiere perder la reunión porque se está frente a un gobierno de "corte popular" y "los que desestabilizan son los grupos concentrados". 

Pero hay algo más en que la mayoría coincide y es que esta mesa debe ser, en rigor, el paso previo al Consejo Económico y Social. Pero para eso falta todavía. El titular del gremio de los canillitas, Omar Plaini, enrolado en el sector moyanista respalda la voluntad del Gobierno y recuerda aquello que supo decir el general Perón: "El éxito es obra de la previsión, de la organización y la realización".