Karl-Anthony Towns es dueño de una de las historias más impactantes de deportistas de alta competencia en relación al coronavirus: además de su madre Jacqueline Cruz, otros seis familiares directos murieron después de contraer Covid-19. Pero ahora fue el propio jugador de Minnesota Timberwolves el que sufrió en su propio organismo la enfermedad, que lo mantuvo un mes alejado de las canchas de la NBA, con "muchas noches de miedo", de acuerdo a su propio testimonio.

En la jornada del miércoles, Towns jugó en la derrota ante Los Angeles Clippers su primer partido desde el pasado 13 de enero, tras dar positivo en un análisis. Y más allá de lograr 18 puntos, 10 rebotes y tres asistencias en 30 minutos de juego, lo más impactante fue el mensaje que dejó tras el partido, cuando admitió que estuvo muy mal por la enfermedad. "La covid no me ha tratado bien, para nada. Hubo mucha noches de miedo, en las que mis signos vitales no eran buenos", reconoció el pivot de 2,13 metros y 25 años.

Además de su madre, que falleció en abril a los 58 años tras agonizar durante más de una semana, Towns perdió a otros seis familiares en el último año, todos como consecuencia de complicaciones con el coronavirus. El jugador de origen dominicano contó que por una serie de condiciones y predisposición genética, así como la elevada carga vírica presente en su organismo, hizo que su situación fuese "muy seria".

Durante el encuentro con los periodistas, Towns recordó con lágrimas en los ojos a su madre y reconoció que en los momentos más difíciles, que pasó sólo aislado en su casa, se sostuvo en su fe. Aunque también dejó en claro que se pudo salvar por su posición económica, ya que en caso contrario probablemente hubiese muerto. "Me siento muy culpable del tratamiento que recibí. Debería estar disponible para todos los estadounidenses y para todo el mundo. Tengo sentimiento de culpabilidad por los recursos que tenía y desearía poder extender esos recursos a tanta gente como sea posible", comentó el jugador, considerado uno de los pivots con más futuro de la competencia. 

A partir de la experiencia vivida, Towns admitió que cambió su forma de ver la vida. "La covid-19 te hace humilde. Voy a disfrutar cada momento que tenga, con mi mujer, con mi padre, sea bueno o malo, con este equipo jugando al básquetbol. No estoy listo para retirarme, así que estoy contento de estar de vuelta", expresó el jugador, ante la consulta sobre un eventual retiro antes tantas desgracias.

Sin embargo, dejó en claro que no está a favor de la decisión de la NBA de celebrar como es tradicional el partido de estrellas bajo las condiciones sanitarias actuales. "Personalmente no creo que haya que tener un All-Star pero qué demonios sé yo. ¿Qué sé yo de la covid, verdad?", señaló con sorna.

El pivot de los Wolves también se refirió a las personas que no quieren utilizar barbijos para evitar la propagación de la enfermedad y recordó que es un gesto mínimo de solidaridad, especialmente cuando los trabajadores sanitarios tienen que llevar hasta cuatro máscaras para poder trabajar. "La gente se queja de llevar la mascarilla. Estos trabajadores están con gente moribunda y llevando cuatro mascarillas y ¿tú no puedes utilizar una? No seas vago, piensa en los otros", completó Towns.