En el marco de una mejora en la situación epidemiológica, la provincia de Santa Fe dispuso ayer una extensión en el horario de cierre de los bares y restaurantes. De esta forma, los comercios gastronómicos podrán funcionar hasta la 1.30 de domingo a jueves y hasta las 2.30 los fines de semana.

De esta manera, desde el ejecutivo provincial dieron lugar al reclamo del sector que el pasado lunes había elevado una carta al gobernador Omar Perotti solicitando que se flexibilicen las restricciones ya que las mismas estaban generando “un impacto letal en los establecimientos gastronómicos por la reducción de trabajo”.

El propio ministro de Gestión Marcos Corach, así como desde el Ministerio de Trabajo de la provincia, anunciaron la extensión del horario de cierre por una hora. De esta manera, los días de semana los bares pasarán de cerrar 00.30 a 1.30 y los fines de semana y víspera de feriado se mantendrán abiertos hasta las 2.30.

De todos modos, desde el sector gastronómico señalaron que quieren ser cautos hasta leer el escrito. “Tenemos que ver la letra chica, porque actualmente el horario que puso de límite la provincia es para cortar con el ingreso de clientes y después tenemos 30 minutos más hasta el cierre definitivo. Es decir que, si lo que se extiende hasta la 1.30 y 2.30 son los horarios definitivos, sólo nos habilitarían 30 minutos más”, señalaron.